José M. Izquierdo
josemizquierdo@hotmail.com.
Cabildear (En ingles, to lobby), es la acción que realiza un
individuo o un grupo de presión con intereses comunes, dirigidas a influir ante
los funcionarios de la administración pública, para promover decisiones
favorables a sus intereses, generalmente empresas o grupos de empresas con
fines de lucro. El cabildeo tiene una alta tradición en los EEUU, su práctica
puede ser entendida como “Una colaboración necesaria” entre la sociedad y los
poderes públicos para el ejercicio eficaz de la política, que encierra una alta
y peligrosa dosis de intención muy cercana a la corrupción. Se atribuye al
presidente Kennedy la frase: “Los lobistas, me hacen entender un problema en 10
minutos, mientras que mis colaboradores tardan tres días”.
Los cabilderos representan a una gran variedad de intereses especiales;
Empresas, organizaciones profesionales, gobiernos locales, sindicatos,
consumidores y grupos de interés público, aunque en sentido general, son los
consumidores, los contribuyentes y la población, quienes más mal están representados
por los grupos de cabildeo. El trabajo de los cabilderos incluyen entrevistas
personales con quienes deciden la política, presentación de testimonios ante comisiones
del congreso, campañas por correo o teléfono, Etc., está protegido por la
primera reforma a la constitución de los EEUU, que garantiza la libertad de
expresión y el derecho de los ciudadanos a presentar peticiones al gobierno.
Desde tiempos remotos han existido grupos de control que trabajan para
influenciar a los “representantes del pueblo”. En todas las dependencias del
gobierno, un ejército de lobistas o cabilderos de las grandes empresas cercan
diariamente a legisladores y funcionarios de distintas dependencias federales,
estatales y locales, para lograr medidas, reglamentos y leyes que favorezcan a
sus patrones. El número de cabilderos ha crecido extraordinariamente porque han
demostrado en la práctica su eficacia, así como ha crecido también el número de
estos que han sido en algún momento funcionarios del gobierno a algún nivel,
sin excluir incluso, al senado de los EEUU, donde por cada senador existen más
de dos cabilderos y más que legisladores a veces parecen legislados. Todos
estos ex funcionarios que realizan su labor de cabildeo allí donde antes
trabajaban como funcionarios públicos electos, conocen a la perfección que
botones y puertas tocar para lograr sus objetivos.
Existen muchas ideas para limitar la práctica del cabildeo y existen leyes,
pero la realidad es que estas no están en correspondencia con el desarrollo
alcanzado por los grupos que se dedican profesionalmente a cabildear o no se
hacen cumplir, haciendo que los cabilderos las tomen como broma. El asunto que está
detrás de todo esto es el dinero, pero dinero en grandes cantidades. Los
políticos que quieren ser reelectos lo necesitan, porque las elecciones de hoy
día son cada vez más costosas y los cabilderos también necesitan influir en las
leyes, por lo que inyectan grandes cantidades de dinero al sistema de
diferentes e ingeniosas maneras. No hay ninguna ley que hasta el momento haya
podido mantener separadas a estas dos poderosas fuerzas, “Políticos en busca de
dinero y cabilderos en busca de influencia”.
La industria farmacéutica norteamericana es la más activa en la materia,
seguida de cerca por las compañías de seguros y empresas petroleras. Si alguna vez
te has preguntado ¿Por qué el precio de los medicamentos en los EEUU, son los más
caros del mundo?, ¿Por qué EEUU, es el único país industrializado que no regula
el precio de los medicamentos? o ¿Porque es ilegal importar medicamentos más
baratos de Canadá o Méjico?, solo tienes que conocer la enorme influencia que
tiene esta industria en el congreso y de igual manera, esto explica también los
rotundos fracasos de las legislaturas de estados y el gobierno federal, cuando
alguno de sus miembros intenta crear alguna ley para bajar o regular el precio
de las pólizas de seguro, los medicamentos, la falta de apoyo a la solución de
nuevas fuentes de energía limpias y renovables, Etc.
Como derecho constitucional el cabildeo no puede ser prohibido, pero nada
impide que sea regulado, encaminado y guiado para evitar se vincule a la
corrupción. Países como Colombia, prohíben a los funcionarios públicos ejercer
actividades de cabildeo hasta tres años después de la separación del cargo y
aunque en los EEUU sea legal, no es moral que funcionarios activos cabildeen
para empresas privadas o para otras instancias de gobiernos, limitando y
torpedeando la creación de leyes para beneficio público y para ellos, debe
existir un término prudente, que prohíba a los ex funcionarios públicos,
cabildear en áreas de conflicto de
intereses con su anterior cargo, y que funcionarios electos y en ejercicio de
sus cargos realicen esta función. Los cabilderos tienen el derecho de realizar
sus tareas, pero definitivamente hay que mantener sus actividades dentro de
ciertos límites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario