jueves, 19 de noviembre de 2015

SIGALE EL RASTRO AL DINERO



José M. Izquierdo josemizquierdo@hotmail.com.

 Cabildear (En ingles,  to lobby), es la acción que realiza un individuo o un grupo de presión con intereses comunes, dirigidas a influir ante los funcionarios de la administración pública, para promover decisiones favorables a sus intereses, generalmente empresas o grupos de empresas con fines de lucro. El cabildeo tiene una alta tradición en los EEUU, su práctica puede ser entendida como “Una colaboración necesaria” entre la sociedad y los poderes públicos para el ejercicio eficaz de la política, que encierra una alta y peligrosa dosis de intención muy cercana a la corrupción. Se atribuye al presidente Kennedy la frase: “Los lobistas, me hacen entender un problema en 10 minutos, mientras que mis colaboradores tardan tres días”.
Los cabilderos representan a una gran variedad de intereses especiales; Empresas, organizaciones profesionales, gobiernos locales, sindicatos, consumidores y grupos de interés público, aunque en sentido general, son los consumidores, los contribuyentes y la población, quienes más mal están representados por los grupos de cabildeo. El trabajo de los cabilderos incluyen entrevistas personales con quienes deciden la política, presentación de testimonios ante comisiones del congreso, campañas por correo o teléfono, Etc., está protegido por la primera reforma a la constitución de los EEUU, que garantiza la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a presentar peticiones al gobierno.

Desde tiempos remotos han existido grupos de control que trabajan para influenciar a los “representantes del pueblo”. En todas las dependencias del gobierno, un ejército de lobistas o cabilderos de las grandes empresas cercan diariamente a legisladores y funcionarios de distintas dependencias federales, estatales y locales, para lograr medidas, reglamentos y leyes que favorezcan a sus patrones. El número de cabilderos ha crecido extraordinariamente porque han demostrado en la práctica su eficacia, así como ha crecido también el número de estos que han sido en algún momento funcionarios del gobierno a algún nivel, sin excluir incluso, al senado de los EEUU, donde por cada senador existen más de dos cabilderos y más que legisladores a veces parecen legislados. Todos estos ex funcionarios que realizan su labor de cabildeo allí donde antes trabajaban como funcionarios públicos electos, conocen a la perfección que botones y puertas tocar para lograr sus objetivos.

Existen muchas ideas para limitar la práctica del cabildeo y existen leyes, pero la realidad es que estas no están en correspondencia con el desarrollo alcanzado por los grupos que se dedican profesionalmente a cabildear o no se hacen cumplir, haciendo que los cabilderos las tomen como broma. El asunto que está detrás de todo esto es el dinero, pero dinero en grandes cantidades. Los políticos que quieren ser reelectos lo necesitan, porque las elecciones de hoy día son cada vez más costosas y los cabilderos también necesitan influir en las leyes, por lo que inyectan grandes cantidades de dinero al sistema de diferentes e ingeniosas maneras. No hay ninguna ley que hasta el momento haya podido mantener separadas a estas dos poderosas fuerzas, “Políticos en busca de dinero y cabilderos en busca de influencia”.
La industria farmacéutica norteamericana es la más activa en la materia, seguida de cerca por las compañías de seguros y empresas petroleras. Si alguna vez te has preguntado ¿Por qué el precio de los medicamentos en los EEUU, son los más caros del mundo?, ¿Por qué EEUU, es el único país industrializado que no regula el precio de los medicamentos? o ¿Porque es ilegal importar medicamentos más baratos de Canadá o Méjico?, solo tienes que conocer la enorme influencia que tiene esta industria en el congreso y de igual manera, esto explica también los rotundos fracasos de las legislaturas de estados y el gobierno federal, cuando alguno de sus miembros intenta crear alguna ley para bajar o regular el precio de las pólizas de seguro, los medicamentos, la falta de apoyo a la solución de nuevas fuentes de energía limpias y renovables, Etc.

Como derecho constitucional el cabildeo no puede ser prohibido, pero nada impide que sea regulado, encaminado y guiado para evitar se vincule a la corrupción. Países como Colombia, prohíben a los funcionarios públicos ejercer actividades de cabildeo hasta tres años después de la separación del cargo y aunque en los EEUU sea legal, no es moral que funcionarios activos cabildeen para empresas privadas o para otras instancias de gobiernos, limitando y torpedeando la creación de leyes para beneficio público y para ellos, debe existir un término prudente, que prohíba a los ex funcionarios públicos, cabildear en áreas   de conflicto de intereses con su anterior cargo, y que funcionarios electos y en ejercicio de sus cargos realicen esta función. Los cabilderos tienen el derecho de realizar sus tareas, pero definitivamente hay que mantener sus actividades dentro de ciertos límites.


No hay comentarios:

Publicar un comentario