Por Adam Dehoy
Todavía me sorprende ver como hay quienes confunden los ajustes
realizado por el castrismo con los “supuestos” cambios, que algunos quisieran
ver y a otros les tienen sin cuidado.
El castrismo ha actualizado su estilo represivo, pero no
ha cejado en el. El régimen sigue siendo el mismo régimen criminal e inhumano
de siempre. Con la diferencia de que, vivimos otra circunstancia sus “lideres”
han envejecido y saben que sus días, están contado y que cada vez son menos los
que le van quedando.
Por otra parte, su nueva meta no es la de instalarse, –ya
lo han hecho–, sino la de dejar bien amarrado el poder, en especial: el poder
económico, para que cuando ellos ya no estén; continúe en manos de sus
herederos.
Esto es algo bastante obvio. Se ve en los movimientos que
han ido realizando, en la organización de la “piñata”, donde los “generales
histórico” se han ido haciendo dueños de las empresas que en un futuro serán los
instrumentos de poder, unido desde luego al político y militar, que en ningún
momento han desatendido.
El aborregado pueblo cubano, que ha nacido y crecido bajo
ese sistema, sigue el mando del borrego líder que campana en cuello, les va
dirigiendo hacia lo mismo. Salvo las excepciones, de los que, aun muy pocos, se
han ido separando de la manada, la mayoría: como siempre ocurre. –en realidad
este no es un fenómeno único de los cubanos, ocurrió durante mucho tiempo en la
antigua URSS, ocurre aun en China, Viet Nam y muy especialmente en Corea del
Norte, y algunas etc. – siguen la orden del jefe. ¡Lo han hecho siempre!
Ya se acepta, como un fatalismo inevitable, que los
Castros de segunda generación se conviertan en los próximo dueños de la llamada
revolución, y vemos y escuchamos, como hijos y nietos de Raúl Castro, y en
menos número, algunos de los hijos de Fidel Castro, intentan catequizar con la
idea de que eso será inevitablemente así.
Y lo será, mientras
que no se desprendan muchos más del “gran rebaño” en que han nacido y reclamen con firmeza y a
cualquier costo, la libertad a que tienen derecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario