REPORTAJE ESPECIAL DE ENFOQUE 3
Por Adam Dehoy
Desde mediados de Diciembre 2015,
Caribevisión asumió el control de América
TV, después de un arreglo extrajudicial con su antiguo socio Omar Romay.
En dicho acuerdo, Caribevisión canceló la deuda de $59 millones impuesta por la
corte contra Romay, a cambio de que este entregara a Caribevisión, todas sus
acciones de América TV y dividir al 50% la venta de las torres de la subasta
inversa de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
Poco se sabe en Miami de quienes son los auténticos
dueños de América TV. Hay una imagen falsa de los verdaderos accionistas de la
empresa que hasta hoy están cubriendo las enormes pérdidas financieras de la
emisora. En épocas de la administración de Omar Romay, la nomina mensual era de
$1.100,000 y el déficit era de $250,000 - $300,000 mensuales.
Esa es la cifra que hoy enfrentan los
dueños del 100% de América TV. Cada 30 días
están obligados a depositar entre $250,000 y $300,000 para cubrir el balance
negativo mensual de la emisora. Cada cuatro meses la cifra es más de $1.000,000.
Todo indica que los dueños de América TV tienen cifradas sus esperanzas de
recuperar las extraordinarias perdidas con la venta de las torres en la subasta
de la FCC. La pelea judicial no fue por el control de América TV, sino por los
beneficios millonarios de la subasta.
La subasta inversa
La FCC inició la subasta inversa para
liberar las frecuencias de espectro que actualmente utilizan los canales de TV
abierta y transferirlas a operadoras móviles para servicios G4. Las torres son
de la banda 600 MHz que se pondrían a disposici6n de empresas como AT&T,
Comcast y Dish Network.
Originalmente la FCC preveía liberar 24
canales de televisión pero esta marca se ajusto a 21 canales por problemas de
interferencia y coordinación con Canadá. El precio que pagará la FCC en la subasta
inversa ha bajado. Una de las razones de la caída de los precios es que el
espectrum exige modificaciones y necesita de 3 a 4 años para ajustar los
servicios, a la teleaudiencia y a los usuarios de equipos móviles.
Para poder utilizar la banda de 600 MHz
se requiere reacomodar las estaciones de televisión que sigan al aire luego de
la subasta, proceso que podría extenderse hasta 2019 o 2020, fechas en las que
se tendrán anuncios más claros sobre la posibilidad de desplegar redes 5Q.
La subasta estaba prevista para el 29 de
Marzo de 2016 pero la National
Association of Broadcasters (NAB) interpuso una demanda parar que la FCC
revise la subasta. Rick Kaplan, vice-presidente ejecutivo de la NAB dijo,
"las emisoras locales no deben ser forzadas a sacar de sus bolsillos parar
ayudar a las multinacionales wireless. Estamos buscando una corrección a mitad
del camino que refleje mejor la intención del Congreso de proteger a los
broadcasters y a los millones de usuarios de TV". En este momento existe
cierto grado de incertidumbres sobre qué precios aceptará la industria de televisión
para vender, en la subasta, las bandas de 600 MHz y cuanto pagaran los
operadores como Comcast, AT&T y otras para materializar la transferencia de
bandas.
Para los dueños de Caribevisión, la
demora impacta sus bolsillos. Recientemente Carlos Vasallo, actual CEO de América
TV, declaró al Miami Herald que la subasta pudiera generar $400 millones (Romay
tiene derecho al 50%) pero la caída de los precios ha creado desaliento entre
las múltiples empresas que esperaban mejores resultados financieros.
El mantener abierta la operación de América
TV se ha tornado en una pesadilla, además cada quincena tienen que pagar la
nomina ($500,000). En época de Romay, jamás se dejó de pagar la nomina. Peligro
latente en estos difíciles momentos si los accionistas de Caribevisión cortan
el enorme subsidio para mantener operando a América TV.
Quienes son los dueños
Los dueños originales de Caribevisión,
creada en el 2006 fueron Carlos Barba (Barba TV group) y Alejandro Burillo Azcárraga
(Pegaso Televisión). Inicialmente
Burillo y el Fondo Quantex aportaron a Caribevisión $57 millones. Burillo
controló el 83% de las acciones. Barba tomo el 17% y pasó a ser chairman,
presidente de la corporación y representante oficial en la FCC.
En las primeras semanas del 2007, Carlos
Barba negoció con Alfredo Fraile y Carlos Vasallo una inversión que se estima en $5 millones. De su 17%, Barba
les dio acciones a Fraile y Vasallo que pasaron a ser accionistas minoritarios.
Para entonces Caribevisión operaba
estaciones de TV en Nueva York, Puerto Rico y Miami (canal 48), tres de los
principales mercados hispanos en Estados Unidos y planeaba competir con Univisión
y Telemundo.
En Marzo del 2009, en conferencia de
prensa, Caribevisión hizo público que Mediaset (Telecinco de España) había
comprado el 28% de las acciones por €21.5 millones de euros.
Durante las negociaciones con Caribevisión,
Telecinco estuvo representado por Paolo Vasile, principal ejecutivo de la
poderosa cadena mediática del magnate italiano Silvio Berlusconi. En la
conferencia de prensa, Paolo Vasile afirmó que "la aventura americana había
comenzado".
Se calcula que en total Carlos Barba
logró que los accionistas incluyendo a Alejandro Burillo y Telecinco de España,
invirtieran más de $100 millones en Caribevisión. Un año más tarde, Alejandro
Burillo y Paolo Vasile sabían que su millonaria inversión era una costosa
pesadilla. Caribevisión se estaba quedando sin fondos. Los más de $100 millones
se habían esfumando.
En una desesperada movida, Telecinco
mando a Ángel Santamaría a Miami, con el cargo de Jefe de Operaciones financieras.
Santamaría dio la mala noticia de que había dificultades para pagar a los
acreedores de Caribevisión. La inversión era en realidad un bochornoso fracaso.
La confrontación con Carlos Barba se hizo
inevitable. La gestión ejecutiva de Barba fue calificada como un disparate. Y
envueltos en conflictos financieros y legales, Carlos Barba fue separado de sus
funciones ejecutivas en Caribevisión. Barba había considerado acogerse al Capítulo
11 de la Ley de Bancarrota.
Se crea un "joint venture" con Romay
En Agosto 6 de 2009, se formalizó la relación
que desde el 2007 existía en Caribevisión con América TV de Omar Romay.
Alejandro Orvallano, la mano derecha de Burillo Azcárraga le pidió a Omar Romay
que se hiciera cargo de la operación. Se incluyeron $5 millones como préstamo
de Romay para pagar deudas de Caribevisión. Caribevisión y América TV crearon
América-CV Network, un "joint venture" que daba amplios poderes
ejecutivos a Omar Romay. Las acciones del “joint venture" se dividieron al
50% entre Romay y sus nuevos socios de Caribevisión. Además el acuerdo daba a
Romay autoridad para nombrar todos los ejecutivos del "joint venture"
y facultad para decidir con su voto, cualquier empate en la junta de
accionistas.
Paolo Vasile (Telecinco) y Burillo Azcárraga
(Pegasus) entendieron que habían hecho un mal negocio con Barba, que no continuarían
invirtiendo y que Omar Romay sería el encargado de operar América-CV Network
ahora con el canal 41 incorporado por Romay a la nueva empresa. Entre 2009 y
2011, América-CV Network fue una empresa exitosa, que creció en prestigio y
dinero. Factor vital fue la programación dirigida a la audiencia cubana que
batió records de ratings en aquellos años.
Los millones de la subasta del FCC
Meses después de la llegada de Romay, se
presentó la opción de vender a la FCC cuatro torres transmisoras de América-CV
Network en la conocida subasta que está actualmente en marcha. Los millones que
puede generar esta venta despertó el interés financiero de los socios. Eran
muchos millones a repartir.
Así comenzó la batalla por las acciones
de la empresa. Orvallano trato de negociar con Romay que exigía el 75% de las
acciones de Caribevisión. La oferta fue rechazada y el caso pasó a la Corte
donde el jurado rechazó el reclamo de 75% de Romay y lo condenó a pagar $59
millones.
A las pocas semanas Romay negoció un
arreglo extra judicial: Romay no apelaría la decisión de la corte y entregó a la Estación América TV, a cambio de
que Caribevisión le cancelara los $59 millones y se quedó con el 50% de los
beneficios financieros de la subasta del FCC.
Esperando la subasta
Después de ganar el juicio, el grupo de
Alejandro Burillo Azcárraga (Pegasus) y Paolo Vasile (Telecinco-Mediaset)
tienen que subsidiar el l00% del déficit operacional (entre $250,000 y $300,00
mensuales).
La moral de los empleados es muy baja y
esperan grandes recortes. La confusión crece por día y la percepción es que los
inversionistas españoles y mexicanos están dispuestos a financiar las enormes pérdidas
hasta llegar a la venta de la subasta del FCC donde pueden mitigar el desastre
financiero de Caribevisión. Después, tomaran vuelo sin regreso –eso es lo que
se espera.
La incompetencia en control
El hecho de que Carlos Vasallo,
un accionista minoritario, sin bolsillo para financiar la operación, esté al
frente de la empresa, refuerza la percepción de que los inversionistas no toman
en serio el futuro de América TV. Si el proyecto fuera viable el ejecutivo
principal no sería Carlos Vasallo que como administrador general es la máxima expresión
de incompetencia.
Vasallo es un antiguo boxeador que adquirió
los derechos de las películas clásicas de México. Le consideran –un tipo
vulgar, violento, que abusa del poder y que no tiene la menor idea de cómo se
administra una empresa de televisión.
Su asesor es el abogado de impuestos
Marcel Felipe –bajito, de ojos saltones, calificado como una especie de monito
trepador–, que en los programas de Juan Manuel Cao (antiguo protegido de
Romay), se disfraza de bandera cubana y sufre de incontinencia verbal.
La presencia en América TV de un tipo
marginal como Marcel Felipe, contribuye a reforzar la percepción de que los
poderosos inversionistas ya le han dado la espalda a América TV y después de
que cobren en la subasta se van.
¿Quiénes pueden culpar a Burillo Azcárraga
(Pegasus) y a Paolo Vasile (Telecinco) de dejar plantado a Caribevisión si han
perdido más de $100 millones? Y saben que la audiencia de TV en los Estados
Unidos está cambiando aceleradamente. El boleto es de ida sin regreso.
En efecto, el caso Romay-Caribevisión está
lleno de contradicciones. Todo indica que los que ganaron (Caribevisión), en
realidad perdieron. Como dice el refrán "hay que tener cuidado con lo que
pides porque te lo pueden conceder". Pidieron la salida de Romay y se la
concedieron. Romay salió de una planta de televisión que tiene enormes deudas y
no para de reírse, listo a cobrar los millones de dólares de la subasta.
Los empleados de América TV,
esperan con intranquilidad lo que luce ser la inminente salida de Burillo
Azcárraga (Pegasus) y Paolo Vasile (Telecinco) en un agitado adiós sin despedida.
¿Que pasara después? Lo más probable es la bancarrota o tal vez el regreso de
Romay. El tiempo y los astros tienen la respuesta.
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