Hace pocos días los Runrunes de Bocaranda informaban
sobre el presunto “cerco contra Lorenzo Mendoza y Empresas Polar” que emprendía
el gobierno de Nicolás Maduro. Pero lo que era simplemente una presunción, ahora está más que
comprobado.
La “estrategia” en contra de Empresas Polar sería
atacarla “en el mercado cervecero para entregárselo a cervecería Regional y a
Ricardo Cisneros, su propietario”, según precisó el semanario La Razón.
Asimismo, el medio reseña que “el Gobierno decidió dejar sin
materias primas a Cervecería Polar al no liquidarles ni un solo dólar para
cebada y otros insumos que no se producen en el país, al tiempo que está
liquidando los dólares puntualmente a los proveedores de Regional para asegurar
que su operación continúe sin sobresaltos”.
La segunda parte del señalado “plan” sería dejar “seca
a Cervecería Polar para acusar públicamente a Lorenzo Mendoza de conspirador y
desestabilizador“, como
señala Runrunes.
La Organización Diego Cisneros (ODC) fue fundada en el año 1929 en
Venezuela por Diego Cisneros, quien nació en Cuba y emigró a Venezuela junto
con su hermano Antonio. Ambos consolidaron una modesta fortuna con el negocio
del transporte, y la compañía creció rápidamente ampliándose hasta lograr la
concesión para la manufactura y comercialización de bebidas gaseosas Pepsi Cola
en Venezuela.
En 1939 la empresa "D. Cisneros & Cia." obtiene la
franquicia para las marcas Norge y Hamilton y Reo trucks, y ese mismo año Pepsi
Cola Internacional otorga la licencia de venta exclusiva y comercialización a
D. Cisneros & Cia., para manejar sus productos en Venezuela. Esta operación
convierte a la organización Cisneros en la mayor red independiente
embotelladora de Pepsi Cola Internacional.
Llegado el momento, Gustavo Cisneros, hijo de Diego Cisneros, tomó el
control y diversificó los negocios en 1961 cuando adquiere el canal de
televisión Televisa que luego se convertiría en el conocido Venevisión.
La Organización Cisneros pasa entonces a convertirse en una de las
entidades privadas de medios de comunicación, medios digitales,
entretenimiento, telecomunicaciones y productos de consumo con mayor presencia
en Latinoamérica, Estados Unidos, y varios países de Asia y Europa.
A partir de ese momento la familia Cisneros tuvo una
figura protagónica en todo lo que a Venezuela concierne.
Fueron aliados de numerosos presidentes, entre los que destacan Rafael
Caldera, Carlos Andrés Pérez y en particular Hugo Chávez, quien recibió
generosos fondos de esta familia para su campaña electoral, a pesar de afirmar
públicamente ser un “anti-cisneros.
El mismo Carlos Andrés Pérez, después de haberlo conocido y
tratado durante décadas, no vaciló en calificarlo de “gran estafador
político” e indicó, entre otras cosas, que Cisneros “se aprovechó de su
capacidad empresarial para tratar de apoderarse del país y someternos a todos a
su voluntad”…
Desde los años 30, la Organización Cisneros logró vencer y destruir a
sus rivales con maniobras comerciales y políticas estratégicas.
La “Guerra de las Colas”
Esta fue una de las jugadas que marcó un hito en el carácter de la
organización, cuando la Embotelladora Hit, empresa del Grupo Cisneros que
producía y distribuía Pepsi desde 1937, se alió con su rival Coca Cola, dejando
a Pepsi técnicamente fuera del mercado, logrando así el dominio completo del
mercado de gaseosas en Venezuela.
El Cierre de RCTV
El jueves 28 de diciembre de 2006, el Presidente Hugo Chávez informó que
“no renovaría” la concesión de RCTV, la cual terminó el 27 de mayo de 2007. El
mandatario sostuvo que la negativa a la renovación se debió a la supuesta
posición tomada por Radio Caracas Televisión durante el golpe de Estado de
2002.
En el 2004 el empresario Gustavo Cisneros y el difunto Hugo Chávez, bajo
los auspicios del ex presidente Carter, llegaron a concretar presuntamente el
acuerdo ‘Cisneros-Chávez’, donde la estación de televisión Venevisión se
comprometía a disminuir el tono crítico en contra del régimen, a cambio de que
el ex mandatario venezolano abandonará sus ataques abiertos contra el
empresario.
Sin embargo, en uno de los documentos suscrito por Gustavo Cisneros,
negó enfáticamente que se hubiese firmado algún pacto Cisneros-Chávez.
“El Cierre de Polar” en la mira
En reiteradas ocasiones el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, ha
continuado utilizando un discurso violento en contra el sector privado
amenazando con tomar las plantas cerradas a nivel nacional, si estas llegaran a
paralizarse.
“Aquel que pare una planta, una industria o una
fábrica será castigado con la ley. Y planta parada, planta tomada por la clase
obrera (…) ¡¡Rebelión, frente a la conspiración abierta, rebelión,
revolución!!” afirmó
recientemente el mandatario en un discurso en el día del trabajador.
Aprovechando esta coyuntura la organización Cisneros
vuelve a sus maniobras estratégicas.
Fuentes del sector de importación confirman la
adjudicación de divisas por parte del gobierno a empresas de la Organización
Cisneros para la importación de materia prima necesarias para la producción de
productos rivales a empresas Polar. Se indica también que barcos con cargamentos de cebada se
encuentran en tránsito para el procesamiento de dichos productos.
La estrategia sigue siendo la misma de los años 30, cuando comenzó la
guerra de las colas por los Cisneros a sus rivales, ellos continúan aplicando
las vías necesarias -comerciales o políticas- para lograr el objetivo de
destruir a su rival, afirmó la fuente.
Bajo la complacencia y complicidad con los gobiernos de turno, Cisneros
ha logrado sacar del juego a empresas como RCTV, adoptando, extendiendo y
exterminando a sus competidores. Actualmente gran parte de la torta del mercado
de comunicaciones del país se repartió entre los que permanecen abiertos.
La mayor cervecería venezolana Polar, paralizó desde el último viernes
de abril todas sus operaciones de producción por la imposibilidad de obtener
divisas para importar materia prima, según se indicó en un comunicado emitido
por la empresa.
“Este viernes cerraron las cuatro plantas en el país y
se paralizaron unos 7.000 empleados directos”, afirmó un supervisor de Comunicaciones
de Polar.
Contó además que en los próximos días, a medida que se distribuya la
última producción de cervezas y maltas, se sumarán más trabajadores a la
paralización, que afectará a unos 10.000 empleos directos y más de 300.000
indirectos.
La empresa no habría podido comprar divisas en el control de cambio
fijado por el Gobierno desde 2003, por lo que no pudo importar la cebada,
insumo clave en la producción de sus principales productos cerveceros. Las
razones del gobierno para no otorgarle divisas a empresa Polar ahora son más
que obvias.
Una vez más Cisneros se encuentra colocado en el
centro de los acontecimientos, ya que su organización representa la capacidad
de producción de la cual carece el gobierno autoritario de Maduro, además de
convertirse en la solución más viable para la salida definitiva de empresas
Polar del mercado Venezolano.
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