domingo, 1 de enero de 2017

ATRAS...QUEDABA TODO, MEMORIAS Y FICCION

ATRÁS… QUEDABA TODO, –Memorias y ficción


Por, Lola Benítez
Málaga (España)  

De título sugerente que invita a la lectura, ATRÁS…QUEDABA TODO se trata de una novela conmovedora, emotiva, contada en primera persona por su autor, crucial para llegar a entender lo acontecido en el pasado y para que quede constancia de lo que nunca debió haber ocurrido. Es una historia de pérdidas. Es cierto que siempre todos dejamos algo atrás, eso es inevitable, pero sí se podría haber evitado el dolor y el desgarro que tanta gente inocente tuvo que padecer y que, aún hoy, sigue padeciendo en otros lugares del orbe. No hay nada que justifique la maldad y crueldad a la que puede llegar el ser humano bien por motivos políticos, económicos, religiosos, o de cualquier otra índole.
Su autor nos narra, a modo de relatos, ciertos pasajes de su vida que lo obligaron a desprenderse de todo. Él dice que no es la historia de un héroe, pero sí lo es porque poder tener la grandeza de comenzar una nueva vida, a la cual se llega con las manos y el alma vacías, de forjarse nuevas metas e ilusiones, siempre con la vista puesta hacia delante, y a la vez tener la fuerza y el coraje de dar constancia de lo ocurrido, eso sí que es ser un héroe. Sólo iniquidad, desenfreno, egoísmo fluían de corazones malvados. Por ello, un sinnúmero de seres humanos, que cultivaban la maldad más negra y pestilente en su mundo interior, no permitió que aquellos que caminaban por las sendas de la vida bajo la bandera de la fraternidad plenamente solidaria y fecunda no llegaran a realizar sus aspiraciones y proyectos, sus anhelos y deseos, que brotaban constantemente de los manantiales de sus ideales.

Son nueve relatos y un epílogo. El primero describe la tranquila vida de un pueblo y el despertar al mundo de las pasiones de un muchacho en plena adolescencia, sus sueños, que luego le arrebataron, y, cómo sucumbe a los encantos de ese primer roce libidinoso, pero ya nos deja entrever los duros cambios que se avecinan.
El autor hace sus propias conjeturas, y nos relata acontecimientos que, si en un principio, podrían no tener importancia, también podrían significar el comienzo de lo que poco después aconteció y que cambió por completo la raíz, las ilusiones y esperanzas de todo un pueblo. “Con la claridad experimenté una desconocida sensación mezcla de paz y desasosiego, de resignación y protesta”. Ya surgían en su incipiente juventud sus “temores y sus preguntas sin respuestas”, hasta que todo se perdió…
En “el horno de los sueños” una vez más relata con suma maestría cómo los sueños incipientes se van marchitando para construir una realidad cruel y despiadada. El lenguaje se va recrudeciendo para manifestar el dolor insufrible: “mientras calentaba su infierno de denso asfalto en su entraña ígnea”, o, “Con desconocida crueldad, la historia era desmantelada y las viejas tradiciones satanizadas caían a tierra como débiles torres de arcilla”.
Nos sirva, pues, esta novela para que no se nos olviden las sabias palabras del filósofo, jurista, político y orador romano Cicerón: “Quien olvida su historia está condenado a repetirla”.
A colación de todo esto, aprovecho para insertar las palabras que, con tanto acierto, expresó Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto, quien manifestó: “Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino– para decidir su propio camino”. Es evidente que estas personas son héroes que hacen grande a la humanidad.

1 comentario:

  1. Muy buen análisis de la novela de Silvio Mancha, y como dice la comentarista la conocida escritora de Málaga Lola Benites: "Quien olvida su historia está condenado a repetirla", del famoso orador romano Cicerón.

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