"ES LAMENTABLE COMO SE TIENDE A SUBESTIMAR LA CAPACIDAD..."
Por Pedro Corzo.
Hay quienes recuerdan la firme convicción con la que algunos
demócratas venezolanos rechazaban la posibilidad de que en su país se
instaurara un régimen similar al cubano a partir de la victoria electoral en
1998 de Hugo Chávez, ignorando que algunos, aun antes de la intentona
golpista del comandante, decían que para resolver los problemas del país era
necesario por un corto periodo de tiempo un gobernante de las característica
del por suerte desaparecido Fidel Castro.
La misma tonada parece sonar en Colombia. Cierto que la mayoría
repite no estar a gusto que el país siga el derrotero de Cuba o Venezuela
pero no parece estar dispuesta a evitarlo. Son pocos los dirigentes que se
enfrentan a quienes encubren su proyecto populista de corte marxista con una
defensa a ultranza del proceso de paz. No admiten críticas a un proceso que
abre una vía expedita para alcanzar el poder.
El razonable anhelo de lograr la paz impide que dirigentes de
buena fe no tengan una visión de conjunto de la situación nacional y los
peligros que encierran la concesión de posiciones públicas desde las cuales los
depredadores sociales podrán instrumentar con muchas posibilidades de éxito las
artimañas necesarias para alcanzar sus objetivos.
Es lamentable como se tiende a subestimar la capacidad de
maniobra, influencia y posibilidades de llegar al poder de los enemigos de la
democracia, situación que se aprecia por la lasitud y dejadez de un sector de
la población, en particular de una
parte importante de
la clase política y regentes de la sociedad, que aparentemente optan por dejar
hacer y no enfrentar a los sectores que de diferentes maneras están
desmontando la democracia y la sociedad de derechos.
El presidente Juan Manuel Santos ha sido un catalizador a favor
del surgimiento y fortalecimiento de personas y fuerzas políticas contrarias a
la democracia, como son los casos de las FARC y ELN, dos facciones que no han
renegado de sus convicciones marxistas, ideologías que trabajan a favor de
gobiernos contrarios a los derechos ciudadanos.
Las características de los acuerdos de paz con las FARC y las
conversaciones con el ELN propician el fortalecimiento de factores opuestos a
la democracia. Una confirmación más de lo válido del antiguo refrán que de
“buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”, en caso de que
hubiera buenas intenciones entre quienes practican el narcoterrorismo o de políticos
que solo piensan en el beneficio personal.
Un ejemplo de esta situación se apreció cuando la ex senadora
Piedad Córdoba anunció ante la tumba de Fidel Castro, Santiago de Cuba
que presentaría su candidatura en las elecciones presidenciales de su país en
2018. Córdoba que no tuvo piedad con las víctimas de la narco guerrillas de las
FARC dijo: "He querido venir a decírselo porque necesito de su
acompañamiento, para que ilumine con su energía y me dé la fuerza y la
resistencia para una tarea que va a ser muy difícil", la líder y fundadora
del movimiento popular Poder Ciudadano Siglo XXI, una buena cobertura para
extremistas, fue citada por el portal oficialista castrista Cuba debate.
Si Fidel Castro ilumina el pensamiento de Córdoba es de suponer que
ella está a favor de implantar en su país el sistema que su mentor estableció
en Cuba, máxime cuando afirma que seguirá la lucha que Castro comenzó y que
tiene la obligación de defender su legado.
Todo parece indicar que Colombia ha entrado en una fase en la que
los lobos no tienes que disfrazarse de ovejas. Hay que reconocer que hablan
claro porque saben que hay sectores que por sacar ventajas a sus rivales son
capaces de acostarse con el enemigo, Vladimir Lenin estuvo muy acertado cuando
dijo que los capitalistas son capaces de vender la soga con la que serán
colgados, válido para algunos políticos, Venezuela y Cuba son dos ejemplos
contundentes de que quienes escogieron dormir con el enemigo nunca
pudieron despertar.
Políticos como Piedad Córdoba y narco terroristas de la calaña
de Rodrigo Londoño Echeverri tienen sus
objetivos definidos y la estrategias de como concretarlos bien elaborada, sin
embargo, se aprecia que un sector importante de la clase política trabaja con
visión de lo inmediato, sin considerar las consecuencias a largo plazo que se
puedan derivar de sus acciones u omisiones.
El objetivo de las fuerzas
antidemocráticas colombianas no difiere de las que operan y detentan el
poder en Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua, más aun, tienen la gran
ventaja que confiere el haber practicado la violencia extrema de forma
sistemática y permanente. Están acostumbrados a no respetar a sus adversarios y
defienden la tesis guevarista de que el mejor enemigo es el que está muerto.
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