"El amor a la Patria, y el nacionalismo; lo quieren convertir en un sentimiento poco noble y ensombrecido..."
Por Adam Dehoy.
Ya somos bastantes
los que creemos que estamos en pleno “nudo” de una crisis social, que cambiara
la forma de comportarnos entre todos; a nivel mundial.
Si esto es un
producto natural del desarrollo histórico de la sociedad, o si es a causa de
una baja en la calidad de nuestro comportamiento, es lo que los sociólogos
tendrán que explicar, para que los que tengan la oportunidad de saberlo, tengan
además una información real de los “porqués”. Y quizás la solución para detener
la precariedad en que nos estamos sumiendo.
Hoy casi todo lo
que hasta hace poco era valioso, está cayendo entre dicho, mientras que otros
comportamientos y calificaciones, que eran desaprobados; naturalmente por la
costumbre, comienza a justificarse y no solo eso, sino que hasta imperar sobre
los valores tradicionales; que hasta entonces
–y hoy aun– son el basamento de
nuestro comportamiento.
Los derechos
individuales, que son los que garantizan el derecho colectivo, están bajo un
fuego cruzado y desmedido que, no solo trata
de ignorarlo, sino de destruirlo, recalificándolo para convertirlo en un
sentimiento con ribetes perverso y reprochable, ignorando, o –a sabiendas–, de
que defender el derecho individual garantiza la sobrevivencia del colectivo… No
olvidemos que un colectivo es la suma de muchos individuos, lo que enseña que
para proteger al colectivo, hay que partir defendiendo al individuo.
El amor a la
Patria, y el nacionalismo; lo quieren convertir en un sentimiento poco noble y ensombrecido,
desconociendo que estos; como lo es igualmente el derecho a la propiedad es un
derecho inherente al individuo, y que deben ser controlado, legal y justamente
con la igualdad y el respeto, no con la persecución.
Pero esto es solo
una parte de la estrategia que utilizan para desvalorizar a la sociedad, pues
en adición, se incrementa la confrontación
y el avivamiento de las relaciones educacionales, económicas y morales. Creando
el cao, y la duda... que es el terreno donde ellos se desarrollan.
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