"El propósito perdurable de todo nacionalista es asegurar mas poder y mas prestigio, no para sí mismo sino para la nación u otra unidad en la que ha elegido hundir su propia individualidad..."
Por José Azel.
El patriotismo es
ese sentimiento majestuoso que trae lágrimas a nuestros ojos. Lo he sentido,
mientras colocaba banderas en las tumbas en el cementerio nacional de
Arlington, mientras un jugador de béisbol tocaba Taps. Lo he sentido, caminando
sombríamente, en el cementerio norteamericano de Normandía, en Francia, que
honra a las tropas estadounidenses que murieron en Europa durante la Segunda
Guerra Mundial. Lo he sentido, en los rodeos del Día de la Independencia en
Montana, donde una mujer joven lleva la bandera estadounidense por la arena, a
caballo al galope, mientras se toca el Himno Nacional. Lo he sentido recitando
el Juramento de Lealtad.
Lo he sentido, en
ceremonias de atención militar con los ancianos héroes cubanos de la Brigada
2506, que llevó a cabo el desembarco de la Bahía de Cochinos de 1961 en Cuba,
mientras luchamos por cantar la letra de The Star-Spangled Banner. Y luego,
mientras entonamos sin esfuerzo las palabras del Himno Nacional de Cuba
memorizadas en nuestra juventud. Lo he sentido leyendo en inglés la bella prosa
de Thomas Jefferson en la Declaración de Independencia y, leyendo en español,
los Versos Sencillos de José Martí.
El patriotismo se
define mejor como el amor y la devoción a una patria, y un sentido de alianza
con otros ciudadanos que comparten los mismos valores. Es un amor y una
devoción que siento tanto por mi lugar de nacimiento como por el país que, hace
casi seis décadas, me recibió como un exiliado político de 13 años. Pero, el
patriotismo está relacionado con, y comparte ideales con, un concepto más
problemático: el nacionalismo. Las dos palabras se usan a menudo como
sinónimos. Ellos no son. George Orwell, en su contundente ensayo "Notas
sobre el nacionalismo", ofrece una distinción coherente:
"El
nacionalismo no debe confundirse con el patriotismo... Por" patriotismo
"me refiero a la devoción a un lugar en particular y a un estilo de vida
en particular, que uno cree que es el mejor del mundo pero que no desea imponer
a otras personas. El patriotismo es de su naturaleza defensiva, tanto militar
como culturalmente. El nacionalismo, por otro lado, es inseparable del deseo de
poder. El propósito perdurable de todo nacionalista es asegurar más poder y más
prestigio, no para sí mismo, sino para la nación u otra unidad en la que ha
elegido hundir su propia individualidad”.
En otras palabras,
el patriotismo es ante todo un sentimiento. El nacionalismo va más allá; exalta
a una nación por sobre todas las demás, y busca poder y prestigio proyectando
una identidad nacional basada en características sociales compartidas, como la
cultura, el idioma, la religión o las creencias políticas. Pero, el
nacionalismo toma un giro desagradable cuando toma la forma chauvinista de
creer que un estado debería reservarse solo para aquellos que comparten esas
características sociopolíticas y étnicas. Como tal, el nacionalismo jingoísta
transforma el patriotismo en una postura de superioridad y agresión hacia otras
naciones. Por ejemplo, ese tipo de nacionalismo fue fundamental para la
filosofía de Hitler, y también llevó a la invasión japonesa de China en 1937.
Hoy, en el conflicto ucraniano, el presidente ruso Vladimir Putin es un
nacionalista imperialista y los manifestantes ucranianos son patriotas.
El patriotismo es
esencial para la libertad, porque el orgullo de nuestra nación y la voluntad de
defenderla forman la base de la autodeterminación nacional. Junto con el
patriotismo, el nacionalismo tiene la virtud de ser una fuerza fuerte para la
unidad, particularmente en tiempos de guerra. Pero, hay que agregar que, si
bien el nacionalismo puede unirnos, a menudo nos une contra otras personas. El
patriotismo fluye de lo individual, el nacionalismo se enfoca en el estado.
El patriotismo
está conectado con ideas admirables como la valentía, el valor o el deber,
mientras que el nacionalismo se asocia a menudo con movimientos sociopolíticos
desagradables como la supremacía blanca o el antisemitismo. El nacionalismo
puede significar cosas diferentes para diferentes personas y, en los Estados
Unidos, rara vez aplicamos esa etiqueta a nosotros mismos. En cambio, adoptamos
la forma mucho más benigna de "excepcionalísima estadounidense". Sin
embargo, en otros países el término "nacionalista" se favorece, y a
menudo se incluye, de alguna forma, en los nombres de los partidos políticos.
Finalmente, tomaré
prestada la expresión coloquial utilizada por el juez de la Corte Suprema de
Estados Unidos, Potter Stewart, para reconocer el problema de la definición de
pornografía: el patriotismo o el nacionalismo: "Lo sé cuando lo veo".
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