"La Revolución, filosófica e históricamente, fue un fraude, y los comunistas unos farsantes..."
Nunca advertí
una invitación de presentarme en la conferencia de prensa el día 2/25/19, para
denunciar y condenar el megafraude del referéndum castrocomunista. Rosa María,
Ramón Saúl, Diego Suárez, Paco Talavera y otros patriotas se encargaron de realizarla
brillantemente. Gracias. La razón de este artículo es escribir lo que no pude
decir ese día.
Nuestro Consejo Internacional de FANTU,
coincide con los criterios allí expresados: desconocer los resultados del Referéndum, y unirnos
al pedido para que la comunidad internacional declare al gobierno cubano como
ilegítimo. Porque no es una revolución imponiéndose arbitrariamente,sino el
pueblo manifestándose soberanamente, a través del sufragio universal libre y
secreto, la fuente de derecho. La Carta Magna del País es una misión exclusiva
de todos sus paisanos.
La Revolución Cubana aparentó, inicialmente, que
su objetivo era restaurar La Constitución de 1940 y prometió convocar a elecciones
libres en un plazo de dieciocho meses. Promesa que devino en una pantomima para
engañarnos. Una farsa.
El día primero de mayo de 1960 en su discurso
¿Elecciones para qué? Fidel Castro eludió sus obligaciones legales, y usurpó los
derechos del pueblo, para obtener el beneficio del poder. Un fraude.Castro
evidenció ser dictador y traidor. Para la filosofía comunista “el fin justifica
los medios”; la farsa y el fraude son medios utilizados para perpetuarse en el
poder; son inherentes a su modus vivendi.
La Revolución, filosófica e históricamente, fue
un fraude, y los comunistas unos farsantes.Farsa y fraude, son genes del
castrocomunismo; todo su quehacer está genéticamente contaminado. Constituciones,
reformas y referéndum no escapan a esa contaminación.
La Revolución perdió su razón de ser, se
divorció de su fuente de derecho, del pueblo, entregándose en cuerpo y alma a la
cúpula del liderazgo dictatorial. El gobierno “provisional”se convirtió en un
régimen ilegítimo y el ejercicio del poder en ilegal.
La tiranía decidió maquillar los ukases del zar
mesiánico con los tintes baratos de una constitución intrínsecamente inconstitucional.
El pueblo fue la excusa, no la causa, de La Constitución de 1976. Un régimen totalitario
e ilegítimo, ejerciendo el poder ilegalmente,no puede hablar de
constitucionalidad.
La implosión del imperialismo soviético provocó
la reforma constitucional de 1992. El Partido Comunista, unilateralmente, sin
participación popular real, tuvo que adaptarse y reinsertarse, para sobrevivir
económicamente en el mundo capitalista.
La
Reforma del 2002 solicitó el apoyo del
pueblo, un intento fallido de legalidad,porque todas sus reformas carecen de lógica
jurídica, no se puede reformar legalmente algo que legalmente no existe.
La actual reforma está sustentada en un referéndum,
con un padrón electoral registrado y controlado por un partido único
(Comunista).Los votos fueron contados y supervisados por ellos. Muchas votaciones
repetidas, otras ¡realizadas con lápiz! y muchas sin privacidad. Una masiva
propaganda utilizando todos los recursos del Estado. Sufragios emitidos en un
ambiente de terror, de palos y tentetieso, y de muy creíbles amenazas de muerte.
Los activistas del No, fueron héroes.
Todo esto es una burla y una falta de respeto a
la inteligencia y a la dignidad humana. Un proceso totalmente inconstitucional a priori, durante
y después de la votación. Un bodrio que debe ser evaluado y condenado
internacionalmente.
La sorprendente innovación de poder votar No,
contra una proposición del régimen,
convierte al referéndum en un censo político, destinado a determinar
demográficamente la intensidad del descontento popular.
Prensa
Latina, agencia castro comunista, calculó inicialmente 73% de votos favorables al
régimen, pero un día después, la tiranía cambió inverosímilmente los ya
alterados resultados: ¡600,000! votos más para ellos. Inaceptable.
Pese a la ausencia total de transparencia, de
honestidad y de imparcialidad, y pese al terror pánico de la población, el
rechazo del 27% al referéndum, esuna victoria potencial, un resultado muy
alentador para cualquier futuro sufragio supervisado y realmente libre.Debemos
añadir los votos del exilio y los cubanos que estaban temporalmente fuera del
país. También miles de ciudadanos fueron
forzados a votar Sí, o a novotar.
Sin Sociedad Comunista y con Propiedad Privada,
los votantes del Sí,creyeron votar por un cambio y por una apertura mínima.
Pero perpetuando al Partido Comunista, como Único,nos
dijeron: “perdimos el juego pero nos quedamos con la coima”. Nosotros, el No,
ganamos perdiendo; y ellos, el Sí, perdieron ganando.
Nosotros ofrecemos cambio total y apertura
total verdadera. Es evidente que,con garantías procesales y supervisión nacional
e internacional, hasta los presidentes de los CDR votarán por el gran cambio: por
la paz, por la verdad, por el progreso y por la libertad. Todos cantaremos
juntos un himno de vida nueva y un renacer de nación y de esperanzas.
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