"Morales llegó al gobierno en el 2006. Ha manipulado las instituciones del estado y se ha reelegido fraudulentamente..."
Por Pedro Corzo.
La
ciudadanía boliviana, con independencia de la estrategia que patrocinen, está
mostrando tener conciencia de que los derechos se defienden en caliente y en
todos los ámbitos, que los reclamos hay que hacerlos al instante, sin
concesiones, y que la renuncia del fullero Morales es la única salida que le
queda al país para recuperar la democracia pérdida.
Exigir la retirada del déspota y su
entorno, demandar nuevas elecciones, otra Corte
Electoral y convocar a lo mejor de las Fuerzas Armadas Nacionales a
que respalden a la población en sus reclamos, es una exigencia fundamental.
Evo Morales ha evitado hasta ahora
las sanciones internacionales que han llovido sobre sus aliados de Cuba,
Venezuela y Nicaragua, pero su tiempo de impunidad terminó. La última farsa
electoral que patrocinó, agotó la tolerancia de los más indolentes y hasta la
comunidad internacional, que ha estado impasible ante los numerosos abusos del
caudillo, ha despertado una pizca de su letargo.
Morales llegó al gobierno en el
2006. Ha manipulado las instituciones del estado y se ha reelegido
fraudulentamente. La dupla que forma con Álvaro
García Lineras es responsable de numerosos crímenes, abuso de poder, de
incrementar el cultivo de la hoja de coca, y el aumento de la corrupción. Ha sido un depredador de oficio y
vulnerado los derechos ciudadanos incesantemente, delitos para los que tienen inmunidad mientras
gobiernen, razón por la cual violentó
un referendo vinculante que determinó que no debía postularse más para la
presidencia. El objetivo clave es mantenerse en el poder
indefinidamente para evitar ser juzgados por sus crímenes.
La oposición, sabiamente ha
rechazado una auditoria a las elecciones de la Organización de Estados
Americanos, OEA, a la que el gobernante se ha atado en la confianza de la que
misma le será favorable, sin embargo, debe preocuparle que el mexicano Arturo Espinosa, jefe de la misión de la OEA que audita
las elecciones, renunció al cargo el viernes en la noche, una decisión nada
grata para el oficialismo.
La modalidad del despotismo
transnacional, Evo Morales es uno de sus más insignes representantes, tiende a
conculcar las libertades ciudadanas apuntalándose en el núcleo que integran los
privilegiados de todos los sectores sociales que le respaldan. A diferencia del Socialismo Real, los neo marxistas del siglo XXI
no responden a teorías, sino a una práctica política delincuencial muy
variable, contradictoria y oportunista.
Esa
Nueva Clase, calificó el yugoslavo Milovan Djila, a los depredadores
que gestaban las dictaduras ideológicas, más la anuencia y el respaldo
material, logístico y de conocimiento acumulado, de sus iguales que
le precedieron en la toma del poder en otros países, léase Cuba y Venezuela,
confiere a los gobernantes del castro chavismo una fortaleza singular que
demanda una acción ciudadana firme, constante y valerosa, junto
al respaldo de las fuerzas democráticas del hemisferio conscientes
de que la caída de uno es el fin de todos.
El
Castro chavismo -más próximo al Socialismo Real- , y
el Socialismo del Siglo XXI, comparten objetivos y propósitos, pero
pueden diferir en sus recetas para alcanzar y controlar el Poder. Ambos
recurren a la desestabilización y la generación del caos para desestabilizar
sus objetivos, además, están listo para respaldar a un
aliado en peligro. Los bolivianos deben tener presente que Evo Morales y su
cuadrilla no están solos, les apoya un entramado internacional que sabe lo que
quiere y capaz de hacer lo que sea necesario para lograr sus fines.
Algunos
de los que se oponen a las propuestas populistas marxistas tienden a
menospreciar sus posibilidades de llegar al poder y confían que
cuando lo conquistan lo detentaran por poco tiempo. Hay una tendencia a
menospreciar a sus cabecillas y la eficiencia de sus propuestas.
Subestimar a sus líderes y el proyecto es casi una constante, así
como considerarlos adversario cuando son en realidad enemigos despiadados.
El
castro chavismo y su gemelo, el Socialismo del Siglo XXI, es un
enemigo poderoso e inteligente. Es preciso tener presente que no es una formula
estrictamente política ya que se fundamenta en prácticas criminales bien
condimentadas con propuestas que gustan a quienes prefieren que le “regalen el
pescado en vez de salir a pescar”, y esas, son muchas personas.
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