"Fundamentos, derechos y garantías constitucionales son violados diariamente por los órganos represivos del Estado cubano
La discriminación política
continúa siendo, luego de 60 años en el poder, la práctica de la dictadura
estalinista cubana para violar todos los derechos humanos en Cuba. Todo
ciudadano/a es “opositor al régimen político cubano” cuando reclama algún
derecho, sea al agua potable, el derecho a una alimentación adecuada, el
derecho a la información, el derecho a una vivienda digna, el derecho a un
transporte público decente, el derecho a desplazarse libremente en el
territorio, el derecho a salir y entrar al país, el derecho a un salario digno,
el derecho a la propiedad privada y cooperativa, el derecho a tener educación y
salud de calidad, el derecho a cuestionar la política ambiental del gobierno o
el derecho de intelectuales y artistas a crear y comercializar su arte sin
interferencias del estado. Estamos también demonizados, por el poder cubano,
todos los que defendemos el derecho a cambiar el régimen político y económico
que nos mantiene en la pobreza abundante y la impunidad represiva del MININT y
la PNR.
Los órganos represivos cubanos
están bajo el mando del PCC y por lo tanto todo su accionar están respaldados
por el gobierno cubano de turno, sea del dictador Fidel Castro, Raúl Castro o
el designado presidente Díaz Canel. En la Isla no es posible deslindar las
responsabilidades de ningún ministerio y las órdenes del PCC cubano. Esto es la
unidad de poderes que el régimen defiende como “unidad nacional”. La
condescendencia internacional con la dictadura cubana en especial del
Parlamento europeo —“democracia de partido único”— y el sistema estalinista
cubano ha prolongado el calvario de la violación de todos los derechos humanos
en Cuba.
En otras palabras, protestar
por la falta de medicamentos o la ausencia de transporte público, o pedir que
el monopolio ETECSA baje los precios de acceso a Internet convierte a cada
ciudadano en “opositor al régimen”: esta es la orientación del partido y sus
voceros y la práctica de los órganos represivos del Estado. Sí, el régimen
político cubano de dictadura estalinista totalitaria ha sido tratado con
demasiada condescendencia por la comunidad internacional. Salvo la OEA y EEUU,
el resto de la comunidad internacional opta por el silencio o evitan a toda
costa nombrar a Cuba como un Estado totalitario o como una dictadura
totalitaria.
La Nueva
Constitución violada
En los Fundamentos políticos de
la Constitución cubana, los artículos 1, 3, 4, 7, 8, 9, 10, 13, 14 y 15 son
violados por el MININT y la PNR de manera cotidiana y con total impunidad.
Estos órganos represivos no respetan el estado de derecho, no consideran al
ciudadano como el soberano, no se atienen a la ley, no respetan los derechos individuales,
y sancionan a los religiosos que no acepten la política del PCC, la
discrepancia se considera “traición a la patria” y les deja abierta la
represión a todo el que piense distinto al PCC.
Las leyes cubanas están
escritas a media lengua, con lenguaje farragoso, críptico, es decir, son
balbuceantes e imprecisas para definir los derechos, pero una vez que aparece
la palabra “Estado socialista de derecho”, tiene que existir alguna
correspondencia con la realidad, de lo contrario es letra muerta. ¿Qué es
traición a la patria? ¿Qué significa que el ciudadano es el soberano? ¿Qué es
un Estado socialista de derecho? No lo encontrará definido en la Constitución
por los “expertos juristas” que la redactaron, y que, por mediocridad
profesional y “lealtad” al régimen, esconden la realidad y son cómplices de la
impunidad de los órganos represivos del Estado. Los “expertos-funcionarios
públicos cubanos” no son inocentes de estas arbitrariedades sino cómplices
conscientes.
Los
derechos
En el título V, Derechos, Deberes
y Garantías, el MININT y la PNR violan los artículos 40, 41, 42, 43, 44, 45,
46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 64 y el
73.Con el sesgo político de que todo discrepante es “enemigo del poder del
Estado” los ciudadanos, mujeres u hombres que discrepan se convierten en no
personas, vulnerables a ser secuestrados sin orden de detención y sin
presentación de la autoridad que lo arresta, con fuerza, y en cualquier momento
del día, a ser encarcelados con causas inventadas por la policía política, son
sometidos a allanamientos de vivienda sin orden reglamentaria, a ser robados en
sus pertenencias personales e instrumentos de trabajo por la autoridad,
sometidos a no tener contacto inmediato con la familia, a estar desaparecidos
por varios días sin que la autoridad de fe de vida del arrestado, a ser
golpeados sin que la autoridad responda por su abuso de poder: la dignidad
humana y el respeto a la integridad física, psicológica y moral de los
ciudadanos es permanentemente violada por estas dos organizaciones represivas
del estado cubano. El despido laboral por discriminación política y
estudiantil, por las mismas razones, son violaciones impunes en Cuba. El
respeto al derecho de autor está sujeto a las arbitrariedades de los parasitarios
funcionarios públicos de la cultura, hoy todopoderosos, fijado en varios
decretos leyes recientes.
Las
garantías de los derechos
En el título VI dedicado a
enumerar las garantías a los derechos, el MININT y la PNR violan los artículos
92, 94 y sus ocho incisos, artículo 95 y sus nueve incisos, 96, 97, 98, 99 y
100. Los arrestados no tienen derecho a un abogado elegido o de oficio desde el
inicio del arresto, no pueden presentar habeas corpus personalmente frente a un
arresto arbitrario, y si se encuentran desaparecidos no pueden pedir ayuda a
amigos y familiares para interponer un habeas corpus. Los tribunales no tutelan
ni garantizan el debido proceso, atravesados por la policía política que
dispone para los discrepantes desde testigos hasta la codificación de las
causas penales. Todos los discrepantes no pueden presumir del principio de
inocencia frente a un delito: son culpables ideológicos y políticos, y por lo
tanto no personas. Los activistas de derechos humanos, miembros de
la sociedad civil independiente al PCC, los periodistas independientes, los
intelectuales y artistas y hasta los emprendedores son atropellados en sus
derechos diariamente en Cuba por el MININT y la PNR con total impunidad y estos
represores insisten, además, en no dejar huella escrita de sus atropellos.
Estamos frente a un país convertido en una jungla, en la cual la arbitrariedad
y los atropellos de las autoridades pasan desde imponer un agente de la policía
política que “lo atiende”, es decir que lo controla y dictamina qué decir y qué
no, hacer y qué no, quienes pueden ser sus amigos y quienes están excluidos de
su amistad, o la frecuente cita de la policía para amenazarlo e intimidarlo a
usted y su familia sin causa alguna. Para poner un sólo ejemplo de control
totalitario, cada vez que un ciudadano regresa de un evento internacional, es
rigurosamente encuestado por estos órganos represivos para conocer con quién se
reunió, quienes estaban presentes, de qué se trató el evento y quién le
financió el pasaje y la estancia, entre otros cuestionamientos. Esta brutal
intervención en la vida privada de las personas, resulta verdaderamente
escandaloso y violador de derechos en cualquier sociedad en 2019, además de un
gasto brutal de recursos humanos y materiales, de tiempo de vida, en función de
la represión y oculta a la ciudadanía, en una economía fallida y en crisis como
la cubana.
Simplemente la policía política
dice que usted es un CR, nuevas siglas para etiquetarle de
contrarrevolucionario y tiene las manos libres para violar sus derechos sin
rendir cuentas ni indemnizarle por sus atropellos. ¿Seguirá la comunidad
internacional de espaldas a la violación sistemática de todos los derechos
humanos en Cuba, donde ninguno es reivindicable ni justiciable? Los cubanos
decentes seguiremos denunciando las arbitrariedades viejas y nuevas de la
dictadura cubana.
Marlene
Azor Hernández es consultora del Observatorio Cubano de
Derechos Humanos, con sede Madrid. Doctora en Ciencias Sociales y Humanidades
por la UAM, México.
Ministerio que dirige a
la policía política cubana: MININT. PNR: Policía Nacional Revolucionaria.
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