La verdad se parece mucho
a la falta de imaginación.
Enrique Jardiel Poncela.
José A. Albertini
Al azar, abriéndolo al azar, con regocijo, sonrisas y
carcajadas espontáneas; casi siempre solitarias, que terminan en un gesto serio
y reflexivo, he leído la obra más reciente del poeta, escritor y traductor
cubano, de imaginación universal, Juan Cueto-Roig. Por más señas villaclareño;
remediano y hombre cercano a casas de fachadas blancas, portales de veranos
calientes, playas de arenas finas y aguas caribeñas de tintes turquesa.
Por supuesto, para escribir una obra de aspecto
desenfadado y risa irreverente, se requiere un aguzado sentido crítico y
humorístico sobre el comportamiento humano. Solo un escritor con disciplina,
oficio e imaginación analítica, paradójicamente traviesa, se arriesga en
aventura literaria semejante. Testimonio de mi opinión es la sólida trayectoria
creativa de Juan Cueto-Roig. Sus libros de poesía: En la tarde, tarde, Palabras
en fila, en clase y en recreo, En época de lilas, traducción al castellano de
44 poemas de E.E. Cummings. Cavafis, veintiún poemas traducidos del inglés, y
Esas divinas cosas: tribulaciones y alegrías de un traductor, junto a
los de narrativa como son: Ex-Cuetos,
Hallarás lobregueces, Verycuetos, Veintiún cuentos concisos, Lo que se ha
salvado del olvido y Verycuetos II,
así como otros trabajos periodísticos y ensayísticos, avalan el riesgo que
el escritor toma al convertir, por designio de su mente y pluma, el término castellano
fruslería en calificativo contundente, a tomar en
cuenta, cuando de situaciones controversiales livianas, profundas o embarazosas
se trata y el lector-espectador ríe, juzga y condena en un espacio de tiempo
teatral limitado a la razón individual.
Y soslayando las dudas del autor, que confiesa que el
texto Fruslerías se debate
entre viñetas, epigramas o divagaciones, me atreveré a comentar algunas de las
deliciosas y perspicaces... Viñetas, epigramas, divagaciones....
Bueno, de esa manera las califica Juan Cueto-Roig. No obstante, el contenido del
libro, sin mayores preocupaciones de encasillamiento, habla y por sí solo atrapa la inteligencia
del que se asoma a la ventana de sus páginas.
Asepsia, en
menos de veinte líneas, el autor nos pasea por los 70 años de la vida inútil,
higiénica y extremadamente pulcra de Olimpio Pérez, el cual por no contaminarse
con los olores, sabores y líquidos del amor, murió de pasión de ánimo a
consecuencia, entre otras, del fallecimiento, 12 años antes, de su pene casto,
impoluto e inactivo.
En Todo sobre el amor, el creador versifica y de manera muy
personal nos regala Conjugación del verbo amar: Breve verbo transitivo/ subjetivo e
ilusorio/ que logrado su objetivo/ de lujuria o desposorio/ suele hacerse
reflexivo/ rutinario y transitorio.
Confieso que con gusto cómplice proseguiría glosando las Fruslerías de Juan Cueto-Roig, pero corro el
riesgo de revelar demasiado y alertar al lector sobre el grato encuentro que
significa abrir el libro; entrar al pasadizo de las fruslerías y con humor
atento, y siempre sobre ascuas excitantes,
recorrer los tres senderos siguientes:
Elucubraciones, Divertimentos y Contracuentos. En cada uno de los trayectos citados
se toparán, entre otras agradables e inesperadas sorpresas, con Fortunato
Ventura, De vírgenes, embarazos y remedios, Los profundos pensamientos de
Dionisio García, Fraseología, En el velorio... Si prosigo la lista de temas se extendería demasiado. Mejor continúen
solos que, para compartir las incidencias del recorrido al final les espero en
la quincalla de Juan Cueto-Roig. Esa que tiene carretes de hilo de todos los
colores y agujas de coser; alfileres de criandera, ganchitos de pelos, pintura
de uñas y juegos de yaquis para niñas hogareñas. Y para que no se pierdan
recuerden que la quincalla de Juan Cueto-Roig, con muchas más fruslerías de las que he mencionado y ustedes
puedan imaginar, se encuentra en la ciudad
de San Juan de los Remedios. A escasas dos cuadras de la Iglesia Mayor. Sí, la
misma; la iglesia católica y colonial de San Juan Bautista.
NOTA: La obra FRUSLERÍAS será presentada, dentro
del marco de actividades que el Pen-Club, de escritores cubanos exiliados
realiza periódicamente, el próximo sábado 11 de
junio a las 3: P.M en West Dade Regional Library. 9445 Coral Way, Miami,
Fl.
Muy buena reseña. Extensa, informativa y crítica. Como deben ser.
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