Fundación pro Derechos humanos
en Cuba
El anuncio de que la OEA
contará con el abogado argentino Luis Moreno Ocampo, ex fiscal jefe de la
Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, para investigar los crímenes
de lesa humanidad en Venezuela, es una muy mala noticia para la
cúpula criminal y narcotraficante que gobierna en Venezuela, y
para Raúl Castro y su Junta Militar.
Es de conocimiento internacional
que el régimen castrista es el verdadero autor de la barbarie en
Venezuela, como expresara el diario The Wall Street Journal. Pero no se
trata solo de la presencia in situ de los cubanos,
sino de que los crímenes de lesa humanidad, incluidos la
ejecución en las calles de más de 150 manifestantes venezolanos
desde 2014, se derivan de las instrucciones de Castro II, su equipo, y el
PCC, que mueven los hilos del poder en Venezuela. O sea, forzosamente
las indagaciones del ex fiscal del CPI apuntarán también
hacia La Habana.
En tanto, esta semana se conoció que las remesas desde EE.UU hacia la isla en 2016 aumentaron hasta 3,444 millones de dólares, y que en los primeros 7 meses del año llegaron a Cuba tres millones de turistas. Sin embargo, lo de las remesas no lo informó el régimen sino la firma consultora de Miami, Havana Consulting Group. El nuevo record de turistas sí lo divulgó el gobierno, pero manipulando la estadística. Destacó como los principales emisores de turismo hacia Cuba, luego de Canadá, a varios países europeos y ocultó que, por amplio margen, el segundo emisor turístico hacia la isla es EE.UU. El silencio y la distorsión de la verdad se debieron a que son cubanos residentes en EE.UU quienes enviaron a la isla tan alta suma de dinero, cifra que no logró el régimen en 2016 con todas sus exportaciones de bienes sumadas. Hay que recordar que de los 614,433 turistas que viajaron a Cuba desde EE.UU, 329,496 fueron cubanos, o sea, el 53% del total, según cifras oficiales. Por otra parte, tal vez el mejor homenaje que han recibido nunca a quienes perdieron la vida en el mal concebido y peor dirigido asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, se produjo otro 26 de julio, 64 años después, en la propia ciudad de Santiago de Cuba. Cuatro valientes opositores que en la principal plaza santiaguera, el Parque Céspedes, desplegaron desde la catedral carteles harto elocuentes: “El pueblo exige libertad, justicia y democracia”, y “58 años de engaño, hambre y miseria. Viva el derecho de expresión, opinión y de prensa”. Como expresión de lo que significa el sistema comunista en que derivó aquella primera aventura militar de Fidel Castro, en Guantánamo se perdieron 5.7 millones de libras de mango (2,600 toneladas) por falta de envases y roturas en la plantas procesadoras. Encima, el gobierno acaba de anunciar que otra vez obligará a los agricultores privados a entregar casi todo lo que produzcan al sistema de acopio estatal. Ello explica el asombroso dato que reveló un estudio de la Fundación Mundubat, España: el 57% de los alimentos producidos en Cuba se pierde antes de llegar al consumidor. Increíble, pero cierto. En Cuba la economía estatista acabó con la producción de azúcar; en Venezuela con la producción de petróleo. Tenían un lugar cimero ente los países prósperos de la región y hoy están arruinados. Ambos destruyeron sus economías. Ambos siguen matando ciudadanos. |
miércoles, 2 de agosto de 2017
CUBAZUELA ENTRE CRIMENES Y RUINAS
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