"Todos los que abogan por las bases militares, acuerdan coordinar las instalaciones con La Habana..."
En Rusia, durante varios años, generales y legisladores han estado
abogando por la apertura de una base militar en Cuba. La primera mención de
regresar a una base rusa permanente en Cuba ocurrió en febrero de 2014. Fue en
medio de la crisis política en Ucrania y los planes de una invasión rusa de
Crimea. El Ministro de Defensa, Sergei Shoigu, habló de la necesidad de
expandir la presencia militar de Rusia fuera de sus fronteras, y citó a Cuba,
Vietnam, Venezuela y Nicaragua.
En mayo de 2014, se firmó un acuerdo conocido como cooperación y
trabajo conjunto entre el Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia y el
Consejo de Defensa Nacional de Cuba. El coronel Alejandro Castro Espín, hijo
del gobernante general de Cuba, Raúl Castro, fue un signatario.
En mayo de 2015, el actual jefe del espionaje ruso, Sergei Naryshkin,
visitó Cuba e invitó al gobierno cubano a unirse a la Organización del Tratado
de Seguridad Colectiva (CSTO). Este grupo militar une a las antiguas repúblicas
soviéticas en el campo militar y político. Narishkin enfatizó que Cuba era uno
de los aliados más confiables del Kremlin en las Américas.
A principios de noviembre de 2017, en la Cámara Alta del parlamento
ruso se discutió la "necesidad" de tener una presencia militar en
América Latina y Asia. Los senadores rusos del Comité de Defensa, incluido su
presidente, y el Comité de Relaciones Internacionales, dijeron que "el
despliegue de una base militar rusa en Cuba ayudaría a los intereses de
seguridad" de Rusia y Cuba.
La lógica rusa proviene de lo que en Moscú se considera un aumento de
la "agresión estadounidense" en todo el mundo y una intensificación
de las sanciones contra las empresas y funcionarios rusos. Una presencia
militar en Cuba "sería en interés de la seguridad" de Rusia.
Según los legisladores rusos, la presencia militar del Kremlin en Cuba
hasta 2001 ayudó a detener la expansión de los Estados Unidos en áreas de
intereses estratégicos rusos. Una política activa de los países miembros de la
OTAN que limitan con la mayor de las repúblicas rusas se considera una
"intervención franca en los asuntos internos de los socios históricos de
Rusia" y debería acelerar "nuestro regreso a América Latina".
Todos los que abogan por las bases militares, acuerdan que deben
coordinar las instalaciones con La Habana. Otros legisladores pidieron no
apresurar los planes. Consideran que la restauración de una base rusa en Cuba
podría exacerbar el enfrentamiento entre Moscú y Washington y convertir el
evento en una segunda crisis caribeña, como se hace referencia a la Crisis de
los Misiles de 1962 en Rusia.
Hoy Rusia tiene dos bases militares permanentes en Siria, una naval en
Tartus y otra base aérea en Latakia. Con Vietnam firmaron un acuerdo para el
uso conjunto de unidades de suministro en Cam Ranh. Las aeronaves Il-78 y
Tu-95MC usan bases aéreas vietnamitas cuando patrullan el área.
Los rusos pueden optar por visitas periódicas de buques de guerra rusos
a Cuba. La distinción puede ser la disponibilidad de Cuba para acomodar a la
Armada rusa, sin la necesidad de establecer una base rusa. Podría ser explicado
como bases cubanas para los rusos.
Si una base rusa vuelve a abrir en Cuba, la isla volvería a ser una
parte crítica de la política exterior de Moscú; una pieza para presionar a
Washington o cambiarlo por una base de EE. UU. en Europa. Algunos podrían
llamarlo un espectáculo espectacular de los músculos del Kremlin y un
recordatorio a los Estados Unidos de que las puertas nunca se cierran entre
Moscú y La Habana.
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