domingo, 17 de noviembre de 2019

EVO EL TRAMPOSO

"Morales llegó al gobierno en el 2006. Ha manipulado las instituciones del estado y se ha reelegido fraudulentamente..."


Por Pedro Corzo.
La ciudadanía boliviana, con independencia de la estrategia que patrocinen, está mostrando tener conciencia de que los derechos se defienden en caliente y en todos los ámbitos, que los reclamos hay que hacerlos al instante, sin concesiones, y que la renuncia del fullero Morales es la única salida que le queda al país para recuperar la democracia pérdida.
 Exigir la retirada del déspota y su entorno,  demandar nuevas elecciones, otra Corte Electoral  y convocar a lo mejor de las Fuerzas Armadas Nacionales a que respalden a la población en sus reclamos, es una exigencia fundamental.
 Evo Morales ha evitado hasta ahora las sanciones internacionales que han llovido sobre sus aliados de Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero su tiempo de impunidad terminó. La última farsa electoral que patrocinó, agotó la tolerancia de los más indolentes y hasta la comunidad internacional, que ha estado impasible ante los numerosos abusos del caudillo, ha despertado una pizca de su letargo.
 Morales llegó al gobierno en el 2006. Ha manipulado las instituciones del estado y se ha reelegido fraudulentamente. La dupla que forma con Álvaro García Lineras es responsable de numerosos crímenes, abuso de poder, de incrementar el cultivo de la hoja de coca, y el aumento de la corrupción. Ha sido un depredador de oficio y vulnerado los derechos ciudadanos incesantemente, delitos para los que tienen inmunidad  mientras gobiernen, razón por la cual violentó un referendo vinculante que determinó que no debía postularse más para la presidencia. El objetivo clave es  mantenerse en el poder indefinidamente para evitar ser juzgados por sus crímenes.
 La oposición, sabiamente ha rechazado una auditoria a las elecciones de la Organización de Estados Americanos, OEA, a la que el gobernante se ha atado en la confianza de la que misma le será favorable, sin embargo, debe preocuparle que el mexicano Arturo Espinosa, jefe de la misión de la OEA que audita las elecciones, renunció al cargo el viernes en la noche, una decisión nada grata para el oficialismo.
 La modalidad del despotismo transnacional, Evo Morales es uno de sus más insignes representantes, tiende a conculcar las libertades ciudadanas apuntalándose en el núcleo que integran los privilegiados de todos los sectores sociales que le respaldan. A diferencia del Socialismo Real, los neo marxistas del siglo XXI no responden a teorías, sino a una práctica política delincuencial muy variable, contradictoria y oportunista.  
 Esa Nueva Clase, calificó el yugoslavo Milovan Djila,  a los depredadores que gestaban las dictaduras ideológicas, más la anuencia y el respaldo material, logístico y de conocimiento acumulado,  de sus iguales que le precedieron en la toma del poder en otros países, léase Cuba y Venezuela, confiere a los gobernantes del castro chavismo una fortaleza singular que demanda una acción ciudadana firme, constante y valerosa, junto al  respaldo de las fuerzas democráticas del hemisferio conscientes de que la caída de uno es el fin de todos.
 El Castro chavismo -más próximo al Socialismo Real- ,  y el  Socialismo del Siglo XXI, comparten objetivos y propósitos, pero pueden diferir en sus recetas para alcanzar y controlar el Poder. Ambos recurren a la desestabilización y la generación del caos para desestabilizar sus objetivos,  además, están listo para respaldar  a un aliado en peligro. Los bolivianos deben tener presente que Evo Morales y su cuadrilla no están solos, les apoya un entramado internacional que sabe lo que quiere y capaz de hacer lo que sea necesario para lograr sus fines.  
 Algunos de los que se oponen a las propuestas populistas  marxistas tienden a menospreciar  sus posibilidades de llegar al poder y confían que cuando lo conquistan lo detentaran por poco tiempo. Hay una tendencia a menospreciar  a sus cabecillas y la eficiencia de sus propuestas. Subestimar  a sus líderes y el proyecto es casi una constante, así como considerarlos adversario cuando son en realidad enemigos despiadados.
 El castro chavismo  y su gemelo, el Socialismo del Siglo XXI, es un enemigo poderoso e inteligente. Es preciso tener presente que no es una formula estrictamente política ya que se fundamenta en prácticas criminales bien condimentadas con propuestas que gustan a quienes prefieren que le “regalen el pescado en vez de salir a pescar”, y esas, son muchas personas.










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