Releyendo viejas notas publicada por nosotros, (ENFOQUE 3 MAGAZINE) descubrimos: más bien comprobamos, lo poco, o casi nada que han cambiado las necesidades de todos nosotros, o sea de la sociedad. Hoy podríamos repetir muchas de las notas que como editoriales hemos publicado a lo largo de estos 23 años, sin que hubiera que hacer muchas alteraciones para actualizarlas.
La
desigualdad social y económica se mantiene, y en algunos casos se ha agudizado
más aun. El interés por servir realmente, de muchos de los políticos que se
suponen nos representan sigue ausente de la agendas de estos, y los que deben y
han prometido representarnos, se han transformado, más bien son elementos de
farándula o argumento para una comedia televisiva. No toman en serio a sus
representados más que… “aparentemente”, en los clásicos discursos, pletórico de
retórica bizantina destinada al record, para posteriores y lejanas lecturas.
Nada
ha cambiado. Y la culpa no es de ellos, sino de los votantes que le permiten
acceder a esas posiciones y se dejan seducir por almibarados discursos y algún
que otro pastelito.
Pero
no es solamente el tema político. Peor aún es la interrelación entre los
ciudadanos, la baja moralidad y respeto que crece dentro de la sociedad en
conjunto. La ausencia de solidaridad, el rampante desinterés que se manifiesta
en las relaciones entre los iguales de antaño, que hoy parece que se han
convertido en extraños, en enemigos.
Nos
horroriza, cuando escuchamos en las noticias, de incidentes, o accidentes, da
igual, en la que alguien ha sido atropellado por un conductor que se da a la
huida para no responsabilizarse de sus acciones, dejando en muchos casos que el
atropellado muera. O cuando escuchamos a través de esos mismos noticieros, como
son atacados, ancianos, mujeres o niños aprovechando su vulnerabilidad, para
robarle, a veces unos pocos dólares, pero sobre todo poniendo en peligro la
vida de estos, sin la menor señal de humanidad. Nuestra sociedad se desintegra
a pasos agigantados, y aunque esta opinión parezca exagerada, creemos que nunca
hemos estado tan mal.
Y luego de este recuento, debo corregir en
tema e intensión original de la nota y desmentirnos: Si han cambiado. Las
relaciones y necesidades sociales, si han cambiado… pero desgraciadamente para peor.
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