viernes, 3 de junio de 2016

LEGITIMACION DEL GOBIERNO CASTROCOMUNISTA


Por: Ángel Cuadra Presidente del PEN Club de escritores cubanos exiliados

   En días recientes en un foro de la Cumbre de las Américas, celebrada en Miami, a la que asistieron destacadas personalidades  políticas de varios países, el expresidente de España, José María Aznar, manifestó a la prensa que “ el acercamiento diplomático de Estados Unidos a Cuba ha legitimado  al régimen castro comunista, puesto que se ha producido principalmente con concesiones del lado estadounidense, mientras que en la Isla se continúa padeciendo de los derechos que garanticen la convivencia democrática.  Por lo que –continúa Aznar– al no existir un adecuado nivel de exigencias, se ha permitido casi una legitimación de la política de los hermanos Castro.  a nivel internacional, y eso no me parece positivo”.
           El expresidente Aznar ha utilizado el vocablo adecuado: “legitimar”; obsérvese  que no utilizó “legalizar”.  Y estuvo claro el ex presidente, más aún tratándose de un gobierno como el impuesto en Cuba, del que muchas veces hemos oído manifestar que dicho gobierno es ilegal, lo cual no tiene mucha base de sustentación jurídica. Ilegal es aquello que se hace contraviniendo o no observando la ley o un orden jurídico determinado.  Para darnos una idea al respecto, es lo que más o menos, se produce con los llamados gobiernos “de facto”. Esto es, no “de jure”,  resultantes de una convulsión, por ejemplo, que  actúa sin atenerse a un orden jurídico en un lugar establecido, y en relación con eso tal gobierno es ilegal.
          Con el andar cotidiano inmediato, el equipo de gobierno ahora actual del país, dicta normas regulando las nuevas circunstancias.  Va creando (independiente de que puedan ser monstruosas) su propia regulación jurídica
        Así ocurrió con el desastre creado en Cuba desde 1959, en la mal llamada revolución cubana, en sus momentos iniciales. En el campo de lo penal, bajo procesos arbitrarios de justificación, se cometieron atropellos y crímenes espantosos.  Así las cosas, en el verano de 1959  se dictó la Ley 425, a cuyo tenor se crearon los Tribunales Revolucionarios, una barbaridad procesal y jurídica, que podían disponer la pena de muerte, sin garantías en la tramitación, y sin que hubiera un organismo de instancia superior al cual recurrir. Pero era la ley, norma aprobada y emanada de un determinado órgano legislativo, y que empezaba a regir. El gobierno así creaba, ahora en este campo y jurisdicción, su propia legalidad: el gobierno revolucionario legalizaba el asesinato, lo institucionaba.
          Pero en relación con el mundo en esta hora de  la humanidad, bajo las banderas de los derechos civiles y políticos, y con los valores que rigen lo que llamaríamos el “ser” o “conciencia” o tácito consensus internacional, dentro de lo que se entiende como legítimo y supranacional y por tanto en cierta relación con el Derecho Internacional, el gobierno castro comunista es legal pero no legítimo, al no actuar dentro de la órbita conceptual y epocal
          Es así que ha de entenderse el cuidado y el adecuado contenido de lo expuesto por el expresidente de España, José María Aznar, en la citada Cumbre de las Américas celebrada recientemente en Miami, al exponer que las relaciones y acercamiento de Estados Unidos a Cuba ha legitimado al régimen cubano, extendiéndole una carta de acceso y condescendencia ante la opinión internacional. Lo que –según sus palabras– “una legitimación de la política de los hermanos Castro a nivel internacional”.
       El comentario del expresidente español, José María Aznar, son, en síntesis, la mejor exposición, conceptual y política que se ha hecho del acercamiento diplomático, en la forma que se ha realizado, de los Estados Unidos al gobierno castrocomunista.

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