sábado, 28 de enero de 2017

UN DIA EN LA VIDA DE DON SINDULFO VINAGRETA Y HUNGA DE VACA

LATINEWS/EM3
Cuando el director acompañado de Adam Dehoy ingresó a la oficina quedo sorprendido por la presencia de don Sindulfo, que extrañamente había llegado antes que ellos y se encontraba atisbando, con una dubitativa e indescifrable expresión, a través de la pequeña y única ventada de la habitación que hacía de sala de redacción de ENFOQUE 3 MAGAZINE.
– ¡Don Sindulfo! Me sorprende usted. –Exclamo el director– ¡Ha llegado usted temprano! ¿¡Creo que es la primera vez que algo así ocurre!?
–Ciertamente. Y le puedo asegurar que no se repetirá. ¡A penas se como llegue hasta aquí...!
–Bueno... estábamos citado, tenemos que discutir sobre el reportaje que usted me ha prometido y que aun no me entrega.
–Es cierto... pero debo reconocer, que por primera vez desde mi adolescencia…
– ¡Su adolescencia! ¿Se acuerda usted aun de ella?  –dijo con marcada sorna el director, mientras sonreía–
– No se burle señor director, –Rebatió don Sindulfo con evidente fastidio–
– ¡Perdone…! No quise molestarle, pero debo reconocer que su expresión me ha sorprendido. Usted regularmente es frio y más bien inexpresivo… ¡Perdone! Le garantizo que no ocurrirá  de nuevo… Pero dígame, que ha pasado para que todo esto esté sucediendo. –Inquirió el director, obviamente interesado en lo que le ocurría a su reportero estrella–
–Debo…–dijo don Sindulfo, mientras se acomodaba la gruesa bufanda de lana, alrededor del cuello– Quiero…

– ¿¡Qué, qué debe, qué quiere!? Me preocupa usted don Sindulfo –Exclamo el director visiblemente confundido–
– Esa confusión que usted muestra al preguntarme, –interrumpió don Sindulfo–, es lo que me tiene así… Debo reconocer que estoy sumido en una profunda confusión existencial.
– Déjese de filosofar, y acláreme que le ocurre.
–Que estamos cambiando de presidente.
– ¡SI…! Todo el mundo lo sabe, pero… ¿Que mas?            No creo que eso solo; sea suficiente para que usted se comporte de tan extraña manera.
– ¿No ha seguido usted la trayectoria… los logros o como quieran llamarlo de los ocho años de presidencia del señor Barack Obama? –Profirió don Sindulfo–
– ¡Pues... si, supongo que sí...!
– No creo que usted lo haya seguido tan de cerca. Aunque debo reconocer que tampoco yo lo había tomado tan en serio…
– Pero dígame don Sindulfo, qué es eso tan impactante para que lo haya sumido a usted en esa… ¿Cómo dijo…?
– ¡Confusión existencial…! Eso fue lo que dije. Pero no lo tome usted tan en coña, señor director, que yo lo respeto a usted y no quisiera que por una expresión más o menos, pongamos en riesgo nuestra relación  profesional.
– Claro que no don Sindulfo; es lo último que yo pretendo que aconteciera. Usted sigue siendo mi reportero estrella, y tiene todo mi reconocimiento y apoyo… Pero cuénteme.
-- ¡Bueno!, –adelantó don Sindulfo– Necesito que me aclare algunos datos…
– ¡Si¡ ¿Cuáles?
– ¿A qué partido está afiliado Barack Obama?
– Don Sindulfo déjese de bromas. Claro que al partido demócrata. Olvida usted  las primarias contra Hillary  Clinton hace ya ocho años. Y el apoyo de los liberales y toda esa izquierda trasnochada que ha ingresado al país, y que fueron parte del soporte político de Barack Obama durante las elecciones y después.
-- De ahí viene la confusión existencial, que tanta gracia le ha dado a usted, señor director. Por lo que usted me dice, el presidente saliente debía trabajar a favor del partido que lo había nominado. O sea el demócrata.
– ¡Claro…! Y ha sido así…
– Pues no, no ha sido así.
– ¡¿Cómo que no!?
– ¡No! Desde que Obama tomo la presidencia, el partido demócrata ha perdido 63 escaños en la Cámara, 10 en el Senado y 14 gobernadores demócratas perdieron sus posiciones. Los Estados Unidos, ha perdido influencia, en varios países, que antes les respetaban y vemos como China se ha vuelto un peligroso rival que amenaza con acorralarlo económicamente. Y eso no ayuda en nada al partido demócrata, que tras la pérdida de Hillary frente a Donald Trump está en franca estampida. Y ahora, como si fuera poco…
– ¡Viéndolo así…! –Interrumpió el director–
– Y no solo eso, ahora ese elemento antiamericano que se había cobijado dentro del partido demócrata, está saliendo a la superficie presionando, para interrumpir el acostumbrado sistema estadounidense de traspaso de gobierno, en paz y orden.
– ¿Por qué usted dice eso?
– No escucha usted las noticias, de que esa gente quieren desconocer el apabullante triunfo del señor Trump, con esa consigna, de que no es su presidente y están organizando manifestaciones y otros conflictos callejeros.
– Me preocupa usted, pero dígame, que dicen los demócratas del barrio.
– Bueno, yo este fin de semana estuve en la casa de los disfraces de la calle ocho, que por cierto ingrese disfrazado de un “delivery de pizza”, y me encontré a algunos, de esos “demócratas”  a los que usted se refiere, adquiriendo disfraces, pero no pude averiguar si los querían para no ser reconocidos en alguna de esas manifestaciones de que le hable, o si lo que pretenden es pasar inadvertido en sus visitas al restaurant Rancho Luna o al Versalles, frustrados y hasta avergonzados, después que habían asegurado que su candidata ganaría fácilmente la presidencia y les resultó todo lo contrario.
– ¡Ya veo! Pero dígame, ¿Quiénes eran esos que estaban comprando disfraces…?
– No le voy a decir. Quiero mantener esa información como material privilegiado... así como se guarda el nombre de los informantes… pero le puedo adelantar que estaba algún que otro periodista, politólogos, y especialistas en encuestas y hasta un sociólogo…. ¡Vaya… lo más selecto de la neo izquierda liberal que ha secuestrado al partido demócrata…
– Pero don Sindulfo, ¿espero que tenga usted confianza en mi discreción?
 --No es eso señor director… Tengo confianza, pero… debo proteger mi trabajo, y si le digo todo, usted no me va a seguir necesitando…
– ¡Don Sindulfo…! Usted no cambia…
– (¡Que le puedo decir…!)

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