Documentos evidencian estrecha vigilancia del FBI sobre Cuba y el exilio en Miami
LATINEWS/ 14 de Octubre de 2016
La publicación
esta semana de documentos otrora secretos del FBI ofrece nuevos detalles sobre la atención estrecha que las
autoridades federales estadounidenses prestaron a Cuba y la comunidad exiliada
de Miami desde antes de la llegada de Fidel Castro al poder hasta el asesinato
del presidente John F. Kennedy.
Según recoge el
diario El Nuevo Herald, las más de 12.000 páginas de cartas, informes, recortes de periódico
y fotos compilados durante más de 20 años y que comienza alrededor de 1955
muestran que el FBI observaba con interés el avance del movimiento contra el
presidente Fulgencio Batista, preocupado de que en Miami aumentaba la cantidad
de "gente de Batista", y expresó alarma ante un plan potencial para
derribar el avión de Fidel Castro después de que el nuevo líder hiciera un viaje a Estados Unidos.
"Lo que es
asombroso (es) la atención que el FBI prestó a los asuntos internos cubanos de
rutina", dijo el historiador cubano Louis Pérez Jr., profesor de la
Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Expertos dicen
que los documentos, obtenidos por la organización sin fines de lucro
Assassination Archives and Research Center (Centro de Archivos e Investigación
de Asesinatos), no parecen ofrecer muchos detalles nuevos sobre un período muy
estudiado. Pero los intrincados detalles que revelan serán fascinantes para los
aficionados a la historia de Cuba y del FBI. Disponibles para cualquiera que
desee leerlos, los documentos demuestran la obsesión del FBI sobre Cuba y la
comunidad exiliada en Miami, señala el medio miamense.
Por ejemplo, una
sesión informativa del 24 de enero de 1959 al entonces director del FBI, J.
Edgar Hoover, ofrece un vistazo amplio a la situación en la Isla tres semanas
antes de que Castro tomara el poder en La Habana.
El documento
menciona la oferta rusa de "fondos ilimitados" al nuevo Gobierno
revolucionario, preocupaciones de que simpatizantes de Castro habían penetrado
la comunidad cubana
de Miami y se expandirían a todo Estados
Unidos, y discute el papel de Ernesto Che Guevara en la llegada de las
fuerzas de Castro a La Habana.
En un cable del
13 de mayo de 1959 al Departamento de Estado, Hoover escribió que
"elementos de Batista" habían reunido 1.000 fusiles y más de 150
ametralladoras en la zona de West Palm Beach, Florida, junto con dos cazas
militares monoplaza F-51.
El documento
cita un cable enviado una semana antes sobre un plan para usar los aviones con
el fin de derribar el aeroplano de Fidel Castro en el regreso de su primer
viaje a Estados Unidos después de tomar el poder, cuando se reunió con el
entonces vicepresidente Richard Nixon.
"Las armas
mencionadas en la comunicación de referencia fueron compradas por el exsenador
cubano Rolando Masferrer y que un piloto estadounidense llamado (nombre censurado)
o (nombre censurado) puede volar uno de los aviones a nombre de los elementos
de Batista", escribió Hoover sobre el potencial plan.
Masferrer,
exhombre leal a Batista y líder en el exilio, murió cuando le pusieron una
bomba en su automóvil en Miami en 1975.
Los documentos
ya habían sido dados a conocer, según el centro de investigaciones, con sede en
Washington y que se especializa en el asesinato de Kennedy. Pero la versión
publicada originalmente estaba fuertemente censurada, de manera que el centro
presentó otra solicitud de información pública para otro juego de documentos,
que dijo resultó en menos censura.
La versión menos
censurada muestra que el FBI buscó información detallada sobre la situación
cubana. En un cable del 16 de junio del 1959, por ejemplo, agentes reportaron
que habían seguido la pista a la esposa de Batista, Marta, hasta la Suite 13D
en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York.
Un contacto del
FBI entonces se acercó a Marta Batista en un salón de belleza, donde, según el
informe, la mujer pasó varias horas y habló sobre su esposo, quien cinco meses
después de huir de La Habana no había llegado a Estados Unidos.
Ella
"esperaba que llegara para ver a sus hijos antes de que fueran a
estudiar", escribió el agente.
Una conclusión
de los documentos, dijo Gregory Weeks, el editor de la publicación
académica The Latin Americanist, es prueba de que el FBI había
pasado mucho tiempo siguiendo la pista a rumores y reportándolos.
Es probable que
los documentos desencanten a los aficionados a las conspiraciones sobre el
asesinato de Kennedy, porque tienen poca información nueva sobre Lee Harvey
Oswald, quien mató a Kennedy en Dallas, Texas, en 1963. No se ha descubierto
evidencia de que Oswald estuviera controlado por la inteligencia cubana, como algunos
sugieren.
"La gente
ha estado hablando desde hace mucho de Oswald y su conexión con Cuba",
dijo Weeks. "No digo que eso no sea interesante, pero no va a cambiar las
relaciones entre (los gobiernos de) Cuba y Estados Unidos".
Pérez dijo que
pasará algún tiempo antes de que los historiadores puedan analizar debidamente
las miles de páginas de documentos para determinar qué tienen de nuevo y si hay
algo revelador.
Señaló que
aunque ese período ha sido estudiado a fondo, registros analizados anteriormente
provienen en lo fundamental del Departamento de Estado. Los documentos del FBI
ofrecerán a los politólogos otra fuente de material de estudio para cruzar esa
información con la que ya se ha publicado, dijo.
"Si se está
buscando una conclusión más amplia de esta información, no es aparente de
inmediato", añadió Pérez.
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