"Desde 1959, Cuba se transformó en una nación en guerra..."
¿Raúl Castro está
dejando el poder? Este es el tema de una pregunta engañosa en un importante
periódico de Miami, basada en la falsa premisa de que para el 24 de febrero de
2018, una generación más joven de cubanos encabezada por el presidente
designado Miguel Díaz-Canel comenzará a gobernar Cuba. Se espera que lidere el
régimen comunista a las aperturas políticas y los cambios económicos, un
"Gorbachov" cubano.
La pregunta
muestra un inquietante grado de ignorancia o intención maliciosa que falsifica
y elude la rígida estrategia del compromiso ideológico y la estructura
jerárquica de las Fuerzas Armadas, establecida desde el primer día por Fidel y
Raúl Castro. Cuba es una dictadura militar comunista, gobernada y controlada
por el general Raúl Castro.
Un liderazgo
mesiánico y el ejército rebelde
Desde 1959, Cuba
se transformó en una nación en guerra. El sistema capitalista estadounidense
era el enemigo, y la lucha era a muerte. Cuba se convirtió en una nación de
soldados, construyendo un estado marxista gobernado por Fidel Castro. Sobre el
tema del control militar, "Che" Guevara declaró: "La presencia
del Ejército Rebelde era el elemento básico para garantizar el poder". Con
ciertas variaciones tácticas, el adoctrinamiento político se repetiría hasta el
final de la vida de Castro (25 de noviembre de 2016) ) En una nación
empobrecida, agotada por la exhortación constante y un sistema económico
disfuncional, es un logro notable que el ejército se convirtiera en una
institución capaz de sobrevivir al fracaso de la revolución de Castro.
Desde sus días en
la Sierra Maestra, Castro sabía que el poder político descansaba en la lealtad
y el control de una organización represiva (originalmente el G2) y el ejército.
En los primeros tres meses de su marcha triunfal a La Habana, Castro comenzó el
proceso de construcción de su propia fuerza de combate, fiel y ferozmente dedicada
a él.
Es precisamente en
la obediencia militar absoluta a la despiadada dirección de Fidel Castro que
vemos las profundas diferencias con la Revolución Bolchevique, donde Lenin
condujo al Partido Comunista al poder y Stalin purgó al ejército soviético
hasta la sumisión. En contraste, Castro condujo a su Ejército Rebelde al poder
y convirtió al Partido Comunista de Cuba en un instrumento político de su
revolución apocalíptica.
La principal tarea
del Ministerio del Interior (MININT) es encontrar, capturar, castigar y
destruir a los enemigos de la revolución. Son los mensajeros del miedo, la
tortura y la muerte.
Otra organización
para la vigilancia, el control y la movilización masiva es el Comité para la
Defensa de la Revolución (CDR), una rama vital del Ministerio del Interior.
Esta fuerza paramilitar se organiza en cada manzana de cada ciudad de la isla.
Fidel conocía y
elogiaba el valor coercitivo de los CDR sobre la sociedad civil, especialmente
sus "deberes de vigilancia". Sin embargo, para el profesor Irving
Louis Horowitz, el "Comité para la Defensa de la Revolución era un
instrumento pernicioso y pernicioso de terror masivo".
Raul Castro
construyó un ejército profesional
En octubre de
1959, Raúl Castro fue nombrado ministro de las recientemente creadas Fuerzas
Armadas Revolucionarias (MINFAR) y Fidel se convirtió en Comandante en Jefe.
Desde su inicio, el nuevo ejército se integró estructuralmente en un rígido
orden jerárquico. El gobierno y el ejército eran estructuras piramidales, con
Fidel arriba y Raúl un segundo eficiente. En el siguiente nivel de poder
llegaron los "comandantes" más confiables de la guerra de guerrillas,
probados por su obediencia inquebrantable, "Che" Guevara, Ramiro
Valdez, Camilo Cienfuegos y Juan Almeida entre los pocos elegidos.
En años
posteriores, un grupo de oficiales más jóvenes se agregaron a esta pirámide de
poder militar: Abelardo Colomé (Furry), Leopoldo Cintras Frías, Senén y Julio
Casas, Ramón Espinosa, Ulises Rosales del Toro, Joaquín Quintas Solá y Álvaro
López Miera. Con la incorporación de estos generales al círculo de poder
interno, MINFAR comenzó el proceso de institucionalización en el modelo de las
Fuerzas Armadas soviéticas.
Desde sus veinte
años, Raúl Castro se hizo conocido como un marxista de pleno derecho y un
severo disciplinario que admiraba a Fidel con una devoción mística y lo
veneraba como una figura paterna, siempre dispuesto a tolerar el temperamento
violento y abusivo de Fidel. Durante los días difíciles del juicio y ejecución
del general Ochoa, Raúl nunca se acobardó en su obediencia para cumplir las
órdenes de Fidel de ejecutar al general Ochoa, un comandante de primera línea
muy respetado y "héroe de la Revolución". En una reunión de generales
en el MINFAR, Raúl dijo: "el símbolo más importante que tenemos se llama
Fidel Castro... él es nuestro padre".
El ejército y el
Partido Comunista
Fidel Castro
gobierna a Cuba como un autócrata con un puño de hierro que controla el
Ejército, el Ministerio del Interior y el Partido Comunista. Además, en la
autocracia de Castro, el concepto de un partido todopoderoso era inaceptable
para el "Comandante en Jefe". Los oficiales del Ejército Rebelde de
Castro lo llevaron al poder, crecieron en fuerza y profesionalismo con él, y
siguieron siendo la fuente más confiable y leal de control del gobierno cubano.
Una de las
diferencias fundamentales entre el sistema cubano y el sistema soviético
descansaba en el hecho de que, desde el comienzo, el círculo de poder interno
de Castro estaba formado por miembros leales del Ejército Rebelde victorioso y
todos los altos oficiales militares son miembros activos de la Cuba Comunista.
Comité Central del Partido.
Raúl Castro estaba
dispuesto a elevar al Partido Comunista y ampliar la institucionalización del
proceso político. Mientras que el control por los militares, el partido se
expandió y ganó influencia. La Constitución de 1976 declaró que el Partido es
la "autoridad suprema de la sociedad y el Estado" (Capítulo 1,
Artículo
¡Raúl Castro no
irá a ninguna parte!
¿Se va Raúl
Castro? Esta es la pregunta falaz que rodea el nombramiento de Miguel
Díaz-Canel como Presidente de Cuba. ¿Diaz-Canel se atrevería a contradecir las
órdenes de Raúl Castro? ¿La jerarquía militar obedecerá las directivas de Díaz
Canel?
El viejo dictador no
se va. Cuba está viviendo una sucesión política, no una transición. Raúl
permanecerá como Secretario General del Partido y máximo líder de los
militares. El poder continuará descansando en las manos ensangrentadas de un
Castro.
* Pedro Roig, Esq.
es Director Ejecutivo en el Instituto de Estudios Cubanos. Tiene una Maestría
en Artes de la Universidad de Miami y un Doctorado en Jurisprudencia de la
Universidad de St. Thomas. Ha escrito varios libros, entre ellos "La
muerte de un sueño: una historia de Cuba" y "Martí: la lucha cubana
por la libertad". Es un veterano de la brigada 2506
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