"Considere solo un par de ejemplos citados en el libro que dan fe del ascenso de China. En dos años, entre 2011 y 2013, China produjo y utilizó mas cemento que los EE.UU..."
A fines de los
años ochenta y principios de los noventa, viajé a Hong Kong / China varias
veces al año por negocios. Unos 20 años más tarde, mi esposa I y pasé varias
semanas de excursión por el Himalaya y el Tíbet, visitando monasterios budistas
y llegando al campamento base del Monte Everest en el lado tibetano. Estas
experiencias personales me llevaron a apreciar de primera mano las diferencias
culturales entre China y nuestra cultura occidental.
Las implicaciones
geopolíticas de estas diferencias y la ascendencia política y económica de
China informan los inquietantes argumentos presentados por Graham Allison en su
excelente libro nuevo Destinado a la guerra: ¿América y China pueden escapar de
la trampa de Tucídides?
El profesor
Allison toma prestado de la Historia de la Guerra del Peloponeso, conclusión de
Tucídides que "fue el surgimiento de Atenas y el temor que esto inculcó en
Esparta lo que hizo inevitable la guerra". Así, la Trampa de Tucídides
denota las inevitables tensiones estructurales en las relaciones
internacionales que resultan cuando el poder en ascenso, como China en la
actualidad, amenaza con desplazar a un poder gobernante, como Estados Unidos.
La Dra. Allison y
su equipo de Thucydides's Trap Project en Harvard identificaron 16 casos en los
últimos quinientos años en los que un poder ascendente desafió a un poder
establecido. De estas 16 rivalidades, 12 dieron lugar a la guerra. Los Estados
Unidos y China representan el 17 ° caso, y la investigación del Dr. Allison
ofrece una lente clara para entender la rivalidad entre los Estados Unidos y
China y cómo evitar las chispas que podrían encender un conflicto militar.
Considere solo un
par de ejemplos citados en el libro que dan fe del ascenso de China. En dos
años, entre 2011 y 2013, China produjo y utilizó más cemento que los EE. UU.
Producidos y utilizados en todo el siglo XX. Desde 2007, el 40 por ciento de
todo el crecimiento económico del mundo se ha producido en China.
Ambos países se
ven a sí mismos como excepcionales, pero la China sin edad, sin un nacimiento
registrado, cultiva una excepcionalidad cultural incluso mayor que la de los
Estados Unidos. En chino, la palabra para China significa "Reino
Medio". La referencia no es a un lugar entre otros reinos, sino a todo lo
que existe entre el cielo y la tierra.
Las culturas
difieren y compiten en otros valores clave. Estados Unidos se ve a sí mismo
como el "número uno" y China se ve a sí misma como el centro del
universo. El valor central de los estadounidenses es la libertad, para los
chinos es el orden. Consideramos que el gobierno es un mal necesario, ya que el
gobierno chino es un bien necesario. Somos inclusivos, son exclusivos. Nuestro
horizonte de tiempo es ahora, para los chinos es infinito. Nuestra forma de
gobierno es una república democrática; China es un régimen autoritario /
totalitario. Anclamos la legitimidad del gobierno en la voluntad de la gente;
porque la legitimidad china emana del desempeño. Y, en el contexto de las
relaciones internacionales, aspiramos a un orden internacional basado en el
estado de derecho. China aspira a un orden internacional en el que China
gobierne en una jerarquía armoniosa.
Dadas las
condiciones objetivas y las aspiraciones conflictivas de los Estados Unidos y
China, se necesitará una diplomacia ilustrada y una estrategia astuta para
evitar la Trampa de Tucídides. No se trata simplemente de desarrollar una
amistad nacional. Después de todo, el rey espartano Archidamus II y el Pericles
de Atenas eran amigos personales, y esa amistad personal no impidió la
destrucción de ambos estados en la Guerra del Peloponeso.
En su historia de
la guerra, Tucídides inmortalizó el realismo en las relaciones internacionales
en el Diálogo Meliano: "Sabes tan bien como nosotros que ese derecho es
una pregunta que solo tiene significado en las relaciones entre iguales en el
poder. En el mundo real, los fuertes hacen lo que ellos y los débiles sufrirán
lo que deben”. Este entendimiento de realpolitik da forma a las políticas de
China y los Estados Unidos.
Un conflicto
militar entre los Estados Unidos y China puede parecer una posibilidad remota.
Pero sería tonto descontar la Trampa de Tucídides e ignorar las condiciones
bajo las cuales los eventos, como un conflicto coreano, pueden escalar con
consecuencias imprevisibles y catastróficas. Las relaciones internacionales
deben viajar en el arco de lo posible. Y, en ese arco, nunca debemos descartar
el aforismo de George Santayana: "Solo los muertos han visto el fin de la
guerra".
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