"Las reacciones a la entrega del informe de Robert Mueller sobre el 'Rusiagate' no se hicieron esperar..."
Por Robert Penn-Davis.
Fueron casi dos años de investigaciones sobre los presuntos lazos entre
Rusia y el equipo de campaña del entonces candidato Donald Trump para las
elecciones presidenciales de 2016. El informe final ya está en poder de la
Justicia.
El fiscal especial para la trama rusa, Robert Mueller, entregó al
secretario de Justicia de Estados Unidos, William Barr, el informe final sobre
la presunta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, más
conocida como 'Rusiagate'.
Lo hizo este viernes 22 de marzo de 2019, después de casi dos años de
pesquisa con ayuda de otros fiscales federales acerca de los presuntos lazos
entre Rusia y el equipo de campaña del entonces candidato y ahora presidente,
Donald Trump.
Se espera que el informe determine no solamente si el primer mandatario
estadounidense conspiró con Rusia, sino también si el presidente trató
ilegalmente de obstruir la investigación.
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Las agencias de inteligencia de Estados Unidos tienen indicios de que
Rusia interfirió en las elecciones presidenciales con una campaña de piratería
y propaganda para sembrar la discordia en Estados Unidos y dañar a la oponente
demócrata Hillary Clinton. Rusia y Trump lo niegan.
Demócratas piden conocer el informe completo
Las reacciones a la entrega del informe de Robert Mueller sobre
‘Rusiagate’ no se hicieron esperar.
El líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Shumer, hizo lo
propio, haciendo énfasis en que el fiscal Barr no debe hacer ninguna revelación
previa del contenido del informe “por debajo de la mesa” a la Casa Blanca y en
que ésta no debe interferir en las decisiones que se tomen a partir de ahora.
El Departamento de Justicia dijo al respecto que las
principales conclusiones del informe serán dadas a conocer cuando éste sea
enviado al Congreso.
El portavoz de Mueller, entre tanto, aseguró que el fiscal especial
dejará su cargo en los próximos días, aunque una pequeña parte de su equipo se
quedará un tiempo más para efectos del cierre de operaciones de su oficina.
Mueller no recomendó más acusaciones, dijo un alto funcionario del
Departamento de Justicia, en una señal de que podría no haber más cargos
criminales contra los socios de Trump. Pero no quedó claro de inmediato si
dentro del informe hay alguna acusación que pudiera revelarse más adelante.
Algunas figuras clave en la investigación:
Donald Trump Jr.
El hijo mayor de Trump organizó una reunión en junio de 2016 en Trump
Tower, en Nueva York, con una abogada vinculada al Kremlin, Natalia
Veselnitskaya, y otros rusos que habían ofrecido información perjudicial sobre
Clinton.
En un correo electrónico después de que se hubiera prometido “ensuciar”
a Clinton, Trump Jr. escribió "me encanta".
Cuando se conoció la noticia de la reunión en julio de 2017, Trump Jr.
emitió un comunicado en el que decía que esta se había creado para discutir
sobre adopción, no sobre política, pero más tarde admitió que había estado
esperando inteligencia sobre Clinton.
Los asesores del presidente Trump finalmente dijeron que el presidente
dictó la declaración engañosa emitida en nombre de su hijo, luego de negar
inicialmente su participación.
El yerno de Trump se ha desempeñado como su asesor principal en su
candidatura y en la presidencia. Inicialmente, Kushner no habló de ningún
contacto ruso con la Casa Blanca, pero posteriormente reveló que había
participado en la reunión en Trump Tower en junio de 2016.
Durante el encuentro, discutió el establecimiento de una línea de
comunicaciones segura en la Embajada de Rusia en Washington al mando entonces
de Sergei Kislyak, después de que Trump ganara las elecciones de noviembre de
2016.
Sessions un veterano congresista por el estado de Alabama, se desempeñó
como asesor de campaña y luego fiscal general de Trump.
Al posesionarse en el Senado, dijo que no se reunió con los
funcionarios rusos durante la campaña, pero luego admitió que se había reunido
al menos dos veces con Sergei Kislyak, el embajador ruso de la época.
Bajo presión, se negó a supervisar la investigación sobre Rusia, que en
ese momento estaba dirigida por el FBI y más tarde por Robert Mueller. La
recusación enfureció a Trump, quien finalmente despidió a Sessions en noviembre
pasado.
Flynn, un teniente general retirado del Ejército de Estados Unidos, fue
uno de los principales asesores de campaña y se desempeñó como el primer asesor
de Seguridad Nacional de Trump.
Fue despedido en diciembre de 2017, con apenas unas semanas en el cargo
y justo antes de que Trump tomara posesión, por mentir sobre sus conversaciones
previas con el embajador Kislyak.
Flynn se declaró culpable de mentirle al FBI y ha estado cooperando con
los investigadores.
Antes de unirse a la campaña de Trump, Flynn cenó en diciembre de 2015
con el presidente ruso, Vladimir Putin, en una reunión convocada por RT, un
canal de televisión en inglés pro-Kremlin de propiedad rusa.
Manafort fue jefe de campaña de Trump y participó en la reunión de
Trump Tower con los rusos que ofrecieron información perjudicial sobre Clinton.
El pasado 13 de marzo, fue sentenciado a siete años y medio de prisión en dos
casos investigados por Mueller.
Primero, fue declarado culpable en Virginia de fraude bancario y fiscal
por los millones de dólares que ganó como consultor de políticos pro-rusos en
Ucrania.
Por otro lado, se declaró culpable en Washington de dos cargos de conspiración.
Un juez dictaminó el 13 de febrero que Manafort violó su acuerdo de
culpabilidad con los fiscales al mentirle repetidamente al equipo de Mueller.
Menos de una hora después de su sentencia, el ex presidente de campaña
fue acusado de fraude hipotecario residencial y otros delitos graves en Nueva
York.
Los legisladores estatales se movieron para asegurar que Manafort pueda
ser procesado incluso si recibiera un indulto presidencial.
El antiguo abogado personal de Donald Trump una vez se jactó de que
estaría dispuesto a recibir una bala por su jefe, pero desde entonces lo atacó.
En una serie de declaraciones de culpabilidad, Cohen dijo que trabajó
en un acuerdo para construir una torre Trump en Moscú durante casi un año,
mientras Trump se postulaba para presidente.
También dijo que recibió órdenes de Trump para violar las leyes de
financiamiento de campañas mediante la organización de pagos de "dinero
secreto" a una serie de mujeres que afirman haber tenido relaciones
sexuales con el ahora jefe de Estado.
Las declaraciones de Cohen contra Trump fueron exhibidas dramáticamente
en su testimonio ante el Congreso el pasado 27 de febrero, cuando acusó al
presidente de ser un "racista", "estafador" y
"tramposo". Se espera que Cohen comience a cumplir una condena de
tres años de prisión el seis de mayo.
Fue socio por mucho tiempo de Paul Manafort, se desempeñó como
vicepresidente de campaña de Donald Trump y trabajó en la transición después de
que fue elegido.
Gates se declaró culpable de mentir a los investigadores y fue un
testigo estrella en el juicio de Manafort en 2018, cuando declaró que ayudó a
su jefe a presentar declaraciones de impuestos falsas y ocultar millones de
dólares en el extranjero.
Richard Gates ha continuado cooperando con la investigación, de acuerdo
con documentos judiciales.
Stone es un autoproclamado político "embustero sucio" que
conoce a Trump desde hace aproximadamente cuatro décadas.
Está acusado de informar a los miembros de la campaña presidencial de
Trump que él sabía de antemano los planes del sitio web WikiLeaks para lanzar
correos electrónicos dañinos sobre Clinton.
Cohen dijo que escuchó a Stone contarle a Trump por teléfono en julio
de 2016 sobre un próximo envío de WikiLeaks de los correos electrónicos
filtrados.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos concluyeron que cientos
de correos electrónicos robados por Rusia sembraron la división entre los
votantes demócratas, al demostrar que los funcionarios del partido habían
favorecido a Clinton sobre el candidato Bernie Sanders.
Stone se declaró inocente en enero de los cargos presentados por
Mueller.
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