sábado, 4 de mayo de 2019

A MANERA DE DESPEDIDA



ELIO ALBA BUFFILL: TRASCENDENCIA HUMANA, INTELECTUAL  E HISTÓRICA.

Por: J. A. ALBERTINI.
La aristocracia intelectual
viene de pensar y padecer.
José Martí.

Conocí al Dr. Elio Alba Buffill a mediados de la década de 1980, un sábado de tertulia mañanera, en la desaparecida librería Universal de Juan  Manuel Salvat (el querido gordo Salvat) no puedo precisar fecha exacta ni quien nos presentó, incluyendo a su esposa la Dra. Esther Sánchez Grey. ¿Sería el infatigable, hoy ausente, Dr. José, Pepito, Sánchez Boudy, el profesor René León la, también desaparecida, poeta Ana Rosa Núñez o el propio Salvat...? No recuerdo como tampoco olvido que sucedió recién concluido un Congreso de Verano del Círculo de Cultura Panamericano. Ellos, Elio y Esther, según  me dijeron, habían decidido pasar algunos días de asueto en Miami, antes de regresar a su hogar en Verona, New Jersey.

Aquel día, de sol deslumbrante, Elio, amante de los libros, revisaba títulos y conversaba animadamente con todos. Mi primera impresión fue la de un profesor universitario culto y afable. No obstante, su hablar pausado, mirada directa y clara me reveló que acababa de conocer a un hombre inteligente y de propósitos tenaces.

Aquella conversación primera fue el inicio de una amistad la cual, de mi parte, fue cementada por el profundo amor, sin estridencias ni poses patrioteras, que Elio sentía hacia Cuba; Regla su pueblo natal, provincia Habana y todo lo que oliera o supiese a la patria que, por fuerzas ajenas, él y Esther, tuvieron que abandonar  jóvenes y en pleno exitoso desarrollo de sus profesiones como doctores en leyes; abogados.
Llegado al exilio, siempre junto a Esther, por un tiempo se radica en la ciudad de Miami en donde labora como trabajador social en el programa de Ayuda a los Refugiados Cubanos hasta que, por incentivos del gobierno norteamericano el matrimonio decide marchar al norte del país para terminar radicandose en  el estado de New Jersey.

En New Jersey, trabajó en el departamento de contaduría de  una importante compañía de seguros al mismo tiempo que realizaba estudios universitarios que le permitieron obtener una maestría especializada en literatura hispanoamericana y española.  Sobra destacar que Esther Sánchez Grey-Alba logró éxitos similares, sobresaliendo por su especialización en teatro hispanoamericano. 
A partir de entonces, el Dr. Elio Alba Buffill inició una etapa de vida que lo llevó a recorrer, como profesor, investigador y autor, España y algunos países de Sur América. Su amplia biografía profesional, por si sola, habla de su desempeño académico, logros y distinciones merecidas de las que fue objeto.

Por lo tanto, no es mi objetivo rememorar lo que todos conocemos sobre su quehacer profesional.  Deseo, en estas líneas breves recordar y siempre tener presente el trabajo constante, abarcador y diseminador que el Dr. Elio Alba Buffill, desde el año 1975, al ser nombrado Secretario Ejecutivo Nacional del Círculo de Cultura Panamericano, le insufló a la prestigiosa organización así como la celebración de congresos anuales en New York, New Jersey y Miami, tomando en cuenta que al convertirse en Editor de la revista Círculo: Revista de Cultura, logró mejorar la calidad de la publicación al tiempo que la convertía en una apreciable fuente de conocimientos que alcanzó difusión nacional e internacional. En el presente son pocas las universidades y bibliotecas en Estados Unidos e Hispanoamérica  que no posean, en sus colecciones, ejemplares de la Revista Círculo. Se impone añadir que la colaboración, como editora asociada, en la Revista Círculo de la Dra. Esther Sánchez Grey constituyó y constituye, hasta el presente, un factor de importancia imprescindible.
Elio, a través de la cultura, supo unir a la comunidad culta e intelectual cubana e hispanoamericana. En los congresos y encuentros siempre hacía que primara, por sobre todo, la honestidad, el conocimiento académico, creativo e histórica. Esa erudición real que clarifica la verdad y abre senderos de entendimientos.

Alba Buffill, muy tempranamente vislumbró, aunque en el presente existen personas que se niegan a reconocerlo, que el régimen castro-comunista, día a día, perdía la contienda frente a las fuerzas democráticas cubanas llámese las mismas exilio u oposición interna. El sistema entronizado fracasaba en el frente ideológico, económico y social. No obstante, a través de su falsa cultura oficialista, conducida por pregoneros dóciles buscaba, y aún prosigue haciéndolo, la exculpación y banalización del desastre creado.

Elio, estudioso y observador minucioso, alarmado por el enorme daño antropológico y transcultural que la dictadura totalitaria le infligió a la nación cubana, combatió, desde su posición intelectual, los intentos de borrar la memoria histórica y cultural del pueblo cubano.

Charlas, conferencias, ensayos, libros y la persistencia heredada de precursores, que alumbraron el cubano siglo XIX, de la talla de Félix Varela y José Martí, siempre delinearon los objetivos del Dr. Elio Alba Buffill, sin perder de vista el ejemplo y la labor de otros más contemporáneos como Jorge Mañach,  Levi Marrero, Carlos Ripoll, etc.

En la actualidad, al igual que las personalidades mencionadas en el párrafo anterior, carecemos de la presencia física de Elio. Sin embargo, su pensamiento vivo y creativo se suma al de los forjadores y nutre el caudal de conocimientos, ejemplos y experiencias que, echando a un lado lo tóxico, como en su momento lo fueron las corrientes de pensamientos, colonialistas, anexionistas y autonomistas, desbroza el sendero que inexorablemente nos conducirá  a la meta soñada de: Con todos y para el bien de todos.

El Dr. Elio Alba Buffill, el académico dedicado, el ser humano de principios e ideas justas, el hombre; el amigo de mirada clara y sonrisa franca pervive entre nosotros y perdurará, con brillo propio, en nuestra historia y cultura.
Así lo patentiza su amplia y variada bibliografía, entre cuyos títulos, saltando en el tiempo de creación, podemos mencionar: Conciencia y quimera, Cubanos de dos siglos, Estudios sobre letras hispánicas y Cuba: agonía y deber.

Para concluir, confieso que al evocar la vida y obra del Dr. Elio Alba Buffill, se impone citar a nuestro Félix Varela: La práctica de pensar es la que facilita el acierto, y cuando un pueblo no tiene, por decirlo así, medios para pensar, no puede esperarse que adquiera dicha práctica. Antes al contrario, se familiariza con la idea de su incapacidad; deja a otros el cuidado de discutir, y se constituye en masa inerte.
NOTA: Tomado de la publicación: Círculo: Revista de Cultura. Volumen XLVI, 2017.

    

1 comentario:

  1. Muy buen comentario de Alertini, sobre Elio Alba, con el cual mantuve una amistad sincera y cordial. Cuba pierde otro de sus grandes escritore.
    R. Leon

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