lunes, 25 de abril de 2016

GRAN DISCREPANCIA ENTRE MULTA Y JUSTICIA

Las multas civiles son discriminatorias
Por Adam Dehoy.
Las multas –principalmente–  de tránsito, son totalmente discriminatorias. Una multa es una medida punitiva. Se le impone a un ciudadano que ha violado determinada regulación. Hasta ahí no hay problema. La multa es una herramienta para ordenar el comportamiento de la sociedad. PERO. Esto no ocurre cuando una multa –por ejemplo–, por sobrepasar ciertos límites de velocidad, usar parqueos restringidos etc., tiene el mismo costo para todos los ciudadanos. Si la multa es una acción punitiva, debe tener el mismo grado de penalización, no el mismo precio para todos los ciudadanos.
            UN EJEMPLO. Cuando una de esas irracionales “camaritas”, ubicadas en muchísimos lugares del Condado Miami-Dade, impone una multa de $158.00, por llevarse una luz roja, a alguien que gana, por ejemplo $500.00 a la semana, y hay muchos de esos. Usted le está quitando más del 30% de su salario, pero cuando le impone lo mismo, por el mismo delito a alguien de los que ganan,  $1,000.00 en la misma semana, usted solo lo penaliza por aproximadamente, el  13% de su salario; y  así sucesivamente. O sea que ambos han cometido el mismo delito, pero no le ha “costado” lo mismo. Más exactamente; hay una acción discriminatoria contra los más pobres, y un privilegio a favor –y valga la redundancia– de los más favorecidos.
          Si la ley quiere también ser justa, esto no debe permitirse.
Es como si dos sujetos comenten un asesinato en conjunto y a uno se le condena a muerte, por no tener dinero  y al otro, solamente a 5 años, por tener una mejor economía.
          Y poniendo el parche antes que salga el grano. No digan que no es posible. Porque si lo es. La multa debe ajustarse al ingreso del ejecutor. O sea, haciendo una tabla de forma que le duela a todos por igual. Eso, estoy seguro ayudará a que todos tengan la misma preocupación y el mismo costo.
             Digamos que la violación de cualquiera de estas regulaciones cueste –por ejemplo– el 5% de su ingreso. Cuando esto ocurra seguro que habrán menos violadores de ellas y se recaudará mucho más dinero, si es eso lo que buscan.
        El meollo es que si la multa es una acción punitiva, debe doler por igual a uno u otro… si no es así, es discriminatorio, porque no tiene el mismo grado de penalización. Tan fácil como eso.
 

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