lunes, 4 de abril de 2016

LA DIFERENCIA ENTRE HABLAR Y MARCHAR


LATINEWS/Enfoque 3
Por José Azel

El escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges, una vez fue invitado a dar una conferencia en la universidad más respetada del Perú. Era el año 1965. Para entonces, ya era anciano y ciego, y Perú estaba bajo una dictadura militar que se consideraba "Progresiva". Borges, un liberal clásico, fue abierto en contra del autoritarismo militar del régimen. Él fue abordado en el campus por estudiantes partidarios del régimen que protestaron con dureza su presencia. Cuando los gritos militantes de los estudiantes finalmente se calmó, Borges fue preguntado por uno de ellos: "Sr. Borges, ¿cómo es posible que una persona inteligente como usted mantenga  posiciones impopulares que van en contra del curso de la historia "? Él respondió con calma: “Escucha, joven, ¿no sabes que los caballeros sólo se defienden de causas que se pierden " esta anécdota viene vívidamente a la mente al reflexionar sobre el viaje del presidente Obama a Cuba, y la forma en que se levanta por la libertad y la democracia en Cuba se ha convertido en una lucha quijotesca. 

El presidente Obama debería haber suspendido su visita, en el momento en que llegó al aeropuerto, y no fue recibido por el general Raúl Castro o el vicepresidente Miguel Díaz-Canel, sino por una pequeña delegación encabezada por el canciller Bruno Rodríguez. Sólo unos días antes, Díaz-Canel había dado la bienvenida al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el aeropuerto. Al parecer, el presidente Obama no merecía ese nivel de cortesía. Durante las horas previas a la llegada del presidente Obama, las fuerzas de seguridad cubanas habían comenzado a arrestar a docenas de manifestantes pacíficos. Fría recepción por parte del régimen, y las detenciones justo antes, entregan un mensaje de desprecio que el presidente Obama ha decidido no hacer caso. 

Durante casi seis décadas, los cubanos opuestos a esta dictadura comunista han basado su lucha en el principio fundamental de una Cuba libre. Esa base, sin embargo, ha sido sustituida por el esfuerzo para promover las relaciones diplomáticas y económicas entre los Estados Unidos y el régimen de Castro. El cambio en la política de Estados Unidos se defiende como más realista dado que una Cuba libre parece ser una causa perdida. El presidente Obama y el general Castro, en una conferencia de prensa, destacaron los lazos en evolución. Un visiblemente molesto Castro, que había aceptado responder una sola pregunta de los reporteros reunidos respondió a una pregunta sobre los presos políticos afirmando que Cuba no tiene presos políticos. El presidente Obama dio a entender que "con suerte" los Estados Unidos y Cuba pueden aprender unos de otros sobre los derechos humanos.

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