domingo, 11 de septiembre de 2016

LA HUELGA INVISIBLE

        
 Ramiro Gómez Barrueco  Ex preso politico, Escritor, Empresario
 El panorama social de una huelga de hambre, no manifiesta los conflictos internos ocultos de cada  episodio personal. El visible deterioro y los dolores físicos, son sufrimientos incomparablemente inferiores al drama interior. La lucha volitiva del huelguista para no debilitarse ante los aguijones del hambre y la sed. La responsabilidad socio-política. La encrucijada moral y espiritual,  consigo mismo, de quitarse o jugarse la vida voluntariamente. La ausencia de solidaridad de todos los seres queridos, que lo aman y no quieren perderlo. La huelga del amor a su huelga. Esta crisis psíquica emotiva, volitiva e intelectiva, es La Huelga Invisible.
 En uno de esos libros inolvidables del Instituto de la Memoria Histórica Cubana (IMHCCT); Cuba y Castrismo: Huelgas de Hambre en el Presidio Político, el autor J.A. Albertini dedica su libro a su bisabuela Dolores Rivero. Ella, a los 25 años de edad, estaba alzada en la manigua mambisa junto a su esposo José Romero y sus tres hijas de 7, 5 y 3 años. Mientras la niña de 7 años, Ana Dolores, recogía leña en un monte cercano, los españoles asaltaron y apresaron a su mamá y a sus dos hermanitas en una ranchería, que fungía como hospital mambí. Fueron conducidas a la cárcel municipal de Santa Clara. Dolores pidió que la liberaran junto a sus hijas, era la época cruenta del Capitán General Valeriano Weyler; los españoles no accedieron a la demanda. Dolores y sus dos hijas se declararon en huelga de hambre y sed. Murieron las tres. Cuando Albertini indagó con su abuela Ana Dolores sobre el hecho, ella declaró secamente: mamá se “emperró”; dejó de tomar agua y de comer….

Nuestro hermano, El Flaco Boitel, tuvo que pasar 53 días en su última huelga rodeado de decenas de compañeros, en una pequeña galera, que le pedían constantemente que abandonara la huelga. Boitel se arrinconó, sólo hablaba con su amigo “Maqueca”, se “emperró” y murió. Los 16 casos conocidos de presos muertos en huelga de hambre fueron decisiones individuales. En una de las huelgas del Presidio Político de Isla de Pinos, llamada irónicamente “La Pacífica”,  participamos aproximadamente cinco mil reclusos; fue sofocada con tanques, ametralladoras cincuenta e infantería. Existieron heridos pero no se reportaron muertos. Las huelgas colectivas son dirigidas por personas escogidas, cuya misión es negociar y evitar la obnubilación de un “emperramiento” masivo.
Otro patriota está dispuesto a morir reclamando sus derechos y los nuestros. Guillermo Fariñas está “emperrao” y, sin dudas, camino de la muerte. La dirigencia de FANTU, y muchos amigos, hemos hecho todo lo posible por evitarlo. La huelga invisible de Coco es un huracán racional, tenaz y emocional. Algunos tenemos esperanzas que se haga la luz y que el huracán se desintegre ante las montañas de su importancia vital histórica. Por ahora no queda otra opción que salvarlo mediante la obtención de sus reclamos; lucharemos por lograrlo. Raúl Castro tiene que pedirle perdón a Fariñas, y al pueblo cubano, por la brutal golpiza y el ultraje de su honor con ofensas inaceptables; tiene que comprometerse a no golpear  más a los indefensos opositores pacíficos y a no incautarle más  propiedades a los cuentapropistas.
 El licenciado en psicología Guillermo Fariñas, Premio Zajarov del Parlamento Europeo, Medalla de la Libertad Truman-Reagan, Medalla de Distinción del IMHCCT; premios internacionales de CADAL, Reporteros sin Fronteras etc., ha sobrevivido 25 huelgas celosamente vigiladas por “los segurosos”. La sevicia e intransigencia demostrada por Raúl Castro contra Fariñas contradice el espíritu y el compromiso de la normalización de las relaciones Cuba-USA. Ya existen repercusiones mundiales al respecto. El gobierno de USA  prometió a Fariñas, por boca del enviado personal del Presidente Obama, que intervendrá directamente en el asunto. Aseguramos que El Vaticano está “analizando” su intervención mediadora. Hay mucho más en ciernes.
El Congreso del Encuentro Nacional Cubano, liderado por su coordinador Guillermo Toledo, y la totalidad de los líderes escogidos, se han unido en la cruzada para salvar a Coco. Tenemos que mover cielos y tierra, embajadas y pueblos, para lograrlo. No podemos descansar en este empeño de vida o muerte. El silencio es el gran cómplice de las tiranías. El Coco no está solo, Dios y su pueblo están con él. Le pedimos a todos los opositores que apoyen una campaña de “Solidaridad Activa con Fariñas”.    
         
 

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