domingo, 11 de septiembre de 2016

¿QUIEN MANDA AQUI?

Por, Luis Marín
La imagen de once gobernadores militares, más uno, mantendría vivo el mito de los 12 apóstoles, que más bien parecen los doce del patíbulo; pero hay otros, una logia secreta que actúa como buró político del comité central del partido militar que gobierna al país, por encima del PUSV y el chiripero que lo rodea, son la encarnación del Poder Popular.
             Lo novedoso no es que se hayan repartido al país como señores feudales, un estado para cada uno, porque eso lo hacen los caudillos desde la independencia para recompensar a sus lugartenientes; sino que ahora por primera vez cuentan con el apoyo del comunismo internacional.
              Visto que no hay división de poderes, es complicidad reclamar a jueces accidentales el tomar decisiones que ellos no han tomado sino de las que son meros portavoces; como seguir presionando a las “reptoras” del CNE, como les dicen ahora, para que hagan cosas que ellas no pueden hacer y así sucesivamente. 
Pongámoslo de otro modo: imaginen que Tibisay Lucena sale a decir que el Referendo Revocatorio es mañana, con voto manual y transparente, observadores internacionales y todas las maravillas que quiera la MUD. ¿No la sacarían de allí con camisa de fuerza, acusada de contrarrevolucionaria, conspirar contra el gobierno, aliarse con la derecha, el imperialismo y todo lo que se le ocurra al G2?

               Es que no se ha llegado a las últimas consecuencias del caso de la juez Afiuni, ¿no la sacaron esposada de su tribunal por tomar una medida perfectamente ajustada a derecho y acorde con las atribuciones del cargo? Pero lo importante de destacar pasados casi siete años es: ¿Quién más lo ha hecho? ¿Qué otro funcionario se ha atrevido a tomar una decisión contrariando las órdenes militares? Al contrario, los “jueces” obedientes son ascendidos y exaltados a la vista del público, pero, ¿quién lo ve?
               “A mí me llevaron los militares. Y allí estaba un capitán, un coronel y un teniente coronel, pero el capitán que estaba conmigo me dijo: mire doctora, yo le voy a decir una cosa: Si la juez le da la libertad, yo no la voy a soltar. Yo tengo órdenes del ciudadano Ministro de la Defensa de llevármela. Así que no esté contando con la decisión de la juez. No se haga ilusiones, si ella decide soltarla yo no la voy a soltar. Yo me la tengo que llevar.” (Chávez me puso presa. Caracas, UCV, 2012, págs. 153/154.)
             Ante una situación tan clara, queda un asunto por resolver: ¿Por qué razón los voceros de la Alternativa Democrática (AD) insisten en pelear con muñecos de paja sin señalar a los dueños del fundo? Si de algo sabe la AD es de quién manda en este país, por eso extraña que no los  identifique ni mencione y aquí no valen las respuestas fáciles.
              Los dos caballos de batalla de las respuestas jurídicas y políticas son: el interés y la voluntad. A los dirigentes de la AD les interesa mantener una fachada de instituciones porque con ellas pretenden gobernar en el futuro inmediato y sería muy cuesta arriba ponerse a reconstruir todo el andamiaje institucional del país, aunque hoy esté en ruinas.
             La segunda es la voluntad: si se dice y repite que estamos en una democracia, entonces, estamos en una democracia. Pero la voluntad tiene sus límites, que no sólo por decir que “Chávez vive, la lucha sigue”, Chávez va a vivir y la lucha va a seguir.
              Así, los comunicadores que usan el adjetivo bolivariano para la República se justifican diciendo que así está en la Constitución y ellos la cumplen; pero la Constitución no dice que las FFAA, Guardia Nacional y los demás lo sean, en ese caso, la olvidan. Es una cuestión de voluntad.
            Cabe una última posibilidad, que crean realmente que la República “es” bolivariana como las demás instituciones públicas, lo cual implica una ignorancia simultánea de Historia y de Derecho Público, lo que tampoco es inconcebible, como creer que se va a salir del militarismo sin derrotar la ideología militarista.
              Si la sociedad civil quiere emanciparse realmente tiene que superar el paternalismo, como está escrito: “Dejarás a tu padre y a tu madre”. O se libra de la tutela militarista o se resigna a una perpetua minoría de edad, sucumbiendo al complejo de Peter Pan, el niño que nunca jamás crecerá.
              El verdadero creador del socialismo no es Marx, Engels o Lenin, como alguna gente cree, sino Walt Disney: fundador de la tierra donde los sueños se hacen realidad.
              No es culpa suya si los sueños se transforman en monstruosas pesadillas.
 

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