domingo, 27 de noviembre de 2016

LEE HARVEY OSWALD

(Nueva Orleans, 1939 - Dallas, 1963) Presunto magnicida estadounidense, acusado del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy en Dallas (estado de Texas), el 22 de noviembre de 1963.

 LATINEWS/EM3

Huérfano de padre dos meses antes de nacer, Lee Harvey Oswald tuvo una infancia plagada de problemas y complicaciones de todo tipo, cambiando de escuela y residencia muy a menudo, lo que contribuyó a que no tuviera realmente amigos de infancia ni sentara raíces en lugar alguno, situación que vino a complicar el matrimonio efímero y atormentado de su madre. Cuando tan sólo contaba con tres años de edad, fue ingresado en un orfanato, aunque al cabo de pocos meses fue sacado de allí por su madre, con la que, a partir del año 1944, residió en Dallas y, desde 1947, en Fort Worth.
             En el mes de agosto de 1952 se mudaron a Nueva York, ciudad en la que sufrió varios trastornos graves en su personalidad que se manifestaron en su inadaptación a la vida escolar. Oswald fue sometido a una profunda observación en el hospital Youth House de Nueva York, cuyos resultados más notorios revelaron en el joven una inteligencia superior a la corriente acompañada de una pobre capacidad emotiva, con tendencias a la evasión y a la soledad. Lee Harvey Oswald empleaba prácticamente todo el día en leer literatura marxista y en ver la televisión. Finalmente, en el año 1954, Oswald regresó a su ciudad natal, donde siguió fracasando en los estudios y contempló la posibilidad de ingresar en el partido comunista de su país.

              Nada más cumplir la edad mínima exigida para ingresar en el Ejército de los Estados Unidos, Lee Harvey Oswald abandonó definitivamente los estudios e ingresó en el Marine Corps (Cuerpo de Infantería de Marina). Oswald cumplió casi todo su servicio militar destinado en Japón. En el transcurso del servicio tuvo que comparecer por dos veces ante un tribunal militar. La primera, el 11 de abril de 1958, por haber violado el reglamento que exige a un militar la inscripción de sus armas personales en un registro especial; la segunda, el 18 de junio del mismo año, por graves insultos a un superior.
               Lee Harvey Oswald se distinguió como tirador de élite y se especializó en electrónica para uso militar, pero nunca logró ser ascendido de grado, por lo que terminó su servicio como soldado de primera clase, licenciándose por petición propia un año antes del tiempo obligatorio, en septiembre de 1959, alegando que tenía que cuidar de su madre.
              Con 1.500 dólares que había ahorrado en su carrera como marine, Oswald realizó un viaje a la Unión Soviética, en octubre de 1959, dispuesto a nacionalizarse en ese país, llevado por sus ideales marxistas. Debido a la negativa de las autoridades soviéticas ante semejante petición, Oswald entró en uno de sus frecuentes procesos depresivos e intentó suicidarse en un hotel de Moscú, el 21 de octubre, cortándose las venas de la mano izquierda.
            Las autoridades moscovitas le permitieron la estancia en el país por un tiempo limitado. Oswald trabajó como obrero no especializado en una fábrica de material electrónico en la ciudad de Minks, para acabar contrayendo matrimonio, en abril de 1961, con Marina Nitchilayeva Prusakova, de diecinueve años de edad. Simultáneamente a su nuevo estado civil, Lee Harvey Oswald solicitó a la Embajada estadounidense su repatriación a los Estados Unidos. En junio de 1962 regresó a su país en compañía de su esposa y la hija recién nacida de ambos.
              Oswald y su familia se establecieron primeramente en Fort Worth, para, al cabo de pocos meses, establecerse en Dallas, ciudad desde la cual Lee Harvey Oswald comenzó a desarrollar una intensa actividad política en favor del líder revolucionario cubano Fidel Castro. En el mes de marzo de 1963, Lee Harvey Oswald se instaló en Nueva Orleans, y continuó su campaña procastrista con ahínco, hasta el punto de ser arrestado por repartir octavillas en favor de Cuba en lugares públicos de la ciudad y promover graves enfrentamientos con exiliados cubanos. Oswald realizó dos intervenciones radiofónicas en las que se declaró abiertamente marxista y secretario del comité local de una asociación llamada Fair Play for Cuba; más tarde se comprobó que era una invención del propio Oswald.
               A principios del mes de octubre de 1963, Lee Harvey Oswald logró un empleo como bibliotecario en la Texas School Book Depository Co. Durante la última semana de septiembre, Oswald hizo un misterioso viaje a México donde, como lo prueba una carta autógrafa suya, fechada el 9 de noviembre, se puso en contacto con miembros de la Embajada de la URSS.
              Según los datos publicados en septiembre de 1964 por la Comisión Warren, presidida por el senador del mismo nombre para investigar las responsabilidades políticas del magnicidio, Lee Harvey Oswald disparó contra la comitiva presidencial desde la sexta planta de la biblioteca en la que trabajaba, sin que se hallasen indicios de la existencia de conjurados. Siguiendo el informe de dicha comisión, Lee Harvey Oswald dio muerte, unos cuarenta y cinco minutos más tarde, al agente de policía J. D. Tippin, tras lo cual acabó siendo detenido por varios agentes del FBI cuando se encontraba en medio de la proyección de una película en un cine próximo al lugar del atentado.
             Dos días más tarde, Lee Harvey Oswald recibió un disparo a bocajarro del dueño de un club nocturno de Dallas llamado Jack Ruby, el cual fue inmediatamente detenido por policía. Gravemente herido en el estómago, Oswald fue trasladado a un hospital, donde falleció pocas horas después. Con ello desaparecía un testigo fundamental para esclarecer la responsabilidad del asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy.
           A pesar de que la administración estadounidense presidida por el anterior vicepresidente Lyndon B. Johnson intentó dar carpetazo al caso y cerrar las investigaciones, lo cierto es que el polémico Informe de la Comisión Warren fue puesto en duda por gran parte de la prensa del país y de los analistas políticos, especialmente en lo relativo a la participación en solitario de Lee Harvey Oswald en el asesinato, hasta el punto de que, en el año 1979, un Comité de la Cámara de Representantes reconoció la posibilidad de que estuviera involucrado un segundo francotirador en el asesinato, admitiendo implícitamente la posible existencia de una conspiración para acabar con la vida de John Kennedy.
 
 

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