domingo, 20 de mayo de 2018

EL OCASO DEL CASTRISMO


"Un inevitable traspaso generacional de responsabilidad, sin un cambio ideológico, estructural o funcional es igual a cero cambios..." 

Ramiro Gómez Barrueco  Ex preso político. Escritor. Empresario.

Obama abrió las puertas y no entraron. Trump las cerró. Ahora tocan a escondidas, por doquier, con nudillos de algodón, mientras la noche, tormentosa, se cierne sobre ellos. Nadie responde. La última farsa electoral castrista demuestra que nunca ha existido voluntad de transición; solo sucesión. La mentalidad estalinista sistémica se hereda a cualquier edad. Dedazo dinástico ni siquiera calificable de gatopardismo.Casi sesenta años de ilegitimidad. Caras nuevas de tiranía vieja. El Presidente cambió de apellido, ahora es Díaz Canel, pero el modelo político no; Castrismo.    

 Un inevitable traspaso generacional de responsabilidad, sin un cambio ideológico, estructural o funcional es igual a cero cambios. ¿Y la palabra poder?  El poder absoluto continúa en manos de Raúl Castro, según la constitución comunista cubana, como Secretario General del PCC.El poder militar lo tiene su hijo Alejandro Castro Espín y el económico su yerno Luis Alberto Rodríguez. L.Q.Q.D.
El cambio-fraude, el fraude que no cambia, es evidente. Pero en el mundo real todo está en constante cambio o movimiento;realizaron micro cambios oportunistas,ahora en marcha atrás, que erosionaronel muro anti progresista castrista.Internet-intranet incosteable y castrada. Tierras improductivas devueltas por falta de aperos para cultivarla.Cuentapropismo politizado, asfixiado en impuestos y sin suministros alcanzables. Viajes políticamente controlados para esquilmar al exilio y sus familiares…
 Insuficiente el ilusionismo, el maquillaje y la retórica para tapar las arrugas del inmovilismo manifiesto.Doble moneda, libreta de racionamiento, ninguna reforma electoral, ni hablar de libertades o derechos, restricción de gratuidades… Pocas ventajas económicas populares, condicionadas al beneficio gubernamental. El sistema sigue siendo un estalinismo tropical trasnochado.
El castrismo es una sumatoria de ridículas contradicciones: democracia monopartidista dictatorial, nacionalismo internacionalista, comunismo capitalista, fanatismo oportunista, idealismo pragmático y populismo aristocrático histórico. Hoz, martillo y dólares.
El ocaso castrista se plasmó en elnuevo balance de las fuerzas políticas continentalesmanifestadas en Perú. Maduro ausente y humillado. Raúl en retirada. El foro de Sao Paolo y El Socialismo del Siglo XXI se desvanecieron como una flor marchita. El perfume convertido en hedor. La estridente ola chusma castrista evidenciólo que son capaces de hacer en un país anfitrión libre,bajo la lupade la gran prensa mundial ¿Qué serán capaces de hacer en las  tinieblas mediáticas de su país?
La respuesta es destrucción. Destrucción total. Política totalitaria aumentando la represión porque aumenta la oposición, sociedad aristocrática histórica discriminatoria, economía en recesión y ruinas, nación en diáspora, moral maquiavélica, espiritualidad nublada, demografía en retroceso, nueva generación elusiva y hedonista. Un pueblo sin futuro y sin esperanzas de tenerlo,cuya juventud emigra masivamente y cuyos niños anhelan, cuando sean grandes, ser extranjeros; porque saben que nacieron para perder.
La médula diplomática de América Latina ha dado un giro copernicano con relación a las guerrillasy dictaduras continentales. Ahora confrontan a las multimillonarias oligarquías corruptas, narcotraficantes y cleptócratas; la venezolana,la cubana y a sus aliados agonizantesdel resto del hemisferio. Ha sido la tenacidad y la vehemencia de los opositores amantes de la libertad, la espada que ha cortado el nudo gordiano que separaba la política de Nuestra América de la dignidad humana.Décadas de sacrificio y abnegación de patriotas cubanos, venezolanos, y aliadoslatinoamericanos y norteamericanos que han puesto rodilla en tierra por nuestra libertad.
 También los representantes de la iglesia católica en Venezuela y Nicaragua, y en Cuba tres heroicos curas del  pueblo,pidiendoelecciones libres, porque votación no significa necesariamente elección. Curas que siguen a Jesucristo porque viven en la verdad que los hace libres. Curas catacumbas, no guardias pretorianos del circo romano. No cambian la verdad por el silencio ni El Gólgota por treinta ciclos de plata.
El ocaso del castrismo es evidente; públicamente reconocido por su difunto Comandante en Jefe y por el heredero del trono totalitario. En septiembre 2010 El Difunto dijo que el modelo cubano no funcionaba ni para los cubanos. ¿Por qué no lo cambió? ¿Predominó su soberbia a los intereses del pueblo? En diciembre 2010 El Heredero dijo: “rectificamos o se acabó el tiempo, estamos al borde del precipicio” No rectificaron. ¿Dónde estamos ahora? La ley de la gravedad se impone a la ilusión de la levitación.




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