domingo, 17 de diciembre de 2017

¿ELECCIONES EN CUBA? NO. SELECCIONES SOCIALISTAS




"Las disputas estadisticas con el fraude poco significan en un regimen electoral fraudulento..."
FHRC
           Inicialmente se informó que acudieron a las urnas el 85.9% de los votantes registrados, la más pobre participación “del pueblo” desde que se iniciaron estos simulacros electorales en 1976. Y esa cifra a no dudarlo ya había sido inflada. Porque siempre lo han hecho y porque en este caso con motivo del primer aniversario de la muerte del dictador Fidel Castro, el Partido Comunista había hecho un llamado a asumir el ejercicio del voto como "un compromiso con Fidel”.
             Las cifras iníciales reflejaban que de los 8.8 millones de electores registrados en el país votaron 7.6 millones y el 8% de ellos (623,128)  anuló la boleta o la dejó en blanco. Por supuesto que fueron muchos más quienes anularon sus votos, pero el régimen los volvió válidos. Siempre lo hace. De manera que millones de electores se negaron a "cumplir con Fidel". 
             En todo caso hay que recordar que este examen estadístico tampoco tiene excesiva relevancia llevarlo a cabo porque las llamadas elecciones en estos países totalitarios no expresan el estado de ánimo ni las preferencias de los ciudadanos. "Elecciones socialistas" (de partido único en estados policiales)  había en la URSS, RDA, Rumania, Checoslovaquia y otros países casi hasta el día previo a su estrepitoso derrumbe. Las disputas estadísticas con el fraude poco significan en un régimen electoral fraudulento en su mismo origen y modalidad operativa. 
              Por otra parte, desde España llegaron malas noticias para el régimen. Cuando ya casi se preparaban las botellas de sidra española para agasajar al rey Felipe VI en La Habana, llegó de Madrid la noticia de que el monarca y su esposa pospusieron su viaje a Cuba para después que Raúl Castro deje la presidencia del país. Es un revés personal para el dictador, que quería ser el primer Jefe de Estado cubano en recibir a un rey de España en la isla. Nunca ha ido ninguno desde que Colón tocó tierra en Bariay. Eso priva a Castro II de un sonado espaldarazo político internacional de despedida y de un gran baño mediático. 
              Y otra mala noticia para el régimen castrista en esta semana fue el pronóstico de que la zafra azucarera 2017-2018, que acaba de iniciarse, será inferior a la de 2016-2017, que fue tan solo de  1.8 millones de toneladas (TM) de azúcar. A causa de la sequía, el huracán Irma y la apatía obrera por los salarios miserables que reciben, los expertos calculan que se producirán 1.5 millones de TM de azúcar, un tercio de lo obtenido en 1925.
              Por último, el Estado reconoció la grave falta de medicamentos y lo achacó a que no tiene divisas convertibles por lo que no puede pagar las facturas a los proveedores extranjeros de medicamentos y de materias primas para elaborarlos en Cuba. Lógicamente esos exportadores han dejado de enviarlas a la isla. Curiosamente el estado guarda silencio sobre las toneladas de medicinas enviadas a otros países con sus planes de exportación de servicios médicos. 
             Si en el país hay desabastecimiento de 801 fármacos fundamentales también los hay de servicios médicos debido a su exportación masiva. Sin embargo, sus ingresos al país y el modo en que son invertidos no son controlados por la sumisa Asamblea Nacional del Poder Popular. 
La medicina cubana se ha reducido a un mito para ser empleado en el marketing para su exportación. Los galenos son transformados en esclavos de bata blanca para llenar los bolsillos de la elite de poder. Y el ciudadano cubano de a pie solo es testigo de farmacias vacías y estudiantes de medicina extranjeros que pretenden atenderlos en los cada vez más escasos consultorios de salud pública. 
             Ninguno de los candidatos ganadores en estas "elecciones" ha dicho como piensa resolver el problema de la salud pública ni recuperar la industria azucarera. Eso no cuenta para ser parte de la boleta. Lo único que importa es la "lealtad" a los que de verdad mandan en Cuba. La condición y "mérito" imprescindible para ser candidato electoral en la isla es la sumisión incondicional al poder.  

Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC)




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