"La URSS desapareció y Venezuela yace hundida en la peor crisis económica de su historia.."
LATINEWS/M3
Por la condición parasitaria de la economía socialista cubana, que
sobrevive a base de subsidios y donaciones extranjeras (incluidas las
remesas de los cubanos en el exterior), el régimen cubano dependió primero de
la Unión Soviética (en 30 años le regaló 115,000 millones de dólares a los
Castro) y luego de Venezuela, que desde principio de siglo la ha subsidiado
con miles de millones de dólares anuales y el 65% de todo el petróleo que
consume la isla.
La URSS desapareció y Venezuela yace hundida en la peor crisis
económica de su historia, como consecuencia de la intervención cubana en
ese país sudamericano. El desastre venezolano ha agravado muy
seriamente la crisis económica y financiera de Cuba. Si no fuera por las
remesas, paquetes y viajes a la isla de los cubanos que la visitan desde el “imperio”
la economía cubana ya habría colapsado.
Reflejo del empeoramiento de la situación socioeconómica de Cuba es
el constante flujo de noticias negativas que emanan de la isla. Veamos una
muestra de la semana.
Después de más de 21 días de ocurrida la catastrófica caída del
Boeing 737 en La Habana, Cubana de Aviación ha admitido que no tiene
aviones ni dinero para rentarlos, o repararlos, ni tampoco para devolverles a
los usuarios el importe de los pasajes que ya pagaron. Con 113
fallecidos a sus espaldas los directivos de la empresa entonan el conocido
canto burocrático de “estamos preocupados con este problema y trabajamos en
dirección a su solución”.
La zafra de 2018 ha sido la peor en 124 años, alrededor de 1.1
millones de toneladas, y el país tendrá que gastar las muy escasas divisas de
que dispone para comprar azúcar a fin de cubrir el consumo doméstico y sus
compromisos de exportación a China. Liobel Pérez, funcionario de
Azcuba, la empresa estatal azucarera, dijo a Reuters que el gobierno acudirá
a las “reservas” y recortará sus exportaciones para evitar la importación de
azúcar.
Es poco creíble lo que dice Liobel. Cuba hace tiempo no tiene
reservas de azúcar suficientes, y ahora menos. Lo que sí puede que ocurra es
que se reduzcan las entregas de azúcar a los cubanos de a pie. Pero eso no
fue lo que dijo Liobel Pérez. Claro, habría perdido su empleo. Decir la
verdad no forma parte del código burocrático cubano.
No importa lo que anuncien oficialmente, al final sí habrá que
importar azúcar, sobre todo refino (blanca), pues la producción ha sido dramáticamente
baja. Por lo tanto, habrá menos divisas para las otras importaciones en una
nación que lo importa casi todo (alimentos, medicinas, materias primas,
artículos de consumo) porque no produce casi nada.
El colmo, el racionamiento de artículos de todo tipo ya llegó a las “shopping”
de ventas de artículos en divisas convertibles, al menos en Las Villas.
Allí quien recibe dólares del extranjero ya no es libre de comprar lo
que quiere, sino lo que le permiten adquirir. ¡Y todavía hay funcionarios que
aseguran que pronto se va a producir la reunificación monetaria!
A
todo eso agréguese el descenso en la llegada de turistas que sobrepasa
un 7% en el primer trimestre y cuya tendencia declinante se ha mantenido
desde hace muchos meses.
Las exportaciones de bienes
por $2,301 millones en 2017 fueron las más bajas desde los $2,217 millones de
2009.
Para colmo, las
inundaciones de semanas recientes agravaron la ya trágica crisis de la
vivienda y alimentación en el país.
Con Venezuela sin dinero y con cada vez menos petróleo, Raúl
Castro lejos de realizar los cambios imprescindibles para liberar las fuerzas
productivas persiste -a modo criminal- en el inmovilismo. Insiste en “actualizar”
el fracasado modelo de socialismo de estado cubano que el propio Fidel Castro,
al final de su vida, confesó que no funciona.
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