"Esto es ignorado por los liberales contemporáneos sumergido totalmente en un secularismo extremo y torcido..."
Dedicado al
Gordo Salvat.
Cuando Thomas Jefferson nuestro culto tercer presidente, un deísta de estirpe y autor de la Declaración de
Independencia, delineó los tres derechos humanos se hizo eco de Dios: El monoteísta de los judíos y el trino de los
cristianos. Estos derechos son precedentes y mas importantes que los tantos y tantos proclamados por los hombres en el devenir histórico que le enmiendan la
plana a Dios.
I – LA VIDA. DIOS CREADOR.
El derecho a la vida esta explícitamente desarrollado en el
Génesis y es el más importante
porque es la llave de acceso a los otros
dos derechos. Dios es el Creador y los seres humanos somos el summum de su creación.
En cierto sentido “creadores”, llamados
a continuar, –hasta la consumación de
los siglos,– el perfeccionamiento de su obra creativa inconclusa.
II - LA LIBERTAD. DIOS LIBERADOR.
El derecho a la libertad es el Éxodo. Dios liberando a su pueblo, el escogido,
de la esclavitud de los déspotas
egipcios. El paso del Mar Muerto, prefigura la Pascua o Paso de la muerte a la vida, que se cumple en Jesús. Dios
es el Liberador por excelencia. Ése es
el verdadero y real fundamento de la Teología de la Liberación.
No se puede hablar de libertad en los tiempos modernos sin mencionar a su
padre, John Locke en el siglo precedente a Jefferson, que no la descubre,–se
trata de una categoría filosófica inmanente– pero que la sistematiza y la
divulga. Locke es un fervoroso cristiano dedicado al estudio de las Escrituras.
Esto es ignorado por los liberales contemporáneos sumergidos totalmente en un
secularismo extremo y torcido. Actualmente
la libertad ha sido expurgada de la media y del debate académico donde primó durante dos
siglos.
III- LA FELICIDAD. DIOS MAGNANIMO.
El tercer derecho: la búsqueda de la felicidad está claramente delineado en las dos
versiones—las de Lucas y Mateo– del Sermón del Monte. Ésa es la constitución, la carta fundamental del cristianismo, que los mismos cristianos
ignoran. ! Bienaventurados, gozosos, felices, contentos, alegres! estarán los
pobres , los perseguidos, los hambrientos, los pacíficos, los limpios de
corazón , los sedientos de justicia…… Es
la culminación individual de la felicidad de los seres humanos proclamada por Dios que
se encarna, siglos después en Jesús el
Galileo.
Esto es , en esencia, el judeo-cristianismo: La espina dorsal de la
civilización occidental, la más importante y decisiva de la historia.
LOS
DEBERES- EL MONTE SINAI
Cuando, poco después del Paso, de la Pascua, ese mismo Dios liberador se
hace patente en el diario vivir de su pueblo, el escogido, y tiene que normar como organizar la vida diaria de los judíos llama
a Moisés al Monte.
En el mismo Sinaí le da Las Tablas de la Ley “escritas de su misma mano” como
orientación fundamental. Ellas nunca han sido superadas ni en lo legal, ni en lo moral.
Conociendo la naturaleza frágil y
pecadora del hombre sacado del barro por
Él mismo, le entrega a Moisés el código perfecto. No hay derechos;
solo deberes.
Amarás a Dios y respetarás su nombre; santificarás el descanso; honrarás a
tu familia; no matarás; ni mentirás. No fornicarás, ni desearás mujer o
posesiones ajenas; no levantarás falso testimonio;
ni mentirás.
Así de sencillo; así de complejo.
La sociedad moderna tan secular, desvirtuada e ignorante, prefiere guardar
a buen resguardo la idea esencial de
este mensaje: Dios es un Dios de tres derechos; pero de diez deberes.
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