sábado, 25 de mayo de 2019

DIOS Y JEFFERSON: SOLAMENTE TRES DERECHOS HUMANOS



"Esto es ignorado por los liberales contemporáneos sumergido totalmente en un secularismo extremo y torcido..."

Dedicado al Gordo  Salvat.

Por Santiago Cárdenas M.D.
Cuando  Thomas Jefferson nuestro  culto tercer presidente, un  deísta de estirpe y autor de la Declaración de Independencia, delineó los tres derechos humanos se hizo eco de Dios: El  monoteísta de los judíos y el trino de los cristianos. Estos derechos son precedentes y mas importantes  que los tantos y tantos proclamados  por los hombres  en el devenir histórico que le enmiendan la plana a Dios.

                                        I – LA  VIDA. DIOS CREADOR.
El derecho a la vida  esta  explícitamente desarrollado en el Génesis  y es el más importante porque  es la llave de acceso a los otros dos derechos. Dios es el Creador y los seres humanos somos el summum de su creación. En cierto sentido “creadores”,  llamados a  continuar, –hasta la consumación de los siglos,– el perfeccionamiento de su obra creativa inconclusa.
                                     II -  LA LIBERTAD. DIOS LIBERADOR.
El derecho a la libertad es el Éxodo. Dios liberando a su pueblo, el escogido, de la esclavitud  de los déspotas egipcios. El paso del Mar Muerto, prefigura la Pascua o Paso de la muerte  a la vida, que se cumple en Jesús. Dios es  el Liberador por excelencia. Ése es el verdadero y real fundamento de la Teología de la Liberación.
No se puede hablar de libertad en los tiempos modernos sin mencionar a su padre, John Locke en el siglo precedente a Jefferson, que no la descubre,–se trata de una categoría filosófica inmanente– pero que la sistematiza y la divulga. Locke es un fervoroso cristiano dedicado al estudio de las Escrituras. Esto es ignorado por los liberales contemporáneos sumergidos totalmente en un secularismo extremo y torcido. Actualmente  la libertad ha sido expurgada de la media y  del debate académico donde primó durante dos siglos.

                                    III- LA FELICIDAD. DIOS MAGNANIMO.
El tercer derecho: la búsqueda de la felicidad  está claramente delineado en las dos versiones—las de Lucas y Mateo– del Sermón del Monte. Ésa  es la constitución, la carta fundamental  del cristianismo, que los mismos cristianos ignoran. ! Bienaventurados, gozosos, felices, contentos, alegres! estarán los pobres , los perseguidos, los hambrientos, los pacíficos, los limpios de corazón , los sedientos de justicia…… Es  la culminación individual de la felicidad  de los seres humanos proclamada por Dios que se encarna, siglos después en  Jesús el Galileo.
Esto es , en esencia, el judeo-cristianismo: La espina dorsal de la civilización occidental, la más importante y decisiva de la historia.
                                     LOS  DEBERES- EL MONTE SINAI
Cuando, poco después del Paso, de la Pascua, ese mismo Dios liberador se hace patente en el diario vivir de su pueblo, el escogido, y tiene que  normar como organizar la vida  diaria de los judíos  llama  a Moisés al Monte.
En el mismo Sinaí le da Las Tablas de la Ley “escritas de su misma mano” como orientación fundamental. Ellas nunca han sido  superadas ni en lo legal, ni en lo moral.
 Conociendo la naturaleza frágil y pecadora  del hombre sacado del barro por Él mismo, le  entrega  a Moisés el código perfecto. No hay derechos; solo deberes.
Amarás a Dios y respetarás su nombre; santificarás el descanso; honrarás a tu familia; no matarás; ni mentirás. No fornicarás, ni desearás mujer o posesiones ajenas; no levantarás  falso testimonio; ni mentirás.
Así de sencillo; así de complejo.
La sociedad moderna tan secular, desvirtuada e ignorante, prefiere guardar a buen resguardo la idea esencial de  este mensaje: Dios es un Dios de tres derechos; pero de diez deberes.

                                         


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