"Según el estudio la red criminal ha lavado y colocado fuera de Venezuela en la última década entre $10,000 y 45,000 millones de dólares..."
Se acaba de
publicar un estudio de cinco años que analizó datos de 11 naciones por la firma
IBI Consultants junto con la National Defense University donde documenta como
el régimen sanguinario de Nicolás Maduro opera una vasta red criminal por el
mundo. Uno de los autores del estudio Douglas Farah señaló “que el carácter
internacional de la red criminal está dificultando las probabilidades de que
Washington tenga éxito a través de sus políticas de sanciones para socavar la
estabilidad del régimen”.
En una entrevista
con el Nuevo Herald publicada el 15 de mayo de 2019 los periodistas Antonio
María Delgado y Jim Wyss, Farah dijo que esta red criminal es “una operación
criminal conjunta entre múltiples estados, y salvo que se vaya detrás de
múltiples nodos de sus finanzas simultáneamente, ellos pueden mantener un juego
permanente de ¿dónde está la bolita? Para esconder el dinero todo el año y
luego retirarlo sin llegar a quedarse sin dinero”.
El estudio de la
firma IBI Consultants resaltó lo siguiente: “Está alianza de estados
bolivarianos conjuntamente con las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia
(FARC) se ha fusionado para convertirse en lo que nosotros hemos definido como
el Emprendimiento Criminal Conjunto Bolivariano, un consorcio de estados
criminalizados y actores no estatales trabajando en concierto con objetivos
comunes. Salvo que esta red sea atacada simultáneamente desde distintos puntos,
la alianza va a sobrevivir y transformarse en una operación más sofisticada y
dispersa. En total identificamos a 181 individuos y 176 compañías que operan al
menos en 26 países. La suma de estas operaciones criminales no es totalmente
conocidas, pero recientes investigaciones por parte de un consorcio de
periodistas latinoamericanos encontró que extrajeron $28,000 millones de PDVSA.
Nosotros rastreamos que al menos $10,000 millones en fondos relacionados con
Venezuela fueron movidos a través de esta red criminal entre el 2007 y el
2018”.
Según el estudio
la red criminal ha lavado y colocado fuera de Venezuela en la última década
entre $10,000 millones y $43,000 millones. El artículo del Nuevo Herald
titulado “Exponen la gigantesca red criminal del régimen de Maduro” señaló que
esta red nació durante el régimen de Hugo Chávez quien usó PDVSA y la cambió en
una plataforma internacional de operaciones criminales con la ayuda de Cuba,
Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Surinam y El Salvador. Esta red criminal creció en
los últimos 20 años abarcando cientos de compañías fantasmas y decenas de
actores. Nicolás Maduro heredó esta red criminal a la muerte del dictador
Chávez y hoy en día de acuerdo con el estudio la estructura se ha convertido en
una sofisticada y diversa red con operaciones que van desde El Salvador y
Estados Unidos hasta Rusia y Hong Kong.
Los autores del
estudio indicaron que la red criminal no sólo robó miles de millones de dólares
de las arcas de Venezuela, sino que utilizó a PDVSA como la estructura central
de lavado de dinero y corrupción a lo largo de América Latina. La caída de la
producción y de los precios del petróleo obligó al brutal dictador Maduro a
depender más del tráfico de cocaína y de la producción ilícita de oro.
La producción
ilícita de oro ha sido una fuente de grandes ingresos del régimen brutal
chavista. El dictador Maduro viajó a Turquía en octubre de 2017. Antes de
finales de 2016 se inauguraron los vuelos de Turkish Airlines entre Estambul y
Caracas. Funcionarios de ambas naciones se reunieron para forjar acuerdos. Se
creó una red de negocios secreta que opera fuera del alcance de las sanciones
financieras impuestas por los Estados Unidos.
Venezuela tiene
moneda sin valor que nadie quiere, el bolívar, que había sido golpeada por años
de hiperinflación sin precedente en la historia mundial. Los beneficios de las
enormes reservas de petróleo de su país, que habían financiado al gobierno
venezolano durante décadas, se estaban evaporando debido a la caída de los
precios, una infraestructura descuidada y en ruinas, la corrupción desenfrenada
y el aislamiento internacional. Los venezolanos se morían de hambre y de
enfermedades al desaparecer las medicinas. El índice de aprobación del
asesino-en-serie Maduro se había desplomado. Así que el dictador comenzó a usar
el oro, uno de los únicos recursos de valor que le quedaba.
En agosto de 2016
el opresor Maduro anunció que una compañía minera estatal llamada Minerven
sería el único comprador oficial de oro donde la minería había sido clandestina
y no regulada durante mucho tiempo y dominada por bandas asesinas. Envió
soldados para obligar a los mineros a cumplir y comenzó a sacar oro destruyendo
el medio ambiente. El dictador Maduro también comenzó a usar los miles de
millones de dólares en lingotes de oro que Chávez, quien se negaba a invertir
en dólares estadounidenses, había acumulado. Según fuentes del Banco Central de
Venezuela, el régimen brutal vendió en secreto la colección masiva de monedas
de oro raras del banco, las cuales data del siglo XVIII. Las monedas, caja tras
caja, fueron lanzadas juntas en una sola venta de 30 toneladas a fines de 2017.
Venezuela aceptó un precio basado sólo en su peso, no en su valor
coleccionable.
El dictador Maduro
estaba enfrentando numerosas sanciones de Estados Unidos contra individuos de
su régimen acusados de corrupción, violaciones a los derechos humanos y otros
crímenes. Pensaba además el dictador que el Tesoro de Estados Unidos podría
sancionar sus negocios con oro para asfixiar aún más la economía. Venezuela
había estado enviando oro recién extraído al extranjero, principalmente a
Suiza, para su procesamiento.
En julio de 2018
el dictador Maduro comenzó a enviarlo a Turquía. Ya había enviado por lo menos
$900 millones en oro para cuando Estados Unidos prohibió a individuos, bancos y
corporaciones estadounidenses hacer negocios con cualquier persona relacionada
con la venta de oro venezolano. Toneladas más han desaparecido desde entonces.
El gobierno turco se negó a comentar las acusaciones de irregularidades relacionadas
con el comercio de oro.
Venezuela
encuentra ahora su asociación comercial con Turquía en la mira de varias
organizaciones de aplicación de la ley de todo el mundo. Investigadores de al
menos tres países, entre ellos Estados Unidos, creen que el comercio de oro y
alimentos de Venezuela con Turquía ha evolucionado hasta convertirse en un
esquema de múltiples niveles basado en la criminalidad. La búsqueda del
comercio de oro se ha convertido en una parte clave de un esfuerzo más amplio
dirigido por Estados Unidos para aislar aún más la economía de Venezuela y
destruir el régimen de Maduro.
"En muchos
sentidos, el oro es la clave para la supervivencia del gobierno de
Maduro", dice Américo De Grazia, un legislador opositor que representa a
la principal región productora de oro de Venezuela en el sureño estado de
Bolívar, el Arco Minero del Orinoco.
Conclusión
La dictadura
criminal venezolana terminó en una crisis humanitaria nunca antes visto en el
Hemisferio Occidental con una hiperinflación la mayor del mundo, la contracción
de la economía de más de un 50%, el éxodo de más de un 10% de la población y
cientos de miles de muertes de personas por falta de comida, asistencia médica
y medicinas. La seria falta de agua que obliga a miles a usar agua contaminada.
La falta de electricidad y gasolina golpea durante al sufrido pueblo
venezolano. Maduro está cometiendo genocidio contra su pueblo en Venezuela y la
fuga desesperada de millones de venezolanos a Colombia, Brazil y demás países
de América del Sur los están destabilizando.
Si lo dicho por
Douglas Farah, uno de los autores del estudio de la firma IBI Consultants, es
cierto, “que el carácter internacional de la red criminal está dificultando las
probabilidades de que Washington tenga éxito a través de sus políticas de
sanciones para socavar la estabilidad del régimen”, entonces los Estados Unidos
y países aliados de América Latina, con la autorización del presidente interino
Juan Guaidó, deben de intervenir militarmente en Venezuela.
Con el poderío
militar de Estados Unidos en un solo día puede destruir las instalaciones
militares y navales venezolanas. Brasil y Colombia pueden invadir a Venezuela
con la ayuda militar de otras naciones de la América del Sur y de militares
venezolanos que se unan con Guaidó. Estados Unidos no deben desembarcar
soldados en Venezuela para evitar críticas internacionales.
Es por eso que el
presidente interino Juan Guidó solicitó ayuda militar al Comando Sur de Estados
Unidos mediante su embajador Carlos Vecchio. Guaidó como el presidente Trump ha
dicho que todas las opciones están sobre la mesa.
Además esta red
criminal debe de ser atacada duramente simultáneamente en cada uno de los
países donde esté operando y destruirla. En el 2018 más de 71,000 estadounidenses
murieron por exceso de drogas muchas de las cuales vinieron de Venezuela con la
ayuda de los carteles de Colombia y México. Cientos de miles mueren en otras
naciones por culpa del Cartel del Sol que dirige el asesino Diosdado Cabello.
Parte de las ganancias de las exportaciones de droga se la envía Maduro a Hamas
y a Hezbollah.
Estados Unidos no
puede tolerar que Cuba, Rusia, China, e Irán y las FARC continúen en Venezuela
ya pone la seguridad nacional en peligro. El presidente Donald Trump anunció
que implementaría un cambio de régimen en Venezuela y debe hacerlo lo más
rápido posible o Estados Unidos lucirá como una superpotencia mundial en
completa retirada. Hay que expulsar a Rusia y a China de las Américas si la
anunciada reactivada Doctrina Monroe va ser efectiva.
El presidente
Trump debe de aceptar la recomendación del senador republicano Rick Scott de
Florida de implementar un bloqueo naval y detener todos los barcos que
suministran petróleo a Cuba. Este bloqueo le daría un fuerte golpe a Caracas y
La Habana.
Como Cuba ha
ignorado el llamado del presidente Trump de sacar su Ejército de Ocupación, los
servicios de inteligencia y los guardaespaldas de Maduro, Estados Unidos debe
inmediatamente endurecer las sanciones económicas y el embargo contra la
tiranía de La Habana. El gobierno de Trump debe de cancelar los intercambios
culturales, los cruceros y viajes turísticos a Cuba, añadir la nación comunista
a las listas de tráfico humano y países que apoyan al terrorismo. Una vez que
se logre cambio de régimen en Venezuela se deben implementar estrategias
efectivas y rápidas para cambio de régimen en Cuba y Nicaragua.
La destrucción de
las llamadas “Troica de las Tiranías”, como llamó el asesor presidencial de la
Casa Blanca para Seguridad Nacional John Bolton a los tres regímenes
sanguinarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua, debe de ser una importante
prioridad para el presidente Donald J. Trump. De lograrlo el presidente Trump
pasará a la historia como el Libertador del Hemisferio Occidental.
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