sábado, 14 de diciembre de 2019

¿QUE SIGNIFICA "NOSOTROS, LA GENTE?


"El ideal estadounidense es más que las mayorias que se salen con la suya. Nuestros derechos fundamentales no estan sujetos al voto democrático ni a los resultados de las elecciones..."

Por José Azel.
Nuestros problemas políticos comienzan con las primeras tres palabras de la Constitución de los Estados Unidos: "Nosotros, el pueblo". Según Randy Barnett, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Georgetown, quienes favorecen un enfoque democrático de la Constitución leen "Nosotros, el pueblo". Entidad grupal o colectiva. Y aquellos que están a favor de una interpretación republicana ven a "Nosotros la Gente" como personas individuales.
De los documentos fundacionales y de la afinidad del Fundador con la filosofía de John Locke, queda claro que la libertad individual fue el principal principio rector en la creación de los Estados Unidos. La Constitución fue diseñada para implementar los principios de la Declaración de Independencia y funciona como un dispositivo institucional para garantizar nuestros derechos naturales de vida, libertad y propiedad. Para los Fundadores, "Nosotros, la Gente" significaba, no una entidad colectiva, sino cada uno de nosotros como ciudadano individual. Sin embargo, como señala George Will en "La sensibilidad conservadora", nuestra elección de uno u otro de estos diferentes conceptos de "Nosotros, el pueblo" tiene enormes consecuencias políticas.

Bajo la interpretación colectiva, "Nosotros, el Pueblo", expresa los deseos de la mayoría de las personas, donde prevalece la voluntad de la mayoría. Así, la Constitución se convierte en un mecanismo para la voluntad del colectivo, donde los únicos derechos legales individuales son aquellos otorgados por la voluntad de la mayoría. En contraste, la interpretación de "Nosotros, el pueblo" como individuos considera la Constitución como una herramienta para restringir al gobierno y limitar las leyes discordantes con nuestros derechos naturales como individuos.
El ideal estadounidense es más que las mayorías que se salen con la suya. Nuestros derechos fundamentales no están sujetos al voto democrático ni a los resultados de las elecciones.
Tal como lo formula el profesor Barnett, "la gran división en Estados Unidos hoy es entre aquellos que creen, como lo hicieron los Fundadores, que primero vienen los derechos y luego el gobierno y los que creen... primero viene el gobierno y luego los derechos". El gobierno no es creador de nuestros derechos naturales, y las mayorías no tienen derecho a violar nuestros derechos naturales. Nuestros derechos reemplazan a la mayoría democrática.
En el centro de estas creencias está la doctrina de los derechos naturales. Los derechos naturales son aquellos que no dependen de las leyes o el gobierno. Los derechos naturales preexisten al gobierno y pueden ser descubiertos por la razón. Construimos gobiernos para garantizar nuestros derechos naturales. Somos individuos con derechos, y Estados Unidos es un gobierno basado en los derechos. Y así, la función legítima de nuestro gobierno, como se afirma en la Declaración de Independencia, es garantizar nuestros derechos naturales. La función del gobierno es proteger nuestra vida y libertad para que podamos buscar la felicidad individual. El objetivo de un gobierno democrático es la libertad, no al revés.
Los Padres Fundadores creían que los gobiernos mayoritarios eran inherentemente peligrosos para nuestros derechos individuales. Como señaló George Will, "De las principales instituciones creadas por la Constitución - el Congreso, la presidencia, la Corte Suprema - solo la mitad de una de ellas, la Cámara de Representantes, fue elegida directamente por la gente."
En consecuencia, durante aproximadamente 150 años después de la fundación, las discusiones políticas a menudo comenzaron con un debate sobre si el gobierno federal tenía derecho a tomar alguna medida bajo sus poderes enumerados constitucionalmente. Hoy, como señala George Will, "casi nadie en la rama legislativa o ejecutiva cree que hay algún tema, cualquier esfera, de la cual el gobierno federal está constitucionalmente excluido". Esto es lamentable, porque nuestros derechos naturales deben prevalecer sobre el poder de la mayoría para gobernar.
La historia se ha definido como el registro de la lucha entre la libertad y la autoridad, y James Madison identificó la tiranía de la mayoría como un mal político que la democracia podría producir. "Nosotros, el pueblo" no significa nuestros grupos étnicos, raciales, políticos o sexuales. No estamos, como lo requiere la "política de identidad", definidos por accidentes de nacimiento o socialización. No somos lo que sea nuestro grupo. No somos una sociedad de colectivos políticamente sedados. Las opiniones individuales son necesarias para una democracia saludable. Debemos reclamar al "Fundador" de nuestro Fundador como personas individuales para definirnos como participantes independientes en una sociedad libre.




No hay comentarios:

Publicar un comentario