miércoles, 2 de agosto de 2017

LA CIUDAD DEL AMOR Y EMMANUEL MACRON

"Lo que si es cierto es que la eterna ciudad del amor ha sucumbido antes esta verdadera historia..."

Lola Benítez Molina   Málaga (España)

La sinceridad, la fidelidad, el respeto…son valores esenciales que admiro en aquellas personas que los poseen, quizá porque en la actual sociedad parece que son términos y comportamientos en apabullante desuso.
            Emmanuel Macron pasará a la historia por ser el presidente más joven de Francia y por su bella e incondicional historia de amor. Por los logros que consiga para su país, lo veremos en los próximos años, pero no deja de ser un hombre inteligente y tenaz, tal y como demuestra su andadura.

            Despertó mi curiosidad cuando en las recientes elecciones francesas vi que el candidato centrista era un hombre que, a pesar de su juventud, se le apreciaba un carisma y una personalidad arrolladora, y la debe tener, pues ha conseguido convertirse en el presidente de la República más joven hasta el momento. Pero no fue eso lo que más me atrajo, sino que junto a él aparecía siempre su incondicional Briggitte Trogneux y, sin yo pretenderlo, conocí su sorprendente historia de amor, inaudita y hermosa, por lo que tiene de poco común, lo que hace despertar la curiosidad por saber cómo un muchacho de tan solo dieciséis años, brillante, que comienza sus estudios en el Liceo jesuita de “La Providencia” en Amiens, se enamora perdidamente de su profesora de francés y de teatro, veinticuatro años mayor que él, casada con un banquero y con tres hijos. Emmanuel Macron, amante de la literatura, convirtió a Briggitte en su musa pero, sus padres, ambos médicos, se opusieron a dicho idilio y lo enviaron a proseguir sus estudios a otro lugar. Sin embargo, no cejó en su empeño y le dijo a Briggitte que volvería y se casarían.
            Emmanuel Macron conseguirá lo que se proponga, igual que consiguió al amor de su vida, con inteligencia y sabiendo esperar. Además, tiene la hombría de reconocer que sin ella no hubiese llegado a donde está. Ella forma parte de su gabinete de colaboradores, pues sabe que se trabaja mucho mejor teniendo a su amor a su lado.
            Briggitte, con un discreto saber estar, se ha ganado el cariño no sólo de Macron, sino el de todos sus compatriotas, y forman una perfecta familia, desde 2007, digna de admirar.
            Lo que sí es cierto es que la eterna ciudad del amor ha sucumbido ante esta verdadera historia de entrega y sensibilidad, de auténticas almas gemelas, definición tan excelentemente descrita por Benedetti. Y así diría Macron: “Ella renunció a todo por mí. Lo hizo preocupándose constantemente por sus hijos. Nunca impuso nada, pero hizo entender, con dulzura, que lo impensable podía imponerse”.

            Hay una frase de Cervantes que me gusta recordar con frecuencia: “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”, o esta otra de Antoine de Saint-Exupéry: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”.

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