viernes, 4 de octubre de 2019

BOLTON, AL BORDE DEL PAPELAZO


"Muy complejo; pero que se puede resumir en sus tres palabras clasicas; America para los americanos..."

Por Santiago Cárdenas


Si algo dejó claro  el secretario Bolton en su visita al Hotel Biltmore es la desaparición de facto del exilio  en su enfrentamiento  con la dictadura  castrista absorbido en táctica y estrategia por  el gobierno de los EEUU. Eso, que se  veía venir—que se sabía—es ahora una realidad ante el mundo.  El 17 de abril los EE UU De  América tomaron pública, oficial y unilateralmente el problema cubano en sus manos.  Aunque era lo sabido, no deja de ser incómodo, sino doloroso; al menos para mí.
Paradójicamente los cubanos allí presentes aplaudieron  con  alegría  su  entierro  durante la proverbial  sobremesa criolla con  postre, tabaco y café. A pocos, en la calle, les importa “eso”;   tampoco, en círculos mas educados se  escribe o se debate acerca de “eso “. Bye, bye, exilio coherente.
Resucitar la doctrina Monroe  en  la lucha contra  la intromisión europea  en Cuba, a  estas alturas del juego, en  los inicios del 2019, es lo más cercano al descrédito y al papelazo  en geopolítica. Claro que los cubanos no  lo vamos a reconocer. Nunca   nos ha  gustado  que nos tomen el pelo.

En el séptimo discurso  al Estado de la Unión ante el Congreso, James  Monroe, nuestro quinto presidente y el último de los padres fundadores, se hizo eco de lo que su secretario de estado John Quincy Adams  le había diseñado  con fruición. Muy complejo; pero que  se puede resumir en sus tres palabras clásicas: América para los americanos. Era 1823.
Desde entonces no solamente Castro  europeizó a Cuba a 90 millas del imperio, sino que la burla a la doctrina se hizo patente  al año siguiente de su  proclamación cuando los británicos  renovaron enfáticamente su soberanía  sobre las Islas Malvinas.
 Los  franceses de Maximiliano invadieron México en el 62.Ese mismo año  Belize fue  renombrada como  Honduras Británicas, una colonia inglesa; los españoles reconquistaron dominicana  desde 1861 a 1865. La coalición de Italia, Alemania  y  Gran Bretaña bloqueó y bombardeó  a Venezuela desde diciembre de 1902  a  febrero de 1903  por un problema  monetario con Cipriano Castro. Unos  años antes en 1895  en la disputa por la  Guayana Esequiba, el  90% del territorio  pasó a dominio de Gran Bretaña: la Guayana Inglesa. Más recientemente, los   británicos  re-tomaron las Malvinas sin que  los estadounidenses dijeran ni pío. En  esta  breve reseña  histórica  los americanos  nunca  movieran un  dedo, digo ni un barco, ni un misil, en honor al ex presidente Monroe.
La  doctrina, como se le  acuñó en 1850, en un principio iba ser aplicada  insólitamente junto a la Gran Bretaña, entonces aliada  de  los EEUU. Monroe dio marcha atrás, pero  entonces se volvió selectiva. Se  esgrime contra los enemigos rusos, los ayatolas  o los chinos; pero se se  tolera dialécticamente con los  amigos  ingleses o franceses.
Por supuesto  esa selectividad y su ineficacia han sido el descrédito de los EEUU por más de  siglo y medio.
Resucitar el  cadáver  hediondo de Monroe, –en un intento para adecuar la política  de los EEUU hacia Cuba  según los signos de los tiempos, – necesitaría de un milagro de grande envergadura como el acontecido en otro cadáver: el de Lázaro.
 Pero, John  Bolton no es Jesucristo.
Pobre Cuba.




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