sábado, 1 de julio de 2017

RADIO MARTI/RADIO CELIA CRUZ

"La designación del nuevo director es la piedra angular, el meollo de la cuestión..."


Por Santiago Cardenas  MD.
La esperada renuncia-defenestración del último (a)  de los directores de Radio Martí, en el marco de la revolución trumpianista,  pudiera marcar el punto de inflexión en los avatares de la emisora,  que desde sus mismos inicios  tiene una  larga historia  de teje manejes de confrontación  e insatisfacción generalizada. Dije  "pudiera".
La designación del nuevo director  es la piedra angular, el meollo de la cuestión. Sensatamente esperamos una nueva figura  que sepa difuminar su poder  piramidal, casi faraónico,  hacia las periferias  de mando y servicio, con  sabiduría,  coraje, dignidad y cubanía. Dios lo permita.
Hay que comenzar  teniendo  los cojoncitos necesarios para cancelar definitivamente la Tele Martí y sus secuelas de despilfarro millonario y fracasos de más de dos décadas; suma y sigue. No se le puede seguir dándole  vueltas a esa noria. Una juiciosa oficina de alta tecnología para que haga un dictamen de tele-viabilidad científica, apolítica, juiciosa, combativa, seria y definitiva  sería lo ideal. Me temo que las fuerzas de la reacción que permanecen enquistadas en el corazón mismo de la emisora  boicotearán esta decisión desde sus mismos inicios. Es lo esperado.

El cierre provisional de la televisora nos lleva de la mano a la inauguración de la alternativa radial  cultural. Radio Celia Cruz transmitirá suavemente, música popular y  clásica, entrevista a artistas, comentarios  de libros, pinturas, plástica, etc. Por supuesto, noveletas, programas humorísticos, la hora, el tiempo, los itinerarios de vuelo  y  el  mininoticiero de las medias horas. Es un decir, con lógica muy popular.
Radio Martí, la clásica, por supuesto que irá a la enésima de las cientos de restructuraciones en programación y personal a las que ha estado sometida desde sus inicios. Cualquier solución   que  se planifique   será buena o mala depende del grado de amor que se ponga en el empeño. Lo demás es "paisaje".
El "paisanaje" colmado de laborantismo, fraccionalismo, sectarismo, luchas intestinas y chismecitos de ocasión (según  se dice inoportunamente en los corrillos del exilio) pudiera ser  re-educado con  la cooperación de conferencistas  acerca de ética elemental, "good manners"  y mucha instrucción primaria elemental, que siempre viene bien. Conferencias: obligatorias. Lamentablemente, después de la re-educación habrá que deshacerse  de algunas frutas podridas, sin derecho al pataleo.
Por último la introducción  legal de decenas de miles de radiecitos de onda corta en la isla, no es mala idea y muy barata. ¡Ahh! y pacífica; y factible.




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