"Tranca y retrancas; patrás y palantes, burocracia y tomadura de pelo..."
El descaro se hizo, se hace, patente con el
Brexit uno de los terremotos políticos o tal vez una de las revoluciones
pacíficas más grande de la historia universal. Comenzaba el derrumbe de la
comunidad europea, el mercado común, las posiciones comunes, el euro billete
comunitario etc. En fin, de todo lo que de "común", comunistoide,
etc. tenía la antigua Comunidad Europea.
Común:
Es el "prefijo" preferido por los marxistas
leninistas y sucedáneos muy usado en la media y en los corrillos de
la progresía.
Asistimos
impotentes a la NO salida del Brexit con resultados casi en cero y len-
ta- men- te, a paso de jicotea reumática. (Hace una semana nueve
legisladores ingleses propusieron la postergación de la salida por
dos años más).
Trancas y
retrancas; patrás y palantes, burocracia y tomadura de pelo. Todavía estamos
esperando por resoluciones definitivas en el Reino Unido que serán
evidentemente edulcoradas: agua de borrajas. Agua de chirre. Una burla a los
votantes.
Era, según la
voluntad popular, una salida definitiva, pronta y efectiva a la
"comunidad" europea. Repito: eso era lo que los votantes querían. Ahora
huele a estiércol... “Something is rotten in the state of Denmark".
Años antes en la
Florida los ciudadanos –tan naives – votamos entusiastas y abrumadoramente en
contra del llamado matrimonio homosexual. Un referéndum definitorio
que pocos años después fuera revertido por un juez. Solamente este
“activista" decidió, re- decidió, en lugar de los votantes.
Más
explícitamente. Eso fue cuando el 4 de noviembre del 2008 los
floridanos aprobamos por el 62% de los votos, del 60% requerido, la enmienda
constitucional #2 que prohibía el matrimonio unisexual. Ocho años
después el juez Robert L Hinkle en "Brenner vs Scott"
declaró a la enmienda inconstitucional.
Desde entonces, trágicamente,
en nuestra legislatura, en la fiscalía, la gobernatura y en la media
floridana (por supuesto): "to' el mundo calla'o". Punto en
boca. Abulia al por mayor. Nadie retó la anómala decisión del juez en contra de
los votantes.
Si esto sucede en
países institucionales y políticamente "cultos" y estables no es
de extrañar que en Bolivia, Evo se limpie el trasero con los
resultados de la voluntad popular que es en
contra de su reelección indefinida. Y en la Colombia de las FARC, el
"no" se convirtió en "sí " como por arte de la
prestidigitación Santos-Timochenkiana.
¡Elecciones!.... ¿Qué
está sucediendo en el mundo con los resultados de las mismas?
Sería bueno que el
lector que cree en la democracia participativa (o hace el paripé) vocalizara
su opinión al respecto.
Nuestras
expresiones en Miami acerca del voto, que es la piedra angular de la
democracia, son de un silencio de espanto. Qué pena
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