"La representante de Alemania afirmó que era hora de proteger a los defensores de los Derechos Humanos en Cuba..."
Por Frank Calzón.
13 de abril de 2018, Ginebra. Hoy, la
diplomacia cubana estuvo notablemente ausente cuando el gobierno de Cuba
recibió fuertes condenas por su trato a los defensores de los derechos humanos,
particularmente por impedir que tres activistas viajaran a Ginebra para hablar
en la sesión previa al Examen Periódico Universal (EPU) de Cuba por el Consejo
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU).
Diplomáticos de once misiones ante la ONU en Ginebra (de Bélgica, Croacia,
República Checa, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, México, Suecia, Reino
Unido y los Estados Unidos) tomaron la palabra para denunciar la decisión del
gobierno cubano ante delegados de al menos 28 países y numerosos miembros de
organizaciones internacionales. La representante de Alemania afirmó que era
hora de que la comunidad internacional dejara de hablar de proteger a los defensores
de los derechos humanos en Cuba e hiciera algo al respecto.
Mona M'Bikay, la Directora Ejecutiva de UPR-Info.org que moderó la sesión, abrió el foro
explicando que las tres sillas vacías (de los cinco oradores que se esperaban)
hablaban por sí mismas de la arbitrariedad de la acción del gobierno cubano.
Las delegaciones de los Estados dependen en gran medida de las sesiones previas
para evaluar la situación de los derechos humanos en el terreno y preparar sus
preguntas y recomendaciones para el Estado que se examina. En la historia de
las sesiones previas al EPU, sólo otros tres Estados, Bahrein, Sudán y Sudán
del Sur, han impedido que los oradores viajen. Los organizadores, que han
coordinado más de 163 cientos de estos foros, indicaron que nunca habían
presenciado una condena tan contundente a Estado alguno en una sesión previa al
EPU.
La Directora Ejecutiva de Cuba Archive/Archivo Cuba, Maria Werlau, leyó los
comentarios en español preparados por Juan Antonio Madrazo, del Comité para la
Integración Racial, y siguió con su propia presentación en inglés sobre las
violaciones del derecho a la vida por parte del estado cubano. Dora Mesa, de la
Asociación Cubana para la Educación Infantil, y Juan Antonio Fornaris, de la
Asociación de Libertad de Prensa, también estuvieron ausentes, pero no se pudo
leer sus comentarios. Alejandro González Raga, del Observatorio Cubano de los
Derechos Humanos con sede en Madrid, también pronunció sus declaraciones, tal como
estaba previsto.
Tanto Alejandro González como Maria Werlau como recibieron preguntas de los
delegados sobre varios aspectos de la situación de los derechos humanos en
Cuba. La señora Werlau explicó que la citada restricción de viaje era
significativa sólo porque una audiencia tan importante estaba enterándose sobre
dicha práctica y porque se estaba conociendo en un foro tan significativo como
la ONU. Lamentablemente, explicó, el silenciamiento y las represalias que
sufren los defensores cubanos de los derechos humanos son costumbres del
régimen totalitario. De hecho, dijo, es una de las formas menos graves de
represalia con respecto a la salida del país dado el asesinato de cientos,
quizás miles, por parte de las autoridades por intentar huir. Asimismo,
explicó, existen leyes que restringen el movimiento dentro de Cuba o el que los
ciudadanos ingresen o salgan de su propio país, en violación a la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
Además de los representantes que hablaron, funcionarios de las siguientes
misiones diplomáticas también estuvieron presentes: Argentina, Australia,
Austria, Chile, Costa Rica, Estonia, Unión Europea, Francia, Grecia, Guatemala,
Haití, Honduras, Malta, Noruega, Paraguay, Perú, Eslovaquia y Suiza.
El que los defensores de los derechos humanos de Cuba tuvieran una audiencia
tan importante con una muestra unánime de solidaridad por parte de tantas
democracias es extraordinario en las Naciones Unidas ya que Cuba le ha dedicado
enormes recursos durante décadas y ha cultivado una gran influencia. Las
misiones cubanas ante la ONU en Nueva York y Ginebra están entre las más
numerosas de todos los Estados y su trabajo, principalmente por oficiales de
inteligencia que se desempeñan como diplomáticos, es muy activo y efectivo. El
que Cuba saboteara la sesión previa del EPU desenmascaró el verdadero rostro
del régimen y deshizo en sólo 90 minutos y por su propia mano incontables horas
y millones de dólares de duro trabajo de su aparato de influencia y propaganda.
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