"Nuestra Declaración de Independencia se basa en las ideas políticas del primer filosofo de la Ilustración, John Locke...:
Por. José Azel Ph. D.
La filosofía
cultural de una nación gobierna cómo la nación reacciona ante los desafíos que
enfrenta. Los cursos políticos de acciones que una nación elige fluyen de
las ideas dominantes que posee, lo que quiere decir que la relación entre la
filosofía y la política es directa y práctica.
Los Estados Unidos se fundaron en la filosofía de la Ilustración del
Siglo XVIII o Edad de la Razón. La Ilustración abarcó una gama de ideas
que establecen la razón como la principal fuente de autoridad y
legitimidad. Estas ideas marcaron el rumbo de las revoluciones políticas
de los siglos XVIII y XIX que centraron el propósito del gobierno en la
protección de los derechos individuales.
Nuestra Declaración de Independencia se basa en las ideas políticas del primer
filósofo de la Ilustración, John Locke. Nuestros conceptos de gobierno limitado
y la necesaria separación de poderes provienen del Espíritu de las leyes (1748)
de Montesquieu, y Adam Smith nos dio los fundamentos de la economía de libre
mercado en La riqueza de las naciones (1776). El genio de los Padres
Fundadores fue transmutar estas filosofías de la Ilustración en acción para
formar un estado-nación.
En el siglo XIX y principios del siglo XX, los principales filósofos de Europa,
en un movimiento conocido como la Contra lustración, abandonaron los ideales de
la Era de la Razón por la creencia de que los sentimientos y la intuición son
más importantes que la razón. Los principios de los derechos individuales
y el gobierno limitado fueron reemplazados por el colectivismo y por el estado
todopoderoso en diversas manifestaciones del nacionalismo cultural.
Los filósofos contra la Ilustración reemplazaron los derechos individuales con
la "voluntad general" del colectivo. La glorificación
nacionalista del estado-nación que acompaña al colectivismo alimentó la
hostilidad entre las naciones allanando el camino para dos guerras
mundiales. Estos, a su vez, fueron seguidos por la propagación de
dictaduras comunistas totalitarias en todo el mundo.
En los Estados Unidos, como sostienen Michael Dahlen en Las raíces del
capitalismo y el estalinismo en Occidente, las ideas de la contra lustración
"han socavado los compromisos de los estadounidenses con los principios
fundamentales de los derechos individuales y el gobierno limitado".
Prominentes izquierdistas estadounidenses discutieron sobre la planificación
central de la Unión Soviética; se burló de los experimentos socialistas en
Cuba, China y Vietnam del Norte e idolatraba a tiranos asesinos como Mao
Tse-tung, Fidel Castro y Che Guevara. A medida que las ideas de la
Contra-Ilustración se infiltraron en la cultura estadounidense, el papel del
gobierno expandió la toma de nuestro tesoro y nuestros derechos individuales.
A principios del siglo XXI, la cultura política estadounidense se encuentra en
un estado filosófico bastante confuso. Las versiones actuales de las ideas
filosóficas de la Ilustración y la Contra-Ilustración son los movimientos de
globalización y contra globalización.
La globalización, supuestamente un movimiento favorable a los negocios,
favorece un movimiento más fácil de bienes, capital y personas a través de las
fronteras nacionales. Conceptualmente, la globalización reduce la importancia
de las fronteras y de las naciones-estado.
La contra globalización, por otro lado, es una idea anti empresarial y anti consumista que se opone a la integración de los mercados y muestra una gran antipatía hacia las corporaciones multinacionales. Conceptualmente, la contra globalización aumenta la importancia de los Estados-nación.
Si tratamos de desvincular filosóficamente estas posiciones, inesperadamente descubrimos que los manifestantes juveniles de la contra globalización caen en el campo nacionalista de la Contra-Ilustración basado en su antipatía hacia el globalismo.
De hecho, están diciendo que el estado-nación y las fronteras importan, y proponen la recuperación de la soberanía nacional sobre el comercio internacional de las corporaciones multinacionales malévolas. Prácticamente están citando, sospecho que para su horror, las opiniones del presidente Trump de que "... no existe un himno global, una moneda global o una bandera global. Estos son los Estados Unidos de América a los que represento”.
En los Estados Unidos, somos testigos de una reacción populista al globalismo, donde la izquierda y la derecha tradicionales están alineadas incoherentemente sin saberlo. En esta crisis de identidad, la premisa no reconocida de la alineación parece ser un reconocimiento implícito de que, en el siglo XXI, el interés económico y geopolítico es inseparable.
La relación en evolución entre filosofía y política aún no está clara, pero apunta a una filosofía cultural que consiste en una alternativa secular y democrática al globalismo. Es una filosofía cultural peculiar centrada en los Estados Unidos que, como la Ilustración, se centra en las libertades individuales, pero al igual que la Contra ilustración exalta los valores nacionales.
LOS JOVENES,,MANIFESTANTES O NO,, SON SEMIANALFABETOS CULTURALES Y POLITICOS, SIEMPRE MANIPULABLES -- NO SE TRATA DE ELLOS, SINO DE LA CULTA E IDEOLOGIZADA IZQUIERDA "TOP" QUE SI SABE LO QUE QUIERE Y CONOCE COMO ALCANZAR SUS OBJETIVOS
ResponderEliminarEL MODELO HIBRIDO AL QUE ASISTIMOS SE DEBE A LA IGNORANCIA SUPINA DE LA CLASE POLITICA ,PERO SOBRE TODO AL NACIONAL SOCIALISMO ( DEMOCRATICO ) QUE ESTA IMPLANTANDO ESTA ADMINISTRACION, CADA VEZ MAS ALEJADA DEL PARADIGMA LIBERAL CLASICO EUROPEO , COMO LO CONOCIMOS EN EL SIGLO XVIII.