EDITORIAL
Después de casi sesenta años de opresión
castrista, los que van quedando de aquella pandilla de facinerosos, han
descubierto, que todo lo que destruyeron, era lo que hacía funcional la república
de Cuba.
De hecho, no los destruyeron porque no lo
sabían, lo hicieron porque ese era el camino para tomar un total control sobre
el conjunto de la ciudadanía. No ha habido casualidad, y yo creo que ni
siquiera incapacidad, sino una muy bien planeada maniobra de control: Ahora lo
vemos en Venezuela, y en menor grado en
Ecuador, Nicaragua y Bolivia.
Aunque parezca contradictorio, e ilógico, el empobrecimiento de la sociedad facilita su control, por parte de estos regímenes, extremadamente “profesionales”, que descubrieron hace ya mucho tiempo, que la escasez obliga al ciudadano a ocupar más tiempo en el intento de sobrevivir, que en el intentar cambiar al gobierno opresor que los oprime.
Hay que tratar de resolver el problema diario
de alimentación y asistencia médica, etc., de nuestro allegados…y hay que hacerlo
ahora, dejando la lucha contra el opresor para mañana. Esto lo saben muy bien
los opresores.
Las imágenes recientes de Venezuela; donde
decían que: “el día que haya escasez el gobierno se cae inmediatamente”,
demuestra que no es así, y el panorama venezolano se ha convertido en un salir
a diario a “resolver”, el pan y otras
necesidades de cada día, mientras el gobierno mantiene, aunque sea
precariamente... el poder, que es lo que ellos quieren. El tiempo atenta contra
la población mientras que le da más espacio a los chavistas para consolidarse
en el poder y hacer que cada día se vuelva más difícil desprenderse de ellos.
Y eso es lo que ha ocurrido en Cuba. Ahora;
luego de casi sesenta años, los castristas regresan lentamente al estado en que
se encontraba el país cuando ellos tomaron el poder. Con la diferencia de que
son ellos y sus herederos quienes controlan la economía y el poder, y aquella
leyenda de que el “pueblo” era el dueño
de su futuro… no es más que otro cuento… de los de siempre. Una leyenda urbana,
perdida en la memoria de los que van quedando.
Aclaración
necesaria: Esta nota fue escrita –y publicada– antes
del resultado electoral en Venezuela, pero aun mantiene cierta vigencia, pues
el poder se mantiene en manos del chavismo que intentara, a cualquier precio,
no perderlo. No olvidemos que el estado natural de esos sistemas populistas: es
la crisis.
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