Por José M. Izquierdo E-mail: josemizquierdo@hotmail.com
Un
amigo me comenta, que la actitud pasiva del presidente Obama ante el auge del
terrorismo islámico se debe, a que Obama no quiere dejar una guerra a su
sucesor. Considera además esta opinión en otra parte, que la economía de los
EEUU funciona bien. Sin embargo, se generaliza y aumenta la opinión que la actual
política exterior de la administración Obama es débil e irresponsable, y ha
permitido que los grupos terroristas y los enemigos de los EEUU, se fortalezcan
ganando agresividad, que la iniciativa el control y liderazgo de los sensibles asuntos
de interés internacional, hayan caído en manos de otras potencias y esa
condición, obligará a cualquier presidente que sustituya a Obama, sea demócrata
o republicano, a ir a una guerra más sangrienta y costosa,
que si Obama hubiera actuado ahora con energía y enfrentado con decisión los
retos que el momento requiere.
Si es
un republicano quien llega la Casa Blanca en las próximas elecciones, por
supuesto dirán que los republicanos son guerreristas. Pero en un futuro cercano
y ante el fortalecimiento del terrorismo, EEUU tendrá que ir a una eventual
guerra para mantener su propia seguridad y retomar su liderazgo mundial, o los
EEUU caen aún más bajo en la escala mundial de valores, prestigio y
credibilidad, aspectos que pueden afectar nuestros valores democráticos y la
seguridad nacional.
En cuanto a la economía, los EEUU no son un patrón mundial para compararse con países pobres, pero comparándonos con nosotros mismos, el obrero en términos reales gana menos y su dinero le rinde menos que en épocas pasadas, los trabajos a medio tiempo y el pago de salarios mínimos son cada vez más comunes, porque autorizan a los empleadores a no pagar beneficios, obligando a los trabajadores a recurrir a la ayuda social para subsistir, aunque técnicamente están empleados.
La
monopolización de la economía y el mercado permite con facilidad la
manipulación de los precios de los bienes y servicios, cada día el capital se
concentra más en unas pocas manos. El gobierno permite que la salud este bajo
el control de unas pocas grandes empresas con “Patentes de Corso”. Estamos viviendo
en una economía monopolista, donde la ley de oferta y demanda ha desaparecido, donde
los grandes monopolios hacen fortuna no del fruto de sus negocios, esfuerzos e
iniciativas, sino de la forma fácil que obtienen el dinero de los contribuyentes,
a través de mecanismos que les facilita el gobierno.
Los
políticos tradicionales han llegado a altos niveles de desatención a la
población, de descomposición profesional y moral, el Lobísmo los controla y la
ambición los pierde. Si algo “Bueno” quizás pueda tener Trump, es que esta
menos comprometido que cualquier otro de los candidatos que tenemos para
escoger, que son muchos en cantidad, pero escasos de “Brillo” y talento.
A Trump
lo vemos subiendo posiciones diciendo “Disparates”, pero la gran verdad, es que
esos disparates son la realidad del momento.
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