domingo, 4 de diciembre de 2016

FIDEL Y RAMIRO

EN LAS SECUELAS DE LA MUERTE DEL DÉSPOTA. FIDEL Y RAMIRO.
Especial y exclusivo para ENFOQUE.
NO; No se trata de Ramiro Valdés; continúe leyendo....
             El hermano Ramiro, arribó a Cuba, por barco en los cuarentas. El “galleguito” fue asignado por la congregación al sanatorio San Juan de Dios, antigua finca Lilliam de Gómez Mena localizada en los Pinos las afueras de la Habana, frente a Fortuna, el paradero de las rutas 13 y 83. Todavía allí existe como una institución privada
            
 
Al novicio navarro, un adolescente, le fue asignada la limpieza de las cabañitas, una increíble variopinta y espectacular cúmulo de casitas en colores que Ud. podía ver con asombro al entrar en las instalaciones, y que dejaban boquiabiertos, por su belleza, a los visitantes.
              Allí Ramirito tenía que arreglar las habitaciones para los ingresos. En los cuarentas tardíos no había  muchas opciones para el tratamiento de enfermedades mentales, por lo que el psiquiatra de turno  decidía a quien hospitalizar, en caso de que el enfermo fuera un peligro para él mismo o la sociedad.
Me contaba Ramiro que “en PD”.– yo era el médico clínico del Sanatorio siendo ya el superior de la congregación–, que una tarde recibió la orden por escrito de preparar una cama para un joven llamado Fidel Castro, un desconocido en aquél entonces. La familia lo había llevado a la consulta externa y el galeno decidió el ingreso.
             Como era la costumbre el hermanito preparó todo para el día siguiente. Castro no se presentó. Todavía lo están esperando en el sanatorio San Juan de Dios.
Dr. Santiago Cárdenas

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