domingo, 17 de diciembre de 2017

DON SINDULFO Y LOS PLANES DEL CASTRISMO

"Tambien el destino de gente como Roberto Robaina, Carlos Lage , y Felipe Perez Roque y otros..."

Don Sindulfo  y el señor director se encontraron tal y como habían planeado, en el “parqueo” del Restaurant Versailles  para que el avezado periodista hiciera un resumen de lo que había logrado descubrir  en Cuba, de donde recién había llegado, disfrazado de tomeguín del pinar dentro de una maleta de un asiduo visitante a la Isla.
– ¡Don Sindulfo!  Cuénteme, estoy ansioso por saber cómo le fue en La Habana, y si finalmente pudo asegurase de que Miguel Díaz Canel será el sustituto de Raúl Castro, una vez que este, según anunciara hace ya un par de años, abandone la presidencia del gobierno de Cuba.
– ¡Bueno! –Dijo don Sindulfo alargando la respuesta con aire de importancia–  Debo decirle que logré colarme en una reunión entre José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés, el Brigadier Luis Alberto Rodríguez Calleja, que usted sabe es “yerno” de…
–¡¡ Si, si, ya lo sé!! Pero no me alargue más la información y dígame…
– ¡Cálmese señor director; ya le voy a contar! Bueno estaban estos reunidos con Raúl Castro y según pude saber, tenían varios puntos que querían discutir, entre ellos, el inicio de una campaña para canonizar a Fidel Castro…
¿¡Cómo canonizarlo!?  –Exclamó perturbado el señor director–

–Bueno más que eso. Tienen un plan para crear una nueva religión a partir del difunto. Algo así como, lo que ocurrió  con Mahoma, que originalmente era un vendedor de camellos y al final ya ve usted en lo que lo convirtieron…
–Me tiene usted confundido don Sindulfo. ¿De qué habla? De una reunión  entre esos personajes Además dígame como pudo participar de ella… no me diga que ellos lo invitaron…
–Claro que no me invitaron, ni siquiera sabían que yo estaba allí
– ¿Y entonces? Me tiene usted anonadado con lo que me dice. ¡Explíquese!
–Deme un chance para esclarecer lo que le digo. Yo solo, estaba cumpliendo lo que me había usted pedido. Solo eso…
– ¡Adelante...!
Yo entré disfrazado de una botella de soju, que Kim Joug-un le enviara de regalo a Raúl Castro…
– ¿Y qué es eso?
–El soju es un licor muy popular en Corea del Norte, algo así como la bebida nacional.
– ¡Bien! Ya entiendo. ¿Y qué más, aparte de beberse el soju, discutieron ellos?
–Parece que han descubierto que Miguel Díaz Canel, mas que satisfacción por haber sido nombrado heredero de Raúl Castro para la presidencia de Cuba; está preocupado por lo que ha sido de aquel Carlos Aldana, que hace ya mucho tiempo se le consideró el tercer hombre, en el liderazgo cubano y que una vez, de pronto lo sentenciaron al ostracismo, político y hasta social. También el destino de gente como Roberto Robaina, o Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, que han corrido la misma suerte. Lo que hace evidente que es muy peligroso estar en Cuba cerca del poder… la proximidad quema…
–Se dice  –interrumpió el señor director– y parece cierto;  según nos ha enseñado el régimen castrista, que Díaz Canel, será una figura para la galería y el que poder seguirá en manos de la pandilla histórica de siempre, o sea que este infeliz será el responsable de todos los errores…
–Algo así como el vertedero del raulismo
–Más o menos. Pero prosiga, de que más se pudo enterar en su viaje clandestino a La Habana.
–Ampliando el tema de la canonización, me entere que están  estudiante todo lo concerniente a José Luis De Jesús Miranda...
– ¿Y ese quién es?


– ¡No! No quien es, sino quien era. Porque ya murió, aunque había asegurado  a sus seguidores  que era eterno. Este fue un señor de origen puertorriqueño, que cumplió cárcel por su adicción a la heroína y otras drogas y al salir de prisión fundó una secta llamada “Creciendo en Gracia”, muy hábil en los negocios y con gran carisma por cierto, que logro que sus seguidores lo llamaran, al principio Apóstol, después Doctor, Papi, y finalmente Jesucristo hombre. Llego a tener alrededor de 287 programas de radio y televisión, en múltiples países. Era muy ostentoso, y logró que sus seguidores se tatuaran el 666, que según él, no era el símbolo de Satán, sino todo lo contrario.
– ¿Y qué importancia tendría este sujeto para el gobierno castrista?
–Mucha. El tal José Luis De Jesús, logro que varios miles de “feligreses” lo aceptaran como hijo de Dios en la tierra, por arriba de los apóstoles y hasta de Jesús de Nazareno. Y lo hizo de manera gradual. Primero se auto tituló  apóstol, después fue desmontando a los apóstoles originales hasta llegar a convertirse el mismo en Jesucristo hombre, o sea inmediatamente después de Dios.
– ¿Y usted cree que esa es la intención de los castrista? –Preguntó desconcertado el señor director–
– ¡Es evidente señor director! No escuchó usted lo que decían los castristas en el primer aniversario de la muerte de Fidel Castro, además de la extraña forma de “conservar” su cadáver. Dentro de algo que han llamado roca. Si es que realmente está ahí.
– ¡Sí! Ciertamente llama la atención, pero, por otro lado, esas declaraciones de que no se levantarían estatuas en su honor, no era un gesto de modestia, sino el temor de que terminaran como meadero de borrachos y desvelados.

–Que es lo mínimo, que se merece, porque no creo que tenga un mejor destino que ese. Servir de meadero popular…

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