lunes, 4 de abril de 2016

EN RELACION CON EL DISCURSO DE OBAMA

Por: Ángel Cuadra, Presidente del PEN Club Cubano en el exilio
    A pocos días de que el presidente de Estados Unidos, Barak Obama dejara Cuba, en su precipitada visita  a la Isla, los comentarios, especulaciones sobre dicha visita, siguen siendo motivos de artículos en los medios de prensa radial y escrita, y también  discusiones  en los “corrillos” de los cubanos, y hasta de otras comunidades en el condados Miami Dade y otros  del sur de la Florida.
   Lo sorpresivo fue que no se esperaba el contenido específico del discurso que pronunció el presidente norteamericano, y tampoco lo que se ha publicado del encuentro que tuvo Obama con algunos disidentes u opositores  activos en la Isla por la libertad y derechos humanos, así como el reclamo legítimo de la existencia de una sociedad  civil en el país.
     Hasta ahora el rejuego del intercambio entre los dos gobiernos para coordinar las relaciones diplomáticas se caracterizó por las exigencias (en cierto modo amenazantes y hasta altaneras) de la parte cubana, y la aceptación sin reparos por parte del gobierno norteamericano, en especial de su Ejecutivo.
   El presidente Obama no rebatió en sus palabras las exigencias que había venido haciendo el dictador cubano desde el comienzo de los pasos del intercambio desde diciembre del pasado año, sino que  citó con tono  sugerente, varios fundamentos generales que son basamentos de un sistema democrático, por ejemplo: el derecho de los ciudadanos de un país a elegir libremente a sus gobernantes, y se dirigió al gobernante cubano allí presente, que no debe temer a los Estados Unidos, ni tampoco a las “voces del pueblo” cubano, el cual debía poder manifestarse sin temor a los  arrestos arbitrarios.
 Por otra parte, cabe señalar que Obama tuvo también un encuentro con algunos de los disidentes u opositores de la lucha no violenta, los cuales, sin bien en lo general estimaron  dicho encuentro como algo positivo y estimulante, para algunos de dichos activistas Obama debió entrar más directamente considerar aspectos muy importantes de la lucha de mismos. Así, por ejemplo, para Berta Soler, dirigente de las Damas de Blanco, Obama debió entrar a fondo el cese de la represión incrementada en estos momentos. Antonio Rodiles, coordinador del Foro de los Derechos y las Libertades esenciales, expuso que ellos esperaban escuchar del presidente Obama  una condena a la violación de los derechos humanos, y un llamado al cese de la violencia.
   La visita y palabras de Obama, en general, fueron recibidas por los sectores del pueblo llano como positivas. Y así vimos en la TV varios casos en entrevistas hechas por la prensa en  internacional en La Habana, casos como estos: Una  señora entrevistada entre un grupo, manifestó con pesimismo, que después del paso de Obama por la Isla todo seguiría siendo para el pueblo.
    Otra señora también entrevistada en la calle, expuso que veía con esperanza la ayuda posible que Obama y su gobierno llevarían a Cuba, la ayuda económica que sacara el pueblo de la  miseria y pobreza en las que éste se encuentra durante todos años.
    Daba pena, ante testimonios tales  –agreguemos–  que es triste y lamentable que cubanos como la citada señora, pusiera su esperanza en la mano y dádiva extranjeras.
      Esperemos, pues, el  paso del tiempo y los resultados de este supuesto nuevo rumbo, tras el cambio de  política de Estados Unidos hacia la dictadura castrocomunista.  Y a que también salgan afuera las fuerzas de los intereses económicos internacionales, que también manejan los hilos ocultos de esta bien planeada urdimbre política y, al cabo, económicas.

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