Santiago Cárdenas MD
Sucede
frecuentemente, especialmente con los no cubanos, que olvidamos que Fidel
Castro ha sido muy consecuente con el pensamiento marxista y con la
praxis leninista. Hizo una revolución verdadera; y
una verdadera dictadura del proletariado. El error,
anteriormente citado, nos llevó durante decenios subestimar a
la involución cubana. Hay evidencia: los desastres estratégicos de la
oposición en la lucha anticomunista están a la vista. A solo 111 años, un breve
período, del manifiesto comunista de Marx y
Engels surge en el Caribe una metástasis increíble en
el dintel de los EEUU. No voy ahora a juzgar si Fidel era o no era
comunista Eso se los dejo a los intelectuales gustosos en
descifrar esos "misterios" de la historia que llenarán
muchos anaqueles de libros museables.
La concreta es que en 1961 ya se hicieron patentes los estigmas de la sociedad comunal en nuestra patria: aniquilación de las libertades básicas; persecución de las religiones; cancelación de la propiedad e internacionalismo. Estos son los cuatro pilares del marxismo leninismo, cuando es auténtico.
El olvido o ignorancia de lo que en estas primeras líneas escribí, tiene consecuencias tácticas y estratégicas importantes. Importantísimas. No se puede tratar a la involución cubana como si fuera una dictadura burguesa mas, haciéndole obsequios y recomendándoles o procurando un "soft landing" con remiendos, afeites y cambios paulatinos.
No hay arreglos. Hay que apuntar a su desaparición. Como sucedió en la Europa del este cuando la implosión de la Unión Soviética. Esto se consigue con presión social dura y sostenida; diálogos irreverentes; verdaderas presiones económicas, aislamiento internacional y una definida vocación política de ganar a largo plazo.
Entre guardarrayas y serventías la carreta patria esta aún a tiempo de hacer la zafra democrática
La concreta es que en 1961 ya se hicieron patentes los estigmas de la sociedad comunal en nuestra patria: aniquilación de las libertades básicas; persecución de las religiones; cancelación de la propiedad e internacionalismo. Estos son los cuatro pilares del marxismo leninismo, cuando es auténtico.
El olvido o ignorancia de lo que en estas primeras líneas escribí, tiene consecuencias tácticas y estratégicas importantes. Importantísimas. No se puede tratar a la involución cubana como si fuera una dictadura burguesa mas, haciéndole obsequios y recomendándoles o procurando un "soft landing" con remiendos, afeites y cambios paulatinos.
No hay arreglos. Hay que apuntar a su desaparición. Como sucedió en la Europa del este cuando la implosión de la Unión Soviética. Esto se consigue con presión social dura y sostenida; diálogos irreverentes; verdaderas presiones económicas, aislamiento internacional y una definida vocación política de ganar a largo plazo.
Entre guardarrayas y serventías la carreta patria esta aún a tiempo de hacer la zafra democrática
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