Respetando las diferencias entre una situación y otra, además del tiempo y apoyándonos mas en la costumbre, que en el hecho en sí, se me ocurre que estamos frente a otra cacería de brujas, con similitudes a la que relata la historia o leyenda de las Brujas de Salem, ocurrida por allá por el 1690 y tanto en Salem: localidad situada en lo que ahora es el Estado de Massachusetts y que sirvió de tema para la controversial obra de teatro de Arthur Miller, presentada a principio de los años 50, de pasado siglo.
La
leyenda, relata la acusación de que un par de niñas que estaban poseídas por el
maligno, se habían convertido en brujas etc. etc., y que debían, para evitar
ser castigadas, descubrir a todos los que ellas sabían estaban, igualmente
poseídos.
La
obra de Arthur Miller intenta vincular la leyenda de las niñas brujas de Salem,
con la campaña (1950-1956) del senador Joseph McCarthy, para identificar a
personalidades destacadas en la cultura, y la política de los EUA, que él
consideraba vinculados al comunismo, que la Unión Soviética intentaba
introducir de manera agresiva y criminal en el resto del mundo.
No
voy a entrar en consideraciones de que si McCarthy, tenía, motivos y razón o
no, aunque sus denuncias: de que los medios de comunicación y hasta el
Departamento de Estado estaban infiltrado por simpatizantes del comunismo
tuvieron un inesperado y amplio apoyo entre la ciudadanía.
El
tema para mi es que actualmente; se está llevando a cabo una versión
actualizada de esa cacería de brujas, a la que nos referíamos. En aquel momento
se “cazaban” –según la pieza de Arthur Miller– a simpatizantes del comunismo, y
se le exigía que denunciaran a otros que procedían como ellos. Hoy el panorama
ha cambiado y son coadyuvantes de regímenes marxistas, los que cooperan, con el
Estado en la persecución; con parecidas exigencias, de los anticomunistas que
aún quedan.
Es
costumbre echarle la culpa de todos los males, al que esté en ese momento
presidiendo la administración, de este complejo sistema de gobierno de los EUA,
porque se “supone” que él está en conocimiento de todo lo que ocurre, o al
menos de todas las medidas que se tomen por uno u otro motivo. Por eso quisiera
saber si está el presidente al tanto de la cacería que se está llevando a cabo
con muchos de antiguos combatientes anticastristas, desempolvando viejos
procesos, algunos, de hace más de treinta años.
¿Es
casualidad, o está dentro del paquete de las negociaciones con el régimen
castrista? ¿… Hay alguien qué me lo pueda aclarar?
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