lunes, 25 de enero de 2016

DE LA TRANSICION A LA TRANSACCION


Por Luis Marín politólogo y abogado

 Ver a Henry Ramos Allup recibiendo la tiara y el báculo para convertirse en Pontífice debe haber causado tanta consternación a más de uno dentro y fuera del hemiciclo que no habrá podido contener la exclamación: ¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?

 Pero si la solución de nuestros males siempre estuvo allí, delante de nuestras narices, esta sí que es una generación perdida. Para eso hubiéramos elegido a Luis Alfaro Ucero en 1998. ¿Qué podrá hacer ahora AD que no haya hecho en ochenta años?

 En su discurso de apertura HRA describe puntualmente el pacto electoral de la MUD con miras al 6D; pero se sabe que ese no es el único pacto que lo vincula. Los hay con el régimen, los cubanos, las FFAA, su propio partido, sombríos empresarios y la mafia que sería muy peligroso siquiera recordar.
Su política es una constelación de compromisos, algunos impresentables en público, aunque quien no los conoce, los sospecha. En apenas una semana de estrenada la AN ya se percibe el abismo que separa al muchísimo ruido de las poquísimas nueces.

 El pintoresco episodio de los diputados de Amazonas, hasta adornados con penachos de plumas para la ocasión, puede servir al menos de ilustración, dejando de lado  cuestiones formales como una supuesta demanda introducida en vísperas de año nuevo, admitida y decidida de un día para otro, con argumentos fútiles y consecuencias exorbitantes, como que todo un Poder Público sea abolido por una orden dictada por partisanos sin la menor legitimidad ni competencia.

 Pero cuando al fin las fuerzas de Og y Magog estaban alineadas para la Gran Batalla del Armagedón, que presagió desde las alturas, entre rayos y truenos, el iracundo profeta Heinz Dieterich, como por arte de magia, no pasó nada.

 Ya había ocurrido el 5E, Día de la Instalación y antes el 6D, cuando transcurrió la elección más tranquila en décadas, donde no se vio ni un motorizado, ni una franelita roja, nada, más pacífica que un Viernes Santo, en lugar del vaticinado Apocalipsis.

 Lo que se revela es que detrás de las tremebundas declaraciones de lado y lado hay un modus vivendi, que no es nuevo pero sí variable. La MUD declara que va a cambiar al gobierno en forma democrática, constitucional y sobre todo electoral; pero eso es lo que ocurre en Suiza, Noruega o el primer mundo en general. ¿Qué tiene que ver con nuestra realidad? ¿En qué mundo estamos?

 En la práctica, la MUD le presta al régimen el piso político que ha perdido, para que no naufrague en la tormenta que ellos mismos han desatado. El riesgo es que podrían estar sobreestimando sus posibilidades y creyendo sus propias mentiras, que representan a la mayoría del país o que entre gobierno y oposición no hay más nadie.

Mientras tanto, el régimen con el tiempo ganado acelera su proceso de destrucción, se asegura de que si pierden esta partida será por el momento y los otros no ganaran nada, por su política de tierra arrasada.

 El Estado de fachada sigue engañando hábilmente, por ejemplo, un superministro que basta verlo para advertir su función de pararrayos, es decir, el objetivo de todas las burlas y críticas, mientras en la sombra opera el poder real a través del agente comunista cubano Orlando Borrego, cuya mejor credencial es la de asistente del Che Guevara.

 Mario Vargas Llosa y su Fundación Internacional para la Libertad felicitan a la MUD por su éxito arrollador sin parar mientes en que el 100% de los opositores electos sean de ella, lo cual implica que nadie tiene vida fuera de la Unidad. Ahora el supercogollo de la MUD decidirá quién puede ser gobernador o alcalde en las próximas elecciones.

 Reconocen el “resultado abrumador de las urnas” a favor de la libertad de los venezolanos, así como Luis Almagro escribió a Maduro: “interpretar y o distorsionar lo que éste ha expresado en las urnas, afecta directamente la voluntad popular”. Concluyendo que: “El pueblo expreso su voluntad en las urnas”.

 Mienten deliberadamente, no sólo porque suene muy mal decir “el pueblo expresó su voluntad en las máquinas” sino porque eso es otra falsedad. En Derecho, la voluntad se expresa de viva voz o por escrito; pero nadie dice que la voluntad pueda manifestarse mediante una máquina, ni puede decirlo porque la máquina no expresa la voluntad de la persona sino que la sustituye por la voluntad del programador.

 Esa es la esencia fraudulenta del sistema electoral que se ha impuesto en Venezuela, que mediante un mecanismo que nadie entiende la voluntad de los electores se pierde en una maraña de maquinitas Smartmatic, fibra óptica, software, microondas y al final lo que aparece es la voluntad del Gran Elector, el dueño del aparato, que antes era Chávez y ahora ya ni se sabe quién es, un Deus Absconditus.

 MVLl y la FIL se unen a las voces que dentro y fuera del país piden el inicio de una auténtica transición que garantice “la alternancia en el poder”, ¿de Ramos Allup, de Capriles Radowsky? Por favor, que alguien les diga que la MUD no predica ni practica la alternatividad, para que no sigan haciendo el ridículo.

Venezuela sigue entrampada en una conspiración socialista internacional que ahora entra en una etapa superior de alianza de élites contra una población inerme.

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