lunes, 25 de enero de 2016

LAS ARMAS Y LA POLITICA


José M. Izquierdo (josemizquierdo.hotmail.com)

Como ser humano, el llanto de Obama puede ser legítimo, pero como mandatario, político y presidente de la nación más poderosa del mundo, su llanto puede ser interpretado diferente. “Los políticos no lloran, los políticos actúan para lograr un propósito”. Los políticos pertenecen a una dimensión de la realidad separada de la nuestra por una pared transparente a través de la cual los podemos ver, pero ellos no nos ven a nosotros.

El tema de la venta y tenencias de armas de fuego en los EEUU, es ante todo un tema político,  económico y controversial, que envuelve una arraigada tradición. No Obstante, las regulaciones que impidan que las armas caigan en manos equivocadas, son correctas si no se mezclan con la política.


Las medidas que anuncio Obama sobre el control de ventas de armas, son poco afectivas para las expectativas que esperan las personas que se oponen a la venta y tenencia de armas de fuego a la población, lo que evidencia que Obama está ante todo haciendo política. Tuvo que hacer uso de sus poderes ejecutivos para imponer lo que su capital político no le permite. Pero, porque Obama no usa esos poderes para endurecer las leyes contra las personas que compran, venden y usan armas de forma ilegal, contra la violencia que se exhibe en la TV, el cine y los juegos infantiles, contra el uso y abuso de drogas que genera tanta violencia, en lugar de seguir haciendo regulaciones hacia las personas que tienen un arma respetando la ley,

Es evidente que el debate de las armas, es ante todo un tema de profundo y fuerte interés político, para desviar la atención sobre otros problemas más importantes. No es honesto querer prohibir a los estadounidenses el derecho a portar armas según establece la ley, mientras se es condescendiente y flojo con los terroristas internaciones, permitiéndole a Irán y Corea que desarrollen armas de exterminio masivo, y no se combate con determinación a los terroristas musulmanes de ISIS. 

Nuestros medios de entretenimiento están repletos de contenido violento, predomina el hacer daño a quienes nos rodean, con o sin razón. Se producen y transmiten materiales que muestran un exceso de imágenes agresivas y vocabularios indebidos, dañinos para la educación y formación de los niños y su posterior conducta como adulto, que estimulan a una conducta agresiva y poco razonable.

Mientras el nutrido ejército de políticos que forman nuestro sistema, necesite para sus campañas políticas el dinero de la industria de armas, la salud, los seguros, los espectáculos, Etc., nunca tendremos un eficiente sistema de salud, nunca podremos regular el mal uso de las armas, la violencia social y nunca, podremos creer que el llanto de un político ante las cámaras es una muestra de sus verdaderos sentimientos humanos porque todos sin excepción, necesitan de este dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario