sábado, 4 de febrero de 2017

EL MARABU Y LA CLARIA

José M. Izquierdo josemizquierdo@hotmail.com

 Hace aproximadamente dos siglos, fue introducida en Cuba para uso ornamental, una planta proveniente de África que conocemos como Marabú y que actualmente, crece y se propaga por los campos de Cuba con absoluto descontrol. En la actualidad, en las tierras donde antes crecían árboles frutales, caña de azúcar, se sembraban y cosechaban viandas, hortalizas, pastaba y crecía el ganado o eran áreas de montes tropicales típicos de Cuba llenos de flora y fauna tropical, el Marabú crece majestuoso y sin control, es una planta espinosa, tenaz, invasora, que no permite el desarrollo en sus dominios de la biodiversidad botánica y el desarrollo de una agricultura productiva y eficiente.
              Ante el fracaso por erradicar el Marabú de las tierras que antes fueron productivas, la ineficiente administración castrista ha decidido usar la madera del Marabú para producir carbón vegetal, por métodos artesanales. En Cuba, se estima que más de 1.7 millones de hectárea de tierra que antes fueron productivas, hoy están infectadas de Marabú.
             Gracias a la firma del acuerdo entre la empresa cubana Cuba Export y la estadounidense Coabana Trading LLC, Cuba pone sus esperanzas comerciales con los Estados Unidos en la exportación de carbón vegetal de Marabú, convirtiéndose en el primer producto que exporta a los Estados Unidos después de más de cincuenta años. Lo interesante del tema, es que Cuba siempre ha culpado al embargo de los Estados Unidos a la isla (Bloqueo) por sus fracasos económicos, pero nunca reconoce su ineficiencia administrativa, que permitió la expansión sin control del Marabú en las más productivas de la isla.
             El experimento social que fue el castrismo en Cuba, lenta pero sistemáticamente ha borrado del paisaje cubano todas las formas de producción que existían, tanto agrícola como industrial. Desde la industria azucarera que otrora fuera insignia de la economía cubana y de la cual vivían más de trescientas mil familias, la producción de carne y leche de ganado vacuno que autoabastecía a la población cubana, y llegando a las producciones agrícolas más simples pero muy necesarias de viandas, granos y hortalizas, son cultivos y productos que casi han desaparecido de un país eminentemente agrícola, donde sus ciudadanos pasan agudas carencias de alimentos, Es en ese país, que esgrime las más inverosímiles justificaciones de su ineficiencia administrativa, donde se ponen esperanzas económicas en la producción de carbón vegetal usando la madera de la dañina e invasora planta de Marabú, una irresponsabilidad económica más de un  régimen que ha fracasado hasta en la forma de redactar sus mentiras.
           Si bien el Marabú fue introducido en Cuba hace dos siglos como una planta ornamental, la Claria sin embargo es un proyecto netamente castrista. La Claria, un voraz, caníbal y monstruoso pez asiático, fue introducido en Cuba para aumentar el consumo de proteínas de la población en los años del llamado “Periodo especial”, pero solo ha logrado causar un verdadero  desastre ecológico en los campos de Cuba, amenazando seriamente a numerosas especies de peces, batracios, aves y mamíferos, en muchos casos endémicos, del archipiélago cubano. 
           La invasión de Marabú en los campos de Cuba y la introducción de la Claria, simbolizan como ningún otro hecho, el rotundo fracaso de la economía castrista y la irresponsabilidad de un régimen que recurre a las más absurdas e irresponsables ideas para mantenerse en el poder y una prueba fehaciente del fracaso de una política económica disfuncional y absurda.

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